El régimen autoritario venezolano escaló nuevamente este miércoles su ofensiva contra la oposición al calificar abiertamente de “movimiento terrorista” al partido Vente Venezuela de la ex diputada María Corina Machado.

El líder chavista Nicolás Maduro lanzó la grave acusación, en medio de la campaña en la que busca una segunda reelección en las presidencial de julio. El ataque en esos término a Vente Venezuela buscó justificar una cadena de redadas de la policía política del régimen contra militantes de esa organización que lidera todo el arco opositor y es favorita para ganar el poder.

En los últimos días otros dos dirigentes de la agrupación fueron detenidos. Ya había otros cinco arrestados y se libraron ordenes de detención contra otros siete, seis de ellos se asilaron en la embajada de Argentina en Caracas. Todos fueron acusado de un supuesto complot para asesinar a Maduro.

El régimen suele utilizar este tipo de denuncias sobre dudosos intentos de magnicidio, sin aportar mayores pruebas, como pretexto para perseguir a sus adversarios internos y anularlos. En la narrativa oficialista Maduro ha sido blanco en numerosas ocasiones de graves conspiraciones una circunstancia que suele surgir cuando el régimen confronta elecciones centrales como en 2018 cuando el líder chavista ganó su primera reelección en medio de una lluvia de denuncias de fraude y manipulación de las urnas.

“Me persiguen para tratar de atentar contra mi vida, como se demostró con la captura de los individuos del movimiento terrorista llamado Vente Venezuela… Será Vente Terrorista”, expresó Maduro en una transmisión en la televisión estatal.

Es una acusación de particular gravedad porque abre la posibilidad de que la dirigente opositora también sea arrestada por la policía política, dijeron fuentes diplomáticas. El fiscal general, Tarek William Saab, alineado con el régimen, anunció imputaciones por “terrorismo” y “tentativa de magnicidio”, contra la agrupación. El partido negó de inmediato las acusaciones, tildándolas de “infundadas” y absurdas.

El sucesor de Hugo Chávez dijo el lunes que dos hombres armados que planeaban asesinarlo fueron detenidos durante un acto que encabezó en Caracas tras inscribir su candidatura a la reelección, vinculándolos con Vente Venezuela.

El gobierno de Argentina confirmó este martes que la residencia de su embajador en Caracas acoge a opositores venezolanos ante “actos de hostigamiento y persecución”, sin revelar sus identidades.

La prensa publicó que seis activistas relacionados con Machado pidieron refugio en esa sede diplomática, entre ellos su mano derecha, Magalli Meda quien era la candidata a relevar a la ex diputada como candidata presidencial del conjunto opositor.

Machado, favorita en las encuestas, ganó el año pasado las primarias de la coalición opositora Plataforma Unitaria por más de 90 por ciento de los votos pero no pudo postularse por una inhabilitación por 15 años que el impuso el régimen. Según las encuestas la mujer cuenta con una diferencia significativa de apoyo entre los votantes frente al chavismo que lleva 25 años en el poder.

La coalición planeaba inscribir a Corina Yoris, nominada por la propia Machado para tomar su lugar, pero tampoco pudo al denunciar que fue bloqueada en el sistema de la autoridad electoral. Después de una potente presión del gobierno de Brasil, aliado del régimen de Caracas, que por primera vez condenó las operaciones antidemocráticas de la nomenklatura chavista, aceptó que se inscribiera al periodista y ex diplomático Edmundo González Urrutia.

La oposición lo anotó de modo provisional para retener esa posibilidad y desde el lunes tiene la opción de reemplazarlo si lo prefiere.

Esta es la primera vez que el experimento fundado por Chávez a comienzos de siglo enfrentó la posibilidad de ser desplazado del poder. Maduro negoció con Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea un acuerdo de apertura democrática, liberación de los presos políticos y el levantamiento de las proscripciones a cambio del alivio por parte de Norteamérica y por seis meses de las sanciones económicas contra el país caribeño.

También el gobierno de Joe Biden acepó liberar y devolver a Caracas a, “empresario” colombino Alex Saab, un socio histórico de Maduro en emprendimientos comerciales con el régimen detenido en junio de 2020 en Cabo Verde, acusado de lavado de dinero.

Las penalidades económicas fueron aliviadas y el país comenzó a experimentar un flujo de inversiones en petróleo, gas y minería. Pero el régimen no logró recuperar popularidad ni aún reviviendo el viejo conflicto por la soberanía del Esequibo, un rico territorio en manos de Guyana.

De modo que para garantizar su continuidad, repitió el modelo de represión de la dictadura nicaragüense de Daniel Ortega, y suprimió a los principales líderes opositores, en particular Machado, candidata segura a ganar en el comicio. En ese sentido propagó la versión del magnicidio, para descabezar al partido.

Fuente: AFp, AP y Clarín