El opositor venezolano Edmundo González Urrutia, que afirma haber ganado las elecciones frente a Nicolás Maduro, dio este lunes las gracias al presidente Joe Biden por su «apoyo» en la «lucha por la recuperación democrática de Venezuela» durante una reunión en la Casa Blanca.
«Fue una conversación larga en la que abordamos diversos aspectos de la relación bilateral y nosotros por supuesto que agradecimos el apoyo que nos ha brindado el gobierno de los Estados Unidos en esta lucha por la recuperación democrática de Venezuela», declaró el opositor tras el encuentro.
La reunión tuvo lugar cuatro días antes de la investidura presidencial en el país caribeño, en la que tanto el opositor, exiliado en España desde septiembre, como el líder chavista prometen asumir el cargo.
A la pregunta de una periodista sobre si Biden y su gobierno le acompañarían en su intento de regresar al país para la toma de posesión, él contestó: «Me acompaña de corazón, me acompaña en el esfuerzo que estamos haciendo y el cual es recibido con simpatía».
Se desconoce si el opositor ha hablado con el presidente electo republicano Donald Trump, quien sucederá a Biden en el cargo el 20 de enero, o con Marco Rubio, el futuro jefe de la diplomacia y firme opositor a Maduro, a quien ha tachado de «dictador».
«Nuestros equipos están en contacto con los equipos del presidente Trump», se ha limitado a decir González Urrutia, quien apuesta por seguir con una «política bipardidista».
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El delfín de la líder opositora María Corina Machado no parece amilanarse ante la recompensa de 100.000 dólares ofrecida por las autoridades venezolanas por cualquier información que conduzca a su captura, ni la amenaza de detención inmediata si pisa Venezuela.
«Gustosamente lo recibiré (…). Sabe el señor González Urrutia que apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido», ironizó este lunes el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello.
De su lado, González Urrutia estimó este lunes que su lucha es una «tarea de todos, del liderazgo político pero también de todos los venezolanos que creen en la democracia».
El domingo había enviado un mensaje a las fuerzas armadas. «El 10 de enero, por la voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe», dijo en un video en sus redes sociales.
El alto mando replicó duramente. «Hemos visto con profunda indignación un video publicado la noche de ayer, domingo 5 de enero, por el cobarde Edmundo González Urrutia, dirigiéndose de manera desvergonzada e insolente a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (…). Rechazamos categóricamente y con absoluta vehemencia este payasesco y bufo acto de politiquería despreciable«, dijo el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, al leer un comunicado en la TV estatal.
En sus dos días de estancia en Washington González Urrutia hablará con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, informaron fuentes de la oposición.
También tenía previsto asistir a una reunión del Consejo Permanente de la OEA, el órgano ejecutivo de la institución, pero se ha cancelado debido a la nevada que ha caído sobre Washington, añadieron.
Este martes se reunirá con congresistas, como el senador republicano Rick Scott, cercano al presidente electo Donald Trump.
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En los últimos días ha emprendido una gira internacional. El fin de semana se reunió con los presidentes de Argentina Javier Milei, en Buenos Aires, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en Montevideo. Y el domingo habló por videoconferencia con el jefe de Estado de Paraguay, Santiago Peña.Tras su visita a Estados Unidos prevé viajar a Panamá y a República Dominicana.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro vencedor de las elecciones del 28 de, sin haber publicado hasta ahora el detalle de las actas, como exige la ley.
Manifestaciones de protesta que estallaron tras los comicios se saldaron con 28 muertos y más de 2.400 detenidos, de los cuales cerca de 1.400 han sido puestos en libertad condicional. Tres de los arrestados murieron en prisión.
Washington, que acusa a Maduro de narcotráfico y ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura, ha impuesto restricciones de visas a 2.000 venezolanos por su papel en lo que califica de «represión».
En Venezuela el gobierno avanza en los preparativos para la investidura, con un despliegue de funcionarios policiales y militares.
«íEl 10 es la cosa! Ya saben. Nos vemos en las calles, en las esquinas, en el barrio (…). El 10 juramos por Venezuela», publicó Maduro en las redes sociales, animando a sus seguidores a acompañarle.
