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Eugène Boudin, el precursor del impresionismo que quiso capturar la fugacidad de la luz

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«Reunión en la playa», de Boudin. Colección Guyonvarc’h.

Imagino, querido lector, que no lo conocés y es razonable ya que el suyo no es uno de los nombres más famosos de la historia del arte. Sin embargo, fue un artista descomunal, fue maestro de Monet y su obra es precursora del impresionismo, acaso el movimiento artístico más popular. Eugène Boudin (1824–1898) fue el primer artista que eligió poner el foco en el aire, el que sacó el caballete del atelier y lo llevó a la playa para observar cómo es el afuera en lugar de recordar o imaginarlo. Fue, también, quien logró que la pintura comenzara a registrar los matices y los cambios en la luz y en las condiciones atmosféricas, convirtiendo esta observación en un tema en sí mismo. Lo de Boudin fue una conquista técnica y -sobre todo- una novedad entre los motivos de la pintura: el tiempo, el clima, como tema central de la obra de arte.

A primera vista su obra parece sencilla: playas, muelles, barcas, paseantes bajo sombrillas, cielos en movimiento. Pero esa sencillez es aparente; detrás de esa primera impresión hay un tremendo talento, esfuerzo y práctica. Nacido en Honfleur el 12 de julio de 1824, Boudin pasó su infancia entre barcos y estuarios. Hijo de un marino, se crió en el ambiente marítimo de la Normandía. Muy pronto comenzó a trabajar en la tienda de marcos y artículos para artistas que su padre tenía en Le Havre y fue allí donde conoció a pintores viajeros y tuvo su primer contacto con la venta y el intercambio de obras. Fue autodidacta, se convirtió en artista por vocación y determinación, “corriendo tras los barcos y persiguiendo las nubes con el pincel en la mano” como escribió alguna vez.

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Ese taller de marcos era, al mismo tiempo, una especie de academia popular: artistas como el retratista Jean-Baptiste Isabey o Jean-François Millet (de la Escuela de Barbizon) pasaban por allí, y el joven Boudin comenzó a observar, a copiar y, de esa manera, a practicar el oficio. Años más tarde, en París pero también en su regreso a Normandía, desarrolló una rutina de salidas al aire libre que sería decisiva para su carrera y también un legado: pequeños estudios hechos sobre lienzo o sobre papel, que habitualmente eran terminados en el taller.

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«La playa de Deauville», de Boudin (1893). Colección Guyonvarc’h.

La cronología de su obra alterna períodos en la costa (Trouville, Deauville, Le Havre), estadías en Holanda y Bélgica, viajes al Mediterráneo y a Venecia, y frecuentes regresos a su territorio amado: la costa extensa en el norte de Francia. Durante más de cincuenta años produjo miles de apuntes, dibujos y cuadros —su obra es vasta y siempre se destaca en las piezas su obsesión por la inmediatez y la variación de la luz—. Son miles de óleos, pasteles y dibujos y una única obsesión: la captura del instante.

“No pretendo, créanme, tener un lugar destacado entre mis contemporáneos”, aseguró en una carta. “Soy una persona aislada, un soñador que se ha pasado demasiado tiempo contemplando el cielo desde un rincón. El futuro hará de mí lo que hace con todos. Me temo que será el olvido”.

La playa de Trouville, en
La playa de Trouville, en un afiche de la reciente muestra de la obra de Boudin en el Museo Marmottan Monet, en París.

