Connect with us

INTERNACIONAL

Ofensiva del chavismo en Venezuela: la fiscalía citó a declarar al candidato opositor Edmundo González y busca arrestarlo

Published

on


La fiscalía chavista de Venezuela citó para este lunes al candidato opositor Edmundo González Urrutia, sobre quien pesa una investigación penal tras denunciar fraude en la elección presidencial, por presuntos delitos de «usurpación de funciones» y «forjamiento de documento público», entre otros.

El partido opositor Vente Venezuela (VV), liderado por la exdiputada María Corina Machado, denunció además la detención de su secretario político en el estado Miranda (norte), Luis Istúriz, y su esposa, Andriuska Sánchez, cuyos paraderos la organización asegura desconocer desde este sábado, cuando fueron aprehendidos «por el régimen».

A través de redes sociales, el Comité de Derechos Humanos de VV alertó también de que este domingo «al menos seis funcionarios del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia) ingresaron a su residencia», ubicada en una localidad de esa región cercana a Caracas, aunque no dio detalles de este supuesto operativo en la vivienda de ambos.

González Urrutia fue citado «el día 26 de agosto del 2024, a las 10H00» para declarar en la investigación sobre «la publicación y mantenimiento de la página web ‘https:resultadosconvzla.com'», informó la Fiscalía en su cuenta de Instagram este sábado.

En ese sitio web la oposición publicó copias de actas electorales que, asegura, prueban la derrota del presidente Nicolás Maduro, reelecto el 28 de julio para un tercer mandato de seis años (2025-2031), ante su principal rival, González Urrutia.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por vencedor a Maduro con 52% de los votos, frente a un 43% de González Urrutia, sin presentar el detalle del escrutinio, al alegar un jaqueo contra el sistema de votación.

La oposición, encabezada por Machado (que estaba inhabilitada para postularse), denunció fraude y asegura que su candidato ganó con 67% de los sufragios, según las copias de actas que divulgó en la web. El chavismo asegura que son «forjadas».

Ante un recurso introducido por Maduro, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) convalidó el jueves los resultados y acusó de «desacato» a González Urrutia por negarse a acudir a las audiencias del «proceso de peritaje» de material electoral. El opositor argumentó «indefensión».

La corte anunció que enviaría su fallo al fiscal general, Tarek William Saab, de cara a «sanciones».

El abanderado de la oposición deberá rendir declaraciones por presuntos delitos de «usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración», detalla el texto.

El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, muestra una lámina durante una conferencia de prensa, en Caracas. Foto Xinhua

El CNE, por su parte, no ha publicado resultados mesa por mesa, como exige la ley.

La independencia del CNE y el TSJ ha sido cuestionada por la oposición y una misión de la ONU.

El 5 de agosto, la Fiscalía anunció la apertura de una investigación contra González Urrutia y Machado luego de que pidieran a la Fuerza Armada cesar la «represión» de protestas desatadas tras la publicación de los resultados electorales y dar la espalda a Maduro en una carta abierta en redes sociales.

Presión internacional

Saab responsabiliza al candidato y a la dirigente de la oposición de hechos de violencia en protestas que registran 27 muertos -dos de ellos militares-, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos. «Va a tener que dar la cara», subrayó el fiscal el viernes.

La citación a González Urrutia se produce en momentos de descrédito internacional, luego de que el TSJ convalidara la reelección de Maduro. Estados Unidos, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, y 10 países de América Latina rechazaron la sentencia.

«Únicamente se aceptarán y reconocerán resultados completos y verificables de manera independiente para garantizar que se respete la voluntad del pueblo venezolano», apuntó el sábado Borrell en un comunicado.

La líder de la oposición venezolana María Corina Machado en una movilización en Caracas (Venezuela). Foto EFELa líder de la oposición venezolana María Corina Machado en una movilización en Caracas (Venezuela). Foto EFE

Las declaraciones son parte de un «irrespeto continuado» a Caracas, según la cancillería venezolana, que tachó el comunicado de «vulgar chapuza».

Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Colombia, Gustavo Petro, insistieron en un comunicado conjunto este sábado en que Venezuela debe publicar las actas electorales.

Lula y Petro dijeron que «toman nota» de la decisión del TSJ. Pero se dijeron aún «convencidos de que la credibilidad de proceso electoral sólo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables».

