Oleksandr Syrskyi, el hombre que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski nombró el jueves para dirigir las fuerzas armadas del país ha tenido un papel clave en algunas de las mayores victorias de Ucrania en su guerra con Rusia, incluida la conducción de la exitosa defensa de la capital en los primeros días de la invasión.

El general Oleksandr Syrskyi, que había sido comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania, asume el puesto principal en un momento difícil. Ahora que la guerra está a punto de entrar en su tercer año, la moral está baja, el ejército se enfrenta a una escasez de municiones y personal y Kiev tiene dificultades para mantener el apoyo de Occidente.

La elección de Syrskyi como comandante en jefe no es una sorpresa, ya que pocos militares ucranianos tienen la experiencia y los conocimientos necesarios para ocupar el lugar de su popular predecesor, el general Valerii Zaluzhnyi. Los éxitos de Syrskyi en el campo de batalla le han valido el apoyo de sus soldados, que libran duras batallas desde hace dos años.

A Syrskyi, de 58 años, se le atribuye haber organizado inicialmente la defensa de Kiev en febrero de 2022, cuando muchos en Ucrania todavía rechazaban las advertencias occidentales de que un ataque ruso parecía inminente. Posteriormente recibió el premio Héroe de Ucrania, la condecoración más importante del país, por su papel en repeler el avance de Moscú sobre la capital.

En septiembre de 2022, a Syrskyi se le atribuyó la organización de la contraofensiva en la región de Járkov, que fue la victoria ucraniana más significativa en la guerra y permitió a Kiev recuperar las ciudades de Kupiansk e Izium de manos de los rusos.

También dirigió la operación Bakhmut, que fue la más larga y sangrienta de la guerra y que ha sido criticada por las grandes pérdidas sufridas por las fuerzas ucranianas. Pero la táctica de inmovilizar a las fuerzas rusas en esa ciudad minera estratégicamente insignificante también agotó a las tropas y los recursos rusos, mermando su capacidad para lograr avances importantes en otros lugares.

En tanto los triunfos se convierten en desgaste en el frente, Syrskyi ha tenido que supervisar la fase más difícil de la guerra, que entrará en su tercer año a fines de este mes.

La escasez de municiones y personal fresco amenaza con debilitar las líneas ucranianas mientras los rusos prevén un avance. El principal objetivo de las fuerzas ucranianas este invierno ha sido mantener el territorio que controlan, mientras la muy necesaria ayuda militar estadounidense está retenida en el Congreso, lo que pone en peligro la planificación militar de Kiev.

Syrskyi nació en 1965 en la Unión Soviética. Asistió a la Escuela Superior de Comando Militar de Moscú y sirvió en el Cuerpo de Artillería soviético. Los observadores dicen que su estilo combina el carácter jerárquico propio de la estrategia militar soviética con los principios de flexibilidad operativa de la OTAN.

Definido como un planificador obsesivo con una disciplina férrea, Syrskyi fue comandante de las operaciones terrestres en el este de Ucrania y desempeñó un papel importante en la guerra de 2014, cuando Rusia anexó Crimea.

Traducción: Elisa Carnelli