A días de asumir un tercer mandato presidencial para el que Nicolás Maduro se autoproclamó reelecto en elecciones denunciadas como fraudulentas, el régimen que controla Venezuela decidió este lunes romper relaciones diplomáticas con Paraguay luego de que el presidente Santiago Peña apoyara a Edmundo González Urrutia, el candidato que se opuso al chavismo.
La medida se plasmó en un comunicado del canciller chavista Yván Gil que difundió a través de Telegram y se dio luego de un llamado por entre el presidente paraguayo y el dirigente opositor venezolano que se considera verdadero ganador de las elecciones que se llevaron a cabo el año pasado, junto a María Corina Machado.
El apoyo de Peña a González Urrutia fue leído por el régimen de Maduro como «una práctica fracasada que recuerda las fantasías políticas del extinto Grupo de Lima con su ridícula aventura llamada Guaidó», en mención a otro opositor que proclamó haberle ganado elecciones a Maduro.
En una Venezuela militarizada a tres días de la asunción presidencial, Nicolás Maduro sigue redoblando su apuesta con detenciones de extranjeros que llegan al país. Este martes, el mismo día en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó un extenso y demoledor informe acerca de las violaciones a las libertades, las autoridades chavistas detuvieron a otros siete extranjeros. Se trata de dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos, a los que acusó de modo similar al gendarme argentino: los señala por intentar «acciones terroristas».
«No se equivoquen conmigo, estamos decididos a vencer», exclamó Maduro, autoproclamado vencedor de las elecciones presidenciales. Fue este martes a la tarde, en un encuentro con la Milicia Bolivariana. «Solamente el día de hoy, hemos capturado, a esta hora, a siete mercenarios extranjeros, incluyendo a dos importantes mercenarios de Estados Unidos», avanzó, en el marco de ese acto oficial, en el que les tomó juramentó a los Cuerpos Combatientes y activó por primera vez la Organización de Defensa Integral venezolana.
La cuenta que además hizo Maduro replicó la postura de su ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de su régimen, Diosdado Cabello, al coincidir con la cifra de 125 respecto de los presos por cuestiones políticas. Maduro precisó que esa cantidad de detenidos corresponde a personas de 25 nacionalidades, y todos detenidos entre los meses de noviembre y diciembre pasados.
Todo se da en medio de la polémica con Argentina por la detención del gendarme Nahuel Agustín Gallo, al que primero acusaban de espionaje y ahora señalan por participar de un supuesto complot para asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
«Fascistas, imperialistas, no se equivoquen conmigo. No se vuelvan a equivocar conmigo. No se equivoquen con el pueblo de Venezuela, que estamos decididos a vencer», advirtió este martes Maduro.
Aludió a Edmundo González Urrutia, el presidente electo de Venezuela que se reunió el sábado con Javier Milei y en las últimas horas se encontró con Joe Biden en Estados Unidos. Se refirió a él como la «oligarquía psicópata» que, «en su desesperación, van al norte creyendo que allá pueden agarrar la fuerza que no tienen aquí». Y concluyó al respecto: «Allá ustedes que son esclavos del imperio norteamericano».
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González Urrutia había denunciado este mismo martes el secuestro de su yerno, así como María Corina Machado había revelado que la casa de su madre se encuentra asediada por el chavismo.
Sobre las numerosas detenciones de opositores, Maduro dijo que «el fascismo psicópata tenía planes con mercenarios extranjeros, para llenar de bombas el país y hacer atentados contra líderes de la revolución».
También dio por activada la Organización de Defensa Integral de Venezuela. «Queda activada desde hoy mismo a la noche, y durante el 8 y el 9, para que garanticen la victoria y la paz. Nadie podrá con nosotros», subrayó el líder del régimen chavista.
El lunes pasado el autoproclamado presidente venezolano había sostenido que Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido a inicios de diciembre habría ingresado para «atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez». Así elucubró en una conferencia de prensa, a la vez que acusó al gobierno argentino: «Está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz en Venezuela. Así lo denuncio».
Este martes hizo más general el panorama, dado que afirmó que los extranjeros planeaban «desarrollar acciones terroristas contra la paz de Venezuela», y afirmó que tales acciones son de carácter «fascistas».
El próximo viernes 10 de enero es la fecha que, de antemano, se había fijado para el eventual traspaso de mando en el marco de las elecciones que se llevaron a cabo en julio pasado y luego de las cuales, bajo un manto de irregularidades, Maduro y su régimen se autoproclamó vencedor, en lo que, de concretarse, será su tercer mandato consecutivo de seis años de duración.
El Ejecutivo venezolano anunció la semana pasada un despliegue de 1.200 efectivos militares con el objetivo de «garantizar la paz» de cara a la toma de posesión, para el viernes, cuando tanto Maduro como González Urrutia, desde el extranjero, proclaman que jurarán al cargo de mandatario para el período 2025-2031.