Los mandatarios habían propuesto una nueva elección, idea rechazada de plano por Maduro y la oposición.

Sin presentar detalles técnicos del peritaje, El TSJ dijo en su sentencia que el material electoral analizado queda bajo su «resguardo» y exhortó al CNE a publicar en gaceta oficial los «resultados definitivos», sin pedir detalle mesa por mesa.

«¡Acta mata sentencia!», remarcó Machado el sábado en X, donde convocó una manifestación el próximo miércoles 28 de agosto, cuando se cumple un mes de los cuestionados comicios. «Los venezolanos nos encontramos nuevamente en la calle (…) en familia, con tus hijos, con tus nietos y con tu acta en mano», escribió.

González Urrutia está en la clandestinidad desde el 30 de julio, cuando asistió a una manifestación opositora. Se ha limitado a hacer publicaciones en redes sociales. Maduro ha pedido cárcel para él y Machado.

Advertisement

INTERNACIONAL

Novedades mexicanas: descalabro judicial y reencarnación del PRI

Published

on


El control de la Justicia es una colina especialmente anhelada por los regímenes populistas. Se lo vio tanto en el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu que buscó esmerilar las capacidades del Poder Judicial para escapar de las causas de corrupción en su contra, como con Donald Trump, que inyectó una mayoría conservadora en la Corte liquidando los equilibrios internos.

Es también un clásico en nuestra región donde el republicanismo vive mayoritariamente una crónica adolescencia. Aparte de las dictaduras que desconocen el sistema de controles y equilibrios (Venezuela, Nicaragua o Cuba), la nómina registra el antecedente de Jair Bolsonaro que intentó colocar hasta cuatro jueces en el Supremo brasileño.

O el salvadoreño Nayib Bukele, quien sencillamente echó sin causa a los jueces del Tribunal y los reemplazó con su gente. En nuestro país es un juego que ha marcado gobiernos de todas las etiquetas, incluido el actual.

México acaba de regresar a esas prácticas de las que había escapado tras el colapso del PRI. Lo hace con su propia fórmula de control de los tribunales: consiste en el desmonte de la carrera judicial y la transformación del sillón de los jueces en un trofeo electoral. El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, impulsor de esta iniciativa, es un populista que en su mandato basculó entre el pragmatismo y posturas de añejo nacionalismo. Es legendaria su comodidad con Trump mientras el otro trataba a los mexicanos de violadores y ladrones.

AMLO, como tambien se lo llama, supone con razón que el aluvión de votos que obtuvo su partido en las presidenciales y legislativas del pasado junio, asegurará el triunfo de los candidatos oficialistas a los miles de tribunales en el país y el Supremo. De modo que su fuerza, Morena, se adueñará de los tres poderes.

Es en cierta medida el regreso de aquel PRI con otro nombre, el Partido Estado que gobernó 70 años con el “dedazo” y políticas que fueron desde la izquierda a la derecha amparando una desbocada corrupción. Ese movimiento fue la cuna justamente de este controvertido político.

Un edificio en peligro

Con la victoria en el Parlamento de su proyecto de reforma judicial, imita un ejercicio que ya hizo en Bolivia Evo Morales y que convirtió a los tribunales en trincheras para asediar a la oposición. Pero el caso mexicano es más complejo. Se trata de una potencia regional que, con el auge del nearshoring, las empresas que movieron sus negocios desde China a esa frontera, se ha convertido en el mayor socio comercial de EE.UU. Hacia allí se dirige el 83% de sus exportaciones y en ese proceso recibió un extraordinario caudal de inversión directa que evitó la emisión, bajó la inflación y redujo la desocupación con crecimiento.

Miembros de las fuerzas armadas participan en un evento con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum en el Heroico Colegio Militar, en la Ciudad de México. Foto Reuters

Ese edificio está ahora en peligro. La novedad constitucional cuestiona las bases del acuerdo que asocia a México, EE.UU. y Canadá, el T-Mex debido a la inseguridad jurídica extraordinaria que supone. Un impacto ha sido la caída de 13% del peso desde principios de junio. La norma ordena elecciones populares y campañas en el Poder Judicial a partir de 2025 y reduce de 11 a 9 el número de integrantes del Supremo.

La Asociación Nacional de Magistrados confrontó esta iniciativa por el daño que causa a su estructura, y alertado que habilita la intromisión de otros “intereses” ante la evidente politización que experimentará el sistema judicial.

