Empresas del «rey» de la soja con problemas de pago de compromisos y una compañía líder del mercado fitosanitario argentino con tecnología estadounidense denunciada en la Justicia son algunos de los ejemplos de firmas del sector agropecuario que comenzaron el 2025 con graves problemas financieros.

La novedad golpeó a todo el conjunto del sector económico, cuyos analistas comenzaron a revisar balances, para observar el futuro de repago de pagarés, obligaciones no negociables y otros instrumentos financieros que tomaron las empresas del pujante campo nacional. 

¿El campo zafa de la crisis?: dos compañías del agro pagaron sus deudas

Mientras continúan los debates acerca de si los problemas de Grobo Agropecuaria y Agrofina y de la empresa Surcos —que defaulteó por 500.000 dólares— son tres síntomas de una grave pandemia de futuros quebrantos o de cuestiones puntuales que deberán resolver los ejecutivos de esas empresas junto a sus acreedores, hay otras líderes del sector que decidieron curarse en salud y consiguieron capitalizarse en el mercado o pagar sus obligaciones en tiempo y forma, pero, a último momento. 

Es el caso de Rizobacter del Grupo Bioceres que, en la última semana del año, cumplió con el pago de Obligaciones Negociables por 20.666 millones de pesos y 131.000 dólares.  

Algunos analistas del mercado pensaban que Rizobacter se iba a convertir en otro eslabón de la cadena de firmas comprometidas financieramente, pero informaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que honrarían sus compromisos en los últimos días hábiles del 2024 y así sucedió. 

Rizobacter es una empresa que produce insumos biológicos cuyo titular Ricardo Yapur, realizó declaraciones al periodista santafesino Martín Melo y consideró que de las crisis se aprende y esta, en particular, es buena porque permitirá a las empresas comprometidas financieramente concentrarse en el negocio de origen. 

Yapur afirmó: «El campo, durante el año pasado, invirtió mucha plata financieramente porque era negocio comprar dólar barato y eso hizo que el productor y la agronomía se surtieran de muchos productos. Son reacomodamientos que pasan y en el fondo es sano porque obligan a las empresas que vayan por el negocio genuino y no el negocio financiero que fue el año pasado». 

Además del juego financiero, que parecen haber practicado muchas empresas del sector que hoy están siendo doblemente monitoreadas por los financistas, el campo sufre la caída de la cotización de la soja en el mercado internacional y, con retenciones de por medio, en los últimos años la dinámica económica empujó a las empresas a tomar altos niveles de deuda, situación en la que se encuentran muchas compañías.  

El arribo de Javier Milei a la Casa Rosada produjo el freno abrupto de las devaluaciones en cuotas o recurrentes que caracterizó el último tramo económico de la administración de Alberto Fernández. 

Estos cambios produjeron que las compras de insumos se ralentizaran y dañaron el flujo de fondos de las empresas. 

Otros factores que incluyeron analistas de la Bolsa de Cereales para radiografiar esta crisis está relacionada con el tipo de cambio, el aumento de los costos en dólares, y la caída del mercado de los agroquímicos. En Rosario, estiman un descenso de un 35%. 

El «rey de la soja», en default: crisis en dos empresas agrícolas

Una tormenta perfecta que llevó a la cesación de pagos de dos de las empresas del «rey de la soja», el ambicioso ingeniero Gustavo Grobocopatel que junto al clan familiar Calvo, conducen Agrofina y los Grobo Agropecuaria S.A., empresas que anunciaron no tener capacidad para enfrentar pagos inmediatos por una cifra cercana a los 400.000 dólares ni los pagarés bursátiles cuyos vencimientos se extiendan hasta el 31 de marzo de 2025 por una cifra mucho más relevante, y a Surcos a defaultear una deuda cercana al medio millón de dólares.

En ese contexto, el empresario Peter Hayland de la empresa Rusticana Sacifi, se capitalizó a través de otra compañía para asegurar el pago de dos Obligaciones Negociables por una cifra cercana al millón de dólares. 

Según informó a la Comisión Nacional de Valores, la empresa de semillas de maíz que le vende a pequeñas y medianas empresas del agro decidió fortalecer su patrimonio con «… la capitalización de la compañía por un monto en efectivo de Dos Mil Setecientos Millones de Pesos ($2.700.000.000) para asegurar holgadamente y en forma anticipada la disposición de los fondos necesarios para la cancelación de las dos cuotas de las Obligaciones Negociables emitidas por la empresa, cuyo vencimiento operarán el 25/01/2025 y el 25/07/2025″. 

Esta crisis del sector del agro tiene sus repercusiones en el mundo financiero y la Comisión Nacional de Valores en el último día hábil del año pasado resolvió nuevas adecuaciones a la normativa para los cheques de pago diferido y pagarés bursátiles, en los procesos de canje y/o restructuración de deuda que incluya dichos instrumentos. 

La Reglamentación (RG) N.º 1.041 dispuso algunas adecuaciones a la normativa, sumando requerimientos a los emisores, a las ALyCs y los mercados involucrados en los procesos de canje de dichos instrumentos, con la finalidad de garantizar la transparencia en dichos procesos y proteger a los inversores. 

La CNV viene de denunciar penalmente a los directivos de la empresa Surcos S.A. luego del incumplimiento de sus obligaciones comentado anteriormente. Una acción que realizó luego que el organismo había dispuesto la suspensión de los valores negociables emitidos por la compañía en problemas.