ECONOMIA
Por qué el 13 de enero genera temor en el mercado y puede ser un punto de inflexión para el dólar
Hay una fecha que todos los inversores, analistas de la City y funcionarios del ministerio que conduce «Toto» Caputo tienen marcada con un círculo rojo: el 13 de enero. Es un sábado, sí, pero igualmente se considera ese día un posible punto de inflexión en el plan económico del Gobierno, porque a partir de allí puede notarse una aceleración en la demanda de dólares.
Ocurre que ese día se cumple un mes de la entrada en vigencia del nuevo sistema de pago de divisas a los importadores, y según lo establecido en la comunicación A7917 del Banco Central, esa fecha empezará el segundo escalón del régimen, que incorporará en la lista de derecho de cobro a muchos más rubros importadores.
El nuevo régimen eliminó la autorización previa del BCRA para importar, aunque mantuvo la restricción en la entrega de divisas, que sigue un esquema escalonado. La prioridad fue para importaciones de hidrocarburos y derivados, y para la energía eléctrica. A partir del 13 de enero, se agregan los pagos para productos farmacéuticos, insumos para la salud y productos fitosanitarios.
Pero, además, el resto del universo importador empezará el cobro progresivo en cuotas, lo que implica que se liberarán divisas por el 25% del monto de la importación, y que continuarán subiendo en igual medida cada 30 días corridos, contando a partir del ingreso aduanero.
La excepción es para la compra de automóviles del exterior, que recién dispondrán de las divisas para cancelar la operación comercial en 180 días -es decir, en junio para los que ingresaron a fin de año, tras el cambio de régimen-.
El último dato oficial de INDEC sobre importaciones, cerrado a noviembre, marca un nivel de compras mensuales de u$s5.487 millones.
La liberación de divisas para la importación se intensificará a partir del 13 de enero, cuando inicie el segundo escalón del nuevo régimen anunciado por el BCRA
Punto de inflexión
¿Por qué es importante el 13 de enero para la política económica? Ocurre que, desde el recambio gubernamental y los primeros anuncios económicos, la liberación de las divisas para el pago de importaciones se realizó en «cuentagotas», y eso fue lo que ayudó a que el Banco Central pudiera recomponer rápidamente su posición de reservas.
Hablando en números, las compras del BCRA ascendieron a u$s3.128 millones, y las reservas se incrementaron en u$s2.660 millones. Esto marca que se pudo retener un 85% de los dólares ingresados.
Esto se logró por la combinación de dos factores: el virtual freno importador -por la vigencia del nuevo régimen que entrega las divisas en forma escalonada- y la reactivación de las exportaciones en el sector agrícola, que está aprovechando la ventaja cambiaria luego de la devaluación y la disminución de la brecha.
Sin embargo, en las últimas jornadas, las compras del BCRA fueron disminuyendo respecto del volumen total de divisas ingresadas en el mercado cambiario, lo cual es interpretado en el mercado como un síntoma de que está aumentando el ritmo de autorizaciones de importación.
La expectativa es que, en la segunda quincena de enero, los factores que ahora están jugando a favor de que se acumulen reservas, podrían verse rápidamente neutralizados. Es decir, con la suma de nuevos importadores que tengan acceso a las divisas, aumentará la demanda, y el BCRA ya no tendrá tanto margen para recomponer su caja en dólares. Pero, además, está la expectativa de que el ritmo exportador del agro pueda ralentizarse.
Desde la devaluación, según las estimaciones de Marianela de Emilio, experta de Agroeducación, se acumularon ventas con precio por casi dos millones de toneladas de maíz, más de un millón de soja y 1,4 millón de trigo. Aunque no se tratan de volúmenes muy altos en relación a los stock que mantienen los productores, igualmente el ritmo de ventas podría entrar en un impasse si se percibiera que la «ventana» de oportunidad cambiaria ya pasó.
En realidad, es un efecto de retroalimentación: las expectativas en el sentido de que una corrección cambiaria podría ocurrir antes de lo previsto, juega en contra de la liquidación del agro, y a su vez ese mismo freno intensifica la presión cambiaria.
Tras una caída que llevó la brecha a niveles mínimos, el tipo de cambio paralelo empezó otra vez un camino ascendente
¿Se cierra la «ventana»?
Para los productores del campo, el principal estímulo de venta es la disminución de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el dólar paralelo, porque es lo que le permite acercar el valor que efectivamente recibe en el mercado local respecto del precio del mercado internacional.
En los momentos en que la brecha cambiaria rondaba el 100%, eso llevaba a que, en el caso de la soja, ni siquiera se pudiera capturar un 30% del precio que se veía en las pantallas de Chicago. Los esquemas de incentivos de Massa hacían que ese porcentaje subiera temporariamente a 50%.
Ahora, con una cotización de la soja Chicago a u$s494, el «dólar Caputo» implica que un 80% del valor va por el oficial de $806 y el otro 20% a los $900 del «contado con liqui». La primera parte da u$s237 y la otra u$s66, con lo que el productor termina recibiendo u$s303, lo que significa un 61% de la cotización de la soja en el mercado internacional.
Lo cierto es que, en este momento, la percepción generalizada del mercado financiero es que la brecha en valores mínimos ya no se podrá sostener y que obedeció a un momento excepcional, justificado por motivos estacionales, como el incremento en la demanda de pesos que suele producirse sobre fin de año.
Ahora, en cambio, de a poco empezará a recomponerse la demanda por dólares, tanto de las empresas como de la actividad turística. Y en las últimas jornadas se vio el rebote de los dólares -en sus versiones MEP y «contado con liqui»-, que ya acumulan una suba en torno al 10% desde los valores mínimos de fin de año.
Esto pone nuevamente la brecha en el orden del 30%, lo cual funciona como un desestímulo para la exportación y, además, genera credibilidad en los economistas que están argumentando sobre la insostenibilidad de la actual paz cambiaria y su convivencia con tasas reales negativas para los ahorristas.
«Con tasas del 9%, plazo fijo UVA a seis meses e inflación del 20/30% por mes, es el propio gobierno quien expulsa al ahorrista al dólar», planta Christian Buteler, uno de los que se han mostrado más escépticos sobre el mantenimiento de los pesos en el «carry trade».
Por su parte, el economista Gabriel Caamaño argumenta: «Si bien seguimos inmersos en el pico estacional de la demanda de pesos, parece lógico reforzar nuestra idea de que se trataba de un mínimo. Para que así no sea, habría que avanzar en una simplificación del cepo aún vigente o, directamente, en una unificación del mercado«.
ECONOMIA
El vino culmina un 2024 complejo por la sequía y espera nuevas oportunidades con Mercosur Por EFE
Madrid, 22 dic (.).- El vino ha vivido este 2024 un año de incertidumbre en zonas vitivinícolas a consecuencia de la sequía y la bajada de la producción de algunas variedades, pero el sector es optimista y espera un futuro mejor, especialmente tras los acuerdos como Mercosur.
De acuerdo con la información facilitada tras la firma de este acuerdo el pasado 6 de diciembre, en el sector del vino actualmente se aplican aranceles de hasta el 35 % a los caldos de la UE que entran en Mercosur, pero con el acuerdo se eliminarán progresivamente los aranceles para el embotellado (en ocho años).
El cambio climático y la sequía han sido dos de los hándicap que el vino se ha encontrado en este año 2024, pero no han sido los únicos; el etiquetado, un consumo alicaído y el aplazamiento de la plantación de viñedo en algunas zonas para no saturar el mercado han sido otros de los desafíos.
En cuanto a la vendimia, se proyectó una producción final de 37 millones de hectolitros, un 7 % menos que la cantidad prevista al inicio de la campaña, pero un valor que ayudará a no sobrecargar la oferta de vino.
Balance del año
La Federación Española del Vino (FEV) ha hecho un balance del año positivo, aun reconociendo que el sector de los bodegueros es «muy diverso» y es difícil hacer una valoración común.
Pese a las incertidumbres mundiales «siempre ven la botella medio llena», en parte, gracias a «una cierta recuperación del consumo en el mercado nacional», según su director general, José Luis Benítez.
En declaraciones a EFE, ha reconocido que siguen sin alcanzar los niveles pre pandemia, si bien se está llegando este año.
Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), la estimación de consumo nacional de vino cierra el interanual a octubre de 2024 con un crecimiento del 2,8 % respecto al mismo mes de 2023.
Mientras que en terreno nacional hay «cierta recuperación», en el mercado exterior pervive un «un paradigma de inestabilidad internacional», que «quizá ya no sea coyuntural, sino estructural», ha vaticinado.
En cuanto a la producción, por zonas, ha destacado que «hay regiones con problemas particulares con los tintos y, en otras, por contra, tienen volumen» y la exportación va bien.
Según el último informe del sector de los tres primeros meses de campaña, la producción total de vino ha sido de 29,9 millones de hectolitros, lo que suponen 3,1 millones hectolitros más que en el mismo periodo de la campaña anterior.
El golpe de la sequía
El presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), David Palacios, ha analizado el año en términos de producción y lo ha calificado de «muy difícil» para algunas zonas debido a la sequía, que ha derivado en una merma de producción de uva.
Sin embargo, ha detallado que «la calidad de la uva ha sido buena en general en todos los sitios».
En cuanto a la comercialización de vinos, ha destacado una bajada de ventas y stock en vinos tintos, que no ocurre con blancos y rosados.
Sobre este punto, los datos del Infovi -del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación- apuntan a que, teniendo en cuenta la producción de los operadores de más de 1.000 hectólitros, 17,7 millones corresponden a vinos blancos (+ 20,6 %) y los 12,2 millones restantes, a vinos tintos y rosados (+0,6 %).
El futuro del vino
En cuanto a 2025, desde el sector han añadido que esperan que el cambio climático les siga «dejando producir y que no haya más problemas».
También son optimistas en cuanto al acuerdo de Mercosur y miran con preocupación a Estados Unidos por los antecedentes en otros mandatos de corte proteccionista.
En general, mantienen la confianza de que el mercado de exportación se recupere.
En la primera mitad de 2024, Estados Unidos se ha mantenido como el primer mercado mundial para el vino, con 3.051,6 millones de euros y ocupa la segunda posición en volumen con 633,8 millones de litros.
El consumo del vino en Navidad
El director general de la FEV, ha detallado que la Navidad y la época de celebraciones previas son uno de los platos fuertes en exportación, por lo que hay un cierto optimismo, con «una ventas que en noviembre y diciembre están yendo mejor de manera general».
Por su parte, desde las denominaciones de origen destacan que la Navidad es una época de festejar y el vino está presente en esos ambientes de brindis, por lo que esperan que el final del año «un repunte en la comercialización», ya que en los dos últimos meses del año «son muy importantes para el sector».
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com Cód. 21654677 y otros)
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