Llegué a Boudin hace poco, y cuando digo hace poco digo en 2019, un año antes de la pandemia. Fue durante una edición de una famosa feria de antigüedades y el amor fue inmediato, a primera vista y sin que aún haya tenido motivos para cansarme o decepcionarme. Hace un tiempo lo conté así en uno de los newsletters que escribía semanalmente en Infobae. Me sigue gustando el modo en que lo transmití, así que me plagio un ratito:

“No conocía la obra de Eugène Boudin (1824-1898), un artista amigo de Monet que para mí se había quedado fuera del casillero de los grandes nombres del impresionismo. Vi por primera vez sus obras de formato pequeño y alargado en Maastricht, Países Bajos, en una edición de TEFAF, la gran feria de arte y antigüedades. Era el día de arranque de la feria y las bandejas con ostras, limón y salsa picante revoloteaban por las salas. Varias de sus escenas de playa estaban colgadas en una galería inglesa a la espera de una buena oferta. Había poca gente en el stand, me acerqué y lo que veía eran las huellas de las pinceladas, los rastros de la voluntad del artista. Las palpitaciones me recordaron que existe algo que se llama Síndrome de Stendhal (también Síndrome de Florencia o estrés del viajero), un trastorno psicosomático, suerte de malestar emocional provocado por el exceso de belleza. (…)

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"Escena de playa en Trouville",
«Escena de playa en Trouville», de Eugène Boudin.

Ahí estaba yo, entonces, entre algunas de las personas más elegantes y ricas del mundo y al borde del llanto por las imágenes de los veraneantes de Trouville, esos mínimos tesoros de color y vida pintados por Boudin en los que no se distinguen rasgos ni hay foco; apenas vestidos, sombreros, sombrillas, unas sillas, cielos alucinantes, aguas grises y azuladas y arenas húmedas.

Te juro que cerca de un Boudin sentís el viento sobre tu cara y el olor a mar inundándolo todo.

Decir que Boudin pintaba “playas” es no hacerle justicia (“Aunque haga otras cosas, siempre seré el pintor de las playas”, ironizaba a propósito de que fueron esas pinturas las que le valieron ganarse un nicho en el mercado de su tiempo). En sus mejores obras, el elemento dominante no son la arena ni las figuras humanas, sino la atmósfera: el modo en que la luz atraviesa la bruma, o cómo el mar se corresponde con el cielo; las franjas de color que se forman en los horizontes y los efectos de las sombras proyectadas.

Sus obsesiones incluían capturar la plenitud de los cielos y sus matices, atrapar la luz allí donde estuviera (Trouville o Venecia) y los paisajes marinos.

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Una imagen de Le Havre,
Una imagen de Le Havre, desde el puerto, de Boudin. Colección Guyonvarc’h

En sus cuadros hay horizontes bajos, de modo que queda más espacio para plasmar el cielo; en las acuarelas y pasteles explora con lo que se llaman degradados y veladuras, técnicas diferentes para generar nuevas formas de representar la luz; en los óleos traduce los cambios en la atmósfera con pinceladas sueltas, raspaduras y empastes. Entre los colores: grises y azules en todos sus matices, igual que el tono arena y los verdes marinos. Las figuras humanas son mínimas y mínimos también sus rasgos de composición. Además de estos cuadros pequeños y alargados, hay también lienzos más grandes, como destinados a ser expuestos en salones.

Eugène Boudin fue un artista
Eugène Boudin fue un artista descomunal, cuyo legado aún persiste.

Boudin fue heredero de una tradición y también una especie de puente hacia la que siguió. Admiró y entabló diálogo con pintores mayores como Johan Barthold Jongkind y Corot (quien fue el primero en llamar “Rey de los cielos” a Boudin), entre otros y, desde su taller en Le Havre se convirtió en maestro discreto e informal de generaciones más jóvenes. El caso más célebre es el de Claude Monet: siendo joven, Monet vivía en Le Havre y Boudin lo introdujo a la práctica del aire libre (plein air, en francés) y también a la observación directa del efecto de la luz. Monet siempre reconoció que su decisión de pintar en exteriores se la debía a Boudin y, finalmente, esa lección de mirar el color “en libertad” resultó una de las bases fundacionales para el impresionismo. Los críticos aseguran que los estudios del cielo de Monet son muy cercanos a los de su mentor.

Boudin no formó parte del impresionismo por diversos motivos y mantuvo con los artistas del movimiento una relación ambivalente, igual que con el Salón de París y