Volodimir Zelenski habló escuetamente este domingo sobre el permiso que le concedió Washington de usar misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia, después de un bombardeo masivo ruso a las infraestructuras energéticas ucranianas que dejó al menos 11 muertos. El presidente de Ucrania dijo que «cosas como esas no se anuncian» y que estas armas «hablarán por sí solas».
Según medios estadounidenses, Joe Biden autorizó a Ucrania a que utilice esa clase de armamento, después de un bombardeo masivo ruso a las infraestructuras energéticas ucranianas, que dejó al menos 11 muertos.
Ucrania, enfrentada a la invasión rusa desde febrero de 2022, llevaba tiempo reclamando este cambio de estrategia. El presidente Zelenski lo mencionó en su discurso diario el domingo por la noche, sin confirmarlo directamente.
Recordando la importancia de la «capacidad de largo alcance» de su ejército, Zelenski señaló que «hoy, numerosos medios informan que hemos recibido la autorización de tomar medidas adecuadas».
«Pero los bombardeos no se llevan a cabo con ayuda de las palabras. Cosas como esta no se anuncian«, añadió. «Los misiles hablarán por sí solos», subrayó.
Este anuncio se produjo poco antes de la salida de Joe Biden de la Casa Blanca y el regreso del republicano Donald Trump, muy crítico respecto a la ayuda estadounidense a Ucrania. Kiev teme que el presidente electo suprima la ayuda financiera que le suministra o intente forzar a Ucrania a concluir un acuerdo con Rusia.
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Zelenski reclama desde hace meses la autorización de utilizar los misiles Storm Shadow británicos y los misiles estadounidenses ATACMS para atacar objetivos más al interior del territorio ruso.
Estas armas de un alcance máximo de varios cientos de kilómetros permitirían a Ucrania llegar a centros logísticos del ejército ruso y a los aeródromos desde donde despegan sus bombarderos.
Pero varios países, incluido Estados Unidos, se negaban hasta ahora a dar luz verde, por temor a una escalada con Moscú.
En Rusia recordaron que Putin ya advirtió de consecuencias por ataques con armas de largo alcance
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ya advirtió a Occidente de las consecuencias del permiso a Kiev para el uso de armas de largo alcance para ataques en territorio ruso, señaló esta noche Exteriores de este país.
«El presidente ya se ha pronunciado al respecto«, dijo al portal RBC la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en una aparente referencia a unas declaraciones del jefe del Kremlin del pasado septiembre que en las últimas horas han reproducido varios medios rusos.
El líder ruso dijo entonces que si Occidente accede a autorizar ataques dentro de Rusia con sus misiles de largo alcance, eso cambiaría la «esencia» y la «naturaleza» del conflicto en Ucrania.
«Esto significará que los países de la OTAN, EE.UU. y los estados europeos, están combatiendo con Rusia», aseguró Putin el 13 de septiembre.
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Días después, el presidente ruso propuso cambios en la doctrina nuclear de su país, que le permitirían usar esas armas en respuesta a un ataque aéreo «masivo», volviendo a agitar una amenaza recurrente desde el inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania.
«Consideramos esa posibilidad si recibimos información confiable de un lanzamiento masivo de medios de ataque aeroespaciales», declaró Putin en una reunión televisada con sus asesores.
Se refirió, específicamente, a «los aviones estratégicos o tácticos, a los misiles de crucero, a los drones hipersónicos de armamento y a otros aviones”.
Rusia, afirmó Putin, siempre trató la cuestión de las armas nucleares «con el mayor grado de responsabilidad», al considerarla «una medida extrema para proteger la soberanía del país». De modo que, incluso las propuestas para actualizar la doctrina, son calculadas y proporcionales a las amenazas.
Putin pareció referirse a una eventualidad de ese tipo al afirmar que su propuesta prevé «considerar una agresión contra Rusia por parte de un país no nuclear, pero con participación o apoyo de un país nuclear, como un ataque conjunto contra la Federación de Rusia».
El candidato del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para ser el próximo secretario de Defensa, Pete Hegseth, le pagó a una mujer a cambio de que silenciara un caso en el que ella lo acusaba de asalto sexual en 2017, en el curso de una convención conservadora, según confesó su equipo de abogados al diario The Washington Post.
Sin embargo, los abogados sostienen en una declaración al diario que no hubo asalto sexual y que su relación fue consentida, y explican el pago porque si ella hubiera seguido adelante con la denuncia, eso le habría costado el trabajo a Hegseth, entonces un conocido comentarista en la cadena Fox TV.
El pasado viernes, el Departamento de Policía de Monterrey confirmó que Hegseth fue efectivamente investigado en 2017 por un posible caso de asalto sexual sucedido en un hotel de la ciudad californiana donde se celebraba una reunión de mujeres republicanas, pero esa información fue cerrada sin conocerse las razones.
Cuando tres años más tarde la mujer amenazó con volver a denunciar el caso, Hegseth llegó entonces a un acuerdo de confidencialidad para que ella retirara la denuncia a cambio de una cantidad de dinero, según reconocieron al Post el equipo de abogados, que no han revelado ni el nombre de la mujer ni la cantidad que fue pagada.
Pero otra fuente apunta hacia la versión del asalto sexual: una mujer que dice ser amiga de la víctima envió esta semana un escrito -al que el Post tuvo acceso- al equipo de transición de Trump en el que señala con abundantes detalles que su amiga, que entonces tenía 30 años y pertenecía a un grupo de activistas conservadoras, fue violada por Hegseth en la habitación de este último. La amiga la acompañaba en aquel foro y la conocía de 15 años atrás.
Hasta el momento, Trump mantiene su apoyo a Hegseth y sostiene su inocencia. Según dijo esta semana Steven Cheung, uno de los portavoces del equipo de transición, «el presidente Trump está nombrando a candidatos de alto nivel y extremadamente competentes. El señor Hegseth ha negado tajantemente todas y cada una de las acusaciones, y no se presentaron denuncias».
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Hegseth es el segundo nominado por el futuro presidente que se enfrenta a acusaciones de tipo sexual.
Matt Gaetz, polémico candidato al puesto de fiscal general, fue acusado de tráfico sexual de una menor e investigado por ello por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes, así como por uso de drogas.
El personaje
Pete Hegseth, de 44 años, un presentador del programa favorito de Trump «Fox and Friends», de donde surgió su amistad.
Hegseth, un ex militar, carece de experiencia en seguridad nacional de alto nivel. Y hay estupor en el Pentágono.
Si es confirmado por el Senado, heredaría el puesto más alto durante una serie de crisis globales, que van desde la guerra de Rusia en Ucrania y los ataques en curso en Oriente Medio por parte de proxies de Irán hasta los esfuerzos por lograr un alto el fuego entre Israel, Hamas y Hezbollah y la creciente preocupación por el avance de la alianza entre Rusia y Corea del Norte.
Hegseth también es autor de The War on Warriors: Behind the Betrayal of the Men Who Keep Us Free (La guerra contra los guerreros: Detrás de la traición de los hombres que nos mantienen libres), publicado a principios de este año.
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La noticia fue recibida con desconcierto y preocupación por muchos en Washington, ya que Trump dejó de lado a varios expertos de prestigio en seguridad nacional.