Un buque de investigación español que estudia los ecosistemas marinos fue desviado abruptamente de su tarea habitual para asumir un nuevo trabajo: ayudar en la búsqueda cada vez más desesperada de los desaparecidos por las inundaciones en España, concretamente en Valencia, afectada poruna DANA, el 29 de octubre.
Los 24 miembros de la tripulación a bordo del Ramón Margalef se preparaban el viernes para usar sus sensores y su robot sumergible para mapear un área marina de 36 kilómetros cuadrados (13,9 millas cuadradas), el equivalente a más de 5.000 campos de fútbol, para ver si pueden localizar los vehículos que las catastróficas inundaciones de la semana pasada arrastraron al mar Mediterráneo.
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Los dramáticos videos y fotos de las inundaciones en Valencia por la DANA
La esperanza es que un mapa de los vehículos hundidos pueda llevar a la recuperación de cuerpos. Casi un centenar de personas han sido declaradas desaparecidas oficialmente, y las autoridades admiten que es probable que haya más personas no contabilizadas, además de las más de 200 declaradas muertas.
Resultados en 10 días
Pablo Carrera, el biólogo marino que lidera la misión, calcula que, en 10 días, su equipo podrá entregar información útil a la policía y a los servicios de emergencia. Dijo que, sin un mapa, sería prácticamente imposible que la policía pudiera llevar a cabo una operación de recuperación efectiva y sistemática para llegar a los vehículos que terminaron en el lecho marino.
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Muchos autos se convirtieron en trampas mortales cuando la inundación, semejante a un tsunami, golpeó el 29 de octubre.
El barco se unirá a un esfuerzo general de policías y soldados que han ampliado sus búsquedas de cuerpos y desaparecidos más allá de las ciudades y calles devastadas. Los buscadores han utilizado varas para sondear capas de lodo, mientras los perros rastreadores intentaban encontrar rastros de olor de cuerpos enterrados en bancos de canales y campos. También exploran las playas que bordean la costa.
La primera área que explorará el Ramón Margalef es el tramo de mar frente a los humedales de la Albufera, donde terminó al menos una parte del agua después de arrasar pueblos y las afueras del sur de la ciudad de Valencia.
El viernes, la emisora estatal española dijo que se había hallado el cuerpo de una mujer en la playa después de que desapareciera cuando el agua arrasó su pueblo de Pedralba, a aproximadamente una hora en auto de la costa.
Carrera, de 60 años, es el jefe de la flota de buques de investigación dirigida por el Instituto Español de Oceanografía, un centro científico financiado por el gobierno en el marco del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
Carrera se embarcó en el Ramón Margalef en Alicante, ubicado en la costa de España, desde donde zarpará para llegar a las aguas de Valencia el sábado, antes del amanecer. El plan es ponerse a trabajar de inmediato con los 10 científicos y técnicos y 14 marineros trabajando sin parar en turnos. El barco también ayudó a investigar el impacto del flujo de lava que alcanzó el mar tras la erupción del volcán La Palma en 2021 en las Islas Canarias de España.
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Encontrar un cuerpo en el mar, dijo Carrera, es muy poco probable. Así que se centrarán en objetos grandes que no deberían estar allí.
El robot sumergible del barco, equipado con cámaras, puede bajar hasta una profundidad de 60 metros para intentar identificar automóviles. Idealmente, intentarán localizar matrículas, aunque la visibilidad podría ser extremadamente limitada y los coches podrían estar destrozados o sumergidos en el lodo, dijo Carrera.
A largo plazo, dijo que su equipo también evaluará el impacto de la escorrentía de la inundación en el ecosistema marino.
Esos hallazgos se sumarán a las iniciativas de otros centros de investigación españoles para estudiar las inundaciones más mortales del siglo en España.
España está acostumbrada a las ocasionales inundaciones mortales producidas por tormentas otoñales. Pero la sequía que ha golpeado al país durante los últimos dos años, además de las temperaturas récord, ayudaron a magnificar estas inundaciones, dicen los científicos.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, confirmó este jueves al mediodía, hora argentina, que se encontraba en el Aeropuerto Internacional de Saná, Yemen, cuando Israel bombardeó la estratégica locación.
«Hace unas dos horas, cuando estábamos a punto de embarcar en nuestro vuelo desde Saná, el aeropuerto fue bombardeado. Uno de los tripulantes de nuestro avión resultó herido«, precisó a través de su cuenta en la red social X.
El máximo funcionario de la entidad contó que, según información recibida, eran dos los muertos hasta el momento por el ataque y que sufrieron daños sectores clave del aeropuerto de la capital de Yemen.
«Tendremos que esperar a que se reparen los daños en el aeropuerto antes de poder partir», añadió Tedros.
Our mission to negotiate the release of @UN staff detainees and to assess the health and humanitarian situation in #Yemen concluded today. We continue to call for the detainees’ immediate release.
As we were about to board our flight from Sana’a, about two hours ago, the airport…
Previamente, en su posteo, el jefe de la OMS contó que más temprano había finalizado la misión de la entidad para «negociar la liberación de los detenidos del personal de Naciones Unidas y de evaluar la situación sanitaria y humanitaria» en el país asiático.
«Seguimos pidiendo la liberación inmediata de los detenidos», manifestó.
Cómo fue el bombardeo de Israel sobre Yemen en respuesta a los drones hutíes
El ejército israelí bombardeó la costa oeste y zonas del interior de Yemen este jueves, con objetivos como el aeropuerto de Saná, donde se encontraba, según él mismo confirmó, el titular de la OMS.
El ataque fue en respuesta a los lanzamientos de misiles balísticos y drones a territorio israelí por parte de los rebeldes hutíes, anunciaron las fuerzas armadas.
La aviación israelí lanzó un ataque «basado en inteligencia» contra infraestructuras utilizadas por los hutíes en el aeropuerto de Saná, las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y otras posiciones en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib, en la costa oeste, según un comunicado militar.
«Siguiendo el visto bueno de los planes de actuación por parte del jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa y el primer ministro, los aviones de combate de las Fuerzas del Aire llevaron a cabo ataques basados en inteligencia contra objetivos militares del régimen terrorista hutí», anunció el Ejército en torno a una hora después de que se produjeran los primeros informes sobre el ataque.
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Israel asegura que estos objetivos eran utilizados por los hutíes para el contrabando de armas iraníes en la región, así como puerta de entrada de altos cargos del régimen de Irán.
El Ejército acusó al grupo armado yemení de apoyarse en la financiación iraní y actuar como un agente de la república islámica, atacando barcos internacionales en el mar Arábigo, el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandab, para desestabilizar al región.
Con el ataque, Israel asegura responder a los hutíes.
Este miércoles por la tarde, un dron de los hutíes cayó en un espacio abierto en territorio israelí sin causar víctimas, mientras que de madrugada los sistemas de defensa aérea interceptaron un misil que se dirigía al centro del país.
Por la noche, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, volvió a advertir al grupo yemení: «Los hutíes también aprenderán lo que Hamás, Hezbollah, el régimen de (Bashar) Asad y otros han aprendido, y esto también llevará tiempo. Esta lección se aprenderá en todo Oriente Medio».