La oposición ha llamado a plantarle cara. «Sal, grita, lucha, es el momento de pararnos firmes y hacerles entender que hasta aquí llegaron, que esto se acabó», pidió Machado en un video divulgado el domingo.
En una Venezuela militarizada a tres días de la asunción presidencial, Nicolás Maduro sigue redoblando su apuesta con detenciones de extranjeros que llegan al país. Este martes, el mismo día en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó un extenso y demoledor informe acerca de las violaciones a las libertades, las autoridades chavistas detuvieron a otros siete extranjeros. Se trata de dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos, a los que acusó de modo similar al gendarme argentino: los señala por intentar «acciones terroristas».
«No se equivoquen conmigo, estamos decididos a vencer», exclamó Maduro, autoproclamado vencedor de las elecciones presidenciales. Fue este martes a la tarde, en un encuentro con la Milicia Bolivariana. «Solamente el día de hoy, hemos capturado, a esta hora, a siete mercenarios extranjeros, incluyendo a dos importantes mercenarios de Estados Unidos», avanzó, en el marco de ese acto oficial, en el que les tomó juramentó a los Cuerpos Combatientes y activó por primera vez la Organización de Defensa Integral venezolana.
La cuenta que además hizo Maduro replicó la postura de su ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de su régimen, Diosdado Cabello, al coincidir con la cifra de 125 respecto de los presos por cuestiones políticas. Maduro precisó que esa cantidad de detenidos corresponde a personas de 25 nacionalidades, y todos detenidos entre los meses de noviembre y diciembre pasados.
Todo se da en medio de la polémica con Argentina por la detención del gendarme Nahuel Agustín Gallo, al que primero acusaban de espionaje y ahora señalan por participar de un supuesto complot para asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
«Fascistas, imperialistas, no se equivoquen conmigo. No se vuelvan a equivocar conmigo. No se equivoquen con el pueblo de Venezuela, que estamos decididos a vencer», advirtió este martes Maduro.
Aludió a Edmundo González Urrutia, el presidente electo de Venezuela que se reunió el sábado con Javier Milei y en las últimas horas se encontró con Joe Biden en Estados Unidos. Se refirió a él como la «oligarquía psicópata» que, «en su desesperación, van al norte creyendo que allá pueden agarrar la fuerza que no tienen aquí». Y concluyó al respecto: «Allá ustedes que son esclavos del imperio norteamericano».
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González Urrutia había denunciado este mismo martes el secuestro de su yerno, así como María Corina Machado había revelado que la casa de su madre se encuentra asediada por el chavismo.
Sobre las numerosas detenciones de opositores, Maduro dijo que «el fascismo psicópata tenía planes con mercenarios extranjeros, para llenar de bombas el país y hacer atentados contra líderes de la revolución».
También dio por activada la Organización de Defensa Integral de Venezuela. «Queda activada desde hoy mismo a la noche, y durante el 8 y el 9, para que garanticen la victoria y la paz. Nadie podrá con nosotros», subrayó el líder del régimen chavista.
El lunes pasado el autoproclamado presidente venezolano había sostenido que Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido a inicios de diciembre habría ingresado para «atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez». Así elucubró en una conferencia de prensa, a la vez que acusó al gobierno argentino: «Está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz en Venezuela. Así lo denuncio».
Este martes hizo más general el panorama, dado que afirmó que los extranjeros planeaban «desarrollar acciones terroristas contra la paz de Venezuela», y afirmó que tales acciones son de carácter «fascistas».
El próximo viernes 10 de enero es la fecha que, de antemano, se había fijado para el eventual traspaso de mando en el marco de las elecciones que se llevaron a cabo en julio pasado y luego de las cuales, bajo un manto de irregularidades, Maduro y su régimen se autoproclamó vencedor, en lo que, de concretarse, será su tercer mandato consecutivo de seis años de duración.
El Ejecutivo venezolano anunció la semana pasada un despliegue de 1.200 efectivos militares con el objetivo de «garantizar la paz» de cara a la toma de posesión, para el viernes, cuando tanto Maduro como González Urrutia, desde el extranjero, proclaman que jurarán al cargo de mandatario para el período 2025-2031.