Pese a toda la campana patriótica del chavismo para convocar al voto en el referendo sobre el Esequibo, los centros de votaciones vacíos marcaron este domingo la jornada de sufragio, en un verdadero fiasco para el gobierno de Nicolás Maduro. Varios partidos y políticos opositores aseguraron que se registró una muy baja participación en la consulta convocada por el gobierno para “reforzar” la defensa nacional en una histórica disputa con Guyana.

La convocatoria oficial se montó sobre una reivindicación territorial por una región de 160.000 kilómetros cuadrados rica en minerales y petróleo, la cual fue aprovechada por el gobierno como un intento de lograr oxígeno político ante su menguante apoyo electoral con vistas a las elecciones presidenciales de 2024.

Una evidencia del silencio electoral de los venezolanos fue que el presidente de Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció que se prolongaba por dos horas el cierre de las urnas porque aún había gente en las colas. Pero las afirmaciones del funcionario quedaban desmentidas por lo que se veía en las calles.

La formación Voluntad Popular (VP) difundió varios mensajes a través de X (antes Twitter) en los que mostró fotografías y videos de centros electorales vacíos o con poca afluencia, principalmente en Caracas, pero también en los Estados Mérida, Nueva Esparta y Guárico. Asimismo, el exdiputado Juan Pablo Guanipa, del partido Primero Justicia, publicó un video en el que hace un resumen de varios puntos de votación prácticamente desiertos en regiones como Lara, Aragua, Falcón, Anzoátegui y Zulia.

“Al final, (el Gobierno) dará el número (de participación) que quiera dar, pero lo que queda claro es que esta gente no convoca a nadie en Venezuela”, sostuvo Guanipa.

“Es más que evidente que la gran mayoría no ha acudido hoy a la convocatoria que hizo el gobierno”, reconoció a su vez el dirigente opositor Henrique Capriles, quien sí acudió a votar, al igual que otros miembros de la oposición.

Más allá de las cifras oficiales que vaya a aportar el CNE en las próximas horas, la jornada resultó un fiasco para las aspiraciones del líder bolivariano, sobre todo si se compara con la pasión y el entusiasmo vivido en octubre durante las primarias opositoras, que auparon a María Corina Machado al frente del bloque democrático.

Medios locales también han reseñado la poca afluencia registrada en algunos de los 15.857 centros habilitados para la jornada, en la que 20,69 millones de venezolanos están llamados a participar.

Según recogió Clarín en fuentes de la oposición, los estimados más optimistas es que solo votó entre el 10% y 15% del padrón electoral.

Consultado al respecto, Amoroso indicó cerca del mediodía: “En este momento, tenemos tres veces la participación, a esta hora, que ha ocurrido en otros procesos electorales”, sin detallar a que eventos de votación se refería al hacer la comparación.

La consulta, que contó con una amplia e intensa campaña de casi un mes, contempló, entre sus cinco preguntas, la anexión del territorio guyanés al mapa venezolano, con la creación de un estado llamado Guyana Esequiba, y la puesta en marcha de un “plan acelerado” para conceder la ciudadanía a la población de la zona.

Si Caracas intenta anexionarse el territorio que no controla desde 1899, daría lugar a una peligrosa escalada. Estados Unidos y los países caribeños han apoyado a Guyana, mientras que Brasil llamó a actuar con sensatez. No está claro cómo pretende el chavismo concretar su jurisdicción sobre ese territorio en disputa.

El régimen chavista presionó a los empleados públicos para que fueran a votar. El gobierno de Maduro también regaló bolsas de jamones y alimentos a los funcionarios de las empresas públicas para asegurarse el voto. Y desplegó una campaña ruidosa con orquestas y músicos en las plazas para captar votantes y dar muestras de alegría festiva, entre otras anomalías.

Ramón Muchacho, editor del portal digital La Ceiba, vaticinó que Maduro declarará que el resultado del referéndum es un espaldarazo a su gestión, que el “verdadero pueblo” votó masivamente y acató su llamado. Ahora, el número final es lo de menos.