López Obrador termina su mandato el último día de este mes. Lo releva desde octubre Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista que ganó las elecciones con un impresionante 60% de los votos. Esa victoria agregó la mayoría absoluta en las dos Cámaras, total en diputados y menos uno en el Senado, defecto que el mandatario resolvió fácilmente “convenciendo” a un legislador del derechista Pan. Se necesitan esas mayorías debido a que la reforma modifica la Constitución. Desarmar el descalabro requeriría las mismas densidades.

Sheinbaum, una científica que vivió en EE.UU., buscó aliviar la preocupación de corporaciones y bancos afirmando que no se trata de una política antinversionista, sino buscar resolver la corrupción que efectivamente existe en la Justicia. Aparte de que el método elegido amenaza agravar y no resolver ese problema, AMLO se ocupó de desmentir a su discípula afirmando el carácter político de este invento que, dijo, tiene como blanco específico a “los capitales internacionales que saquean México”. Una declaración que desnuda de paso que seguirá reinando en las sombras, quitándole relevancia a Sheinbaum.

AMLO tiene mucho de Trump en su narrativa ilimitada de posverdad. Sostiene que el sistema de salud en México es más eficiente y superador que el de Dinamarca, sin reparar en el hecho notorio de hoy más de 30 millones de mexicanos tienen menos acceso a la atención médica del que tenían en 2018, cuando llegó al poder. Este sexenio ha sido, además, uno de los de mayor violencia en la historia del país con 30 mil asesinatos al año y la consolidación de los grandes carteles de la droga que extienden sus operaciones al resto de la región. Pero AMLO afirma que logró reducir esa pesadilla.

Las propias elecciones lo desmienten. Fueron particularmente sangrientas. Al menos 748 personas vinculadas con las campañas en todo el país fueron afectadas de algún modo, desde amenazas a secuestros y asesinatos. Hubo más de 300 graves incidentes contra candidatos de toda las fuerzas y 34 de ellos fueron asesinados.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla durante su rueda de prensa matutina. Foto EFEEl presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla durante su rueda de prensa matutina. Foto EFE

El crimen organizado que incidió de ese modo en la votación, es un capítulo particularmente problemático de este modelo autocrático de justicia electoral. Los candidatos para ganar los tribunales deberán emprender costosas campañas. No es claro qué es lo que puede proponer un postulante a magistrado para ganar votos sin exponer su independencia, pero sí es posible sospechar las fuentes de los recursos económicos para muchos de esos candidatos.

Las mafias del narcotráfico

Con este portal abierto, las mafias del narcotráfico pueden aspirar cómodamente a adueñarse de tribunales en el interior del país y otros de mayor gravitación incluso en el Supremo. También ellos quieren controlar la Justicia. Este es el peor rostro de una mutación que se encamina a dañar la democracia mexicana y su economía.

AMLO tiene una aprobación de 73% según un sondeo del diario El Universal que explica también el suceso electoral de junio. Se debe a que mantuvo una economía estable en la cual el peso mexicano terminó apreciándose más de 25% (hasta junio) con ingresos de divisas, como decíamos, creciendo año tras año. Además distribuyó una formidable asistencia social para las madres solteras, los adolescentes en los primeros años con edad universitaria y los ancianos en su retiro. Los salarios mínimos crecieron un 120% en el sexenio.

La furia suicida del mandatario con la Justicia no es de ahora. Ha tenido un eje claro por las trabas de los tribunales a sus proyectos nacionalistas, entre ellos el intento de transformar en un monopolio estatal el mercado de energía eléctrica relegando a las empresas privadas. Según el gobernante, la legislación actual, parte de los acuerdos de la segunda versión del NAFTA, “despilfarró miles de millones de dólares en subsidios a empresas privadas”.

Pero el Supremo apoyado en la Constitución no permite monopolios en el país. Ahora ese límite se disuelve. Al mismo tiempo se desarma el instituto que defiende la libertad de información y acaba o reduce el de transparencia, el de libre competencia y el electoral.

En unos días Sheinbaum asumirá sobre este pantanal institucional. Será el rostro de todos los conflictos que sobrevendrán. AMLO, por su parte, quedará a resguardo abrazado a su imagen política y al dedazo. El nuevo rostro del PRI.

© Copyright Clarín 2024

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad