Gran Bretaña está dispuesta a prestar a Ucrania todos los activos congelados del Banco Central ruso en el Reino Unido, con los que Rusia se verá obligada a pagar reparaciones a Ucrania al final de la guerra, dijo el canciller británico, David Cameron. Los bienes se utilizarían como garantía para el pago de las reparaciones.

El plan es más radical que las propuestas discutidas en la Unión Europea para que Ucrania reciba sólo las ganancias inesperadas de los activos del Banco Central ruso en poder de Occidente. Los beneficios extraordinarios anuales se estiman en 4.000 millones de dólares.

Cameron dijo a sus colegas el martes por la noche: “Existe la oportunidad de utilizar algo como un préstamo sindicado o un bono, que utilice efectivamente los activos rusos congelados como garantía para dar ese dinero a los ucranianos, sabiendo que lo recuperaremos cuando Rusia pague las reparaciones. Esa puede ser una mejor manera de hacerlo. Nuestro objetivo es lograr la máxima unidad del G7 y la UE en este sentido. Pero si no podemos lograrlo, creo que tendremos que seguir adelante con los aliados que quieran tomar esta medida”, explicó.

Cameron dijo que no creía que el plan de bonos socavaría la reputación de la City de Londres “de ninguna manera”.

La City londinense siempre fue elegida por los oligarcas rusos para depositar su dinero por considerarla segura durante años, tras la caída de la URSS. Muchos se instalaron como” no domiliciados” en Gran Bretaña, sin pagar impuestos.

Es la primera vez que Cameron habla abiertamente sobre la propuesta con tanto detalle. Probablemente subraya el apoyo político que el plan tiene en EE.UU., pero no en la Unión Europea todavía.

El plan sería especialmente útil para Ucrania, si el Congreso de Estados Unidos continúa bloqueando una extensión de la ayuda a Ucrania. Proporcionaría a Ucrania una nueva fuente de fondos para comprar armamento y financiar su déficit presupuestario.

El G7 lleva más de un año debatiendo si los activos del Banco Central ruso, congelados durante la invasión rusa de Ucrania, también podrían confiscarse, sin socavar la confianza en el sistema financiero internacional.

La Unión Europea estima que alrededor de 260.000 millones de euros en activos del Banco Central de Rusia han sido inmovilizados en forma de valores y efectivo en las jurisdicciones de los socios del G7, la UE y Australia, y más de dos tercios de ellos están inmovilizados en la UE.

Se cree que Bélgica tiene el control de hasta 190.000 millones de activos, alojados en su cámara de compensación financiera en euros. Es el país más reacio a seguir el tipo de plan radical establecido por Cameron. Dice que ya se enfrenta a una serie de casos judiciales, principalmente en Rusia, y que su postura cuenta con el respaldo de Francia y Alemania.

El Tesoro de Estados Unidos, inicialmente reacio a apoderarse de los activos del Banco Central debido a la supuesta inviolabilidad de los activos estatales soberanos, se ha entusiasmado con la idea de un bono. Se cree que Estados Unidos tiene entre 40.000 y 60.000 millones de dólares en activos rusos, y el Reino Unido cerca de 25.000 millones de libras esterlinas, pero no se ha revelado ninguna cifra oficial.

La fuerza de la propuesta es que los activos incautados se considerarían devueltos a Rusia después del pago de las reparaciones. La debilidad de la propuesta es que supone que Ucrania obtendrá una victoria militar y que un Moscú derrotado estará dispuesto a pagar reparaciones por el daño que causó a Ucrania, algo que ahora parece inimaginable.

Vladimir Putin ya ha tomado represalias confiscando los activos de algunas empresas estadounidenses que operan en Rusia.

Se estima que Ucrania necesita 100.000 millones de euros al año para luchar contra la invasión rusa y otros 50.000 millones de euros al año para la reconstrucción.

Apropiaciones similares de activos estatales han ocurrido antes, en particular la incautación estadounidense, sancionada por la ONU, de millas de millones de dólares de fondos iraquíes, que estaban destinados a reparaciones para Kuwait, después de la invasión de 1990. Rusia vetaría cualquier medida de la ONU para respaldar la incautación de sus activos

Cameron dijo que no creía que Putin se detuviera en Ucrania. Afirmó que «si permitiéramos que Rusia ganara de cualquier forma en Ucrania, Moldavia estaría en riesgo y algunos de los Estados bálticos estarían en riesgo».

La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso aprovechar los intereses generados por los 200.000 millones de euros congelados del Banco Central de Rusia para comprar equipamiento militar para Ucrania.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022, ha surgido la compleja cuestión política y jurídica de utilizar activos rusos congelados para ayudar a Kiev. Estados Unidos y el Reino Unido expresan su apoyo. Pero la Unión Europea (UE), donde se encuentran la mayoría de estos activos, parece más cautelosa.

Sin embargo, Ursula von der Leyen dio un paso adelante el miércoles 28 de febrero. «Es hora de iniciar una conversación sobre el uso de los beneficios inesperados de los activos rusos congelados«, declaró la presidente de la Comisión ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. «No puede haber símbolo más fuerte ni mayor uso para ese dinero que hacer de Ucrania y de toda Europa un lugar más seguro para vivir», enfatizó.

Si bien la UE ha congelado, según la Comisión, alrededor de 28 mil millones de euros en yates y otras propiedades propiedad de oligarcas rusos o bielorrusos en nombre de sanciones contra Moscú, no planea confiscar estas propiedades privadas.

Sin embargo, no descartan utilizar, de una forma u otra, los 200.000 millones de euros de activos del Banco Central de Rusia, actualmente congelados en su suelo (de un total de 269.000 millones de euros inmovilizados en todo el mundo), principalmente en Bélgica, donde fueron depositados en Euroclear.

Bélgica, que grava los ingresos de este depositario de fondos internacionales, ya ha anunciado planes para asignar 1.700 millones de euros a Ucrania este año. Sin embargo, esta iniciativa no tiene relación con lo que potencialmente podría hacer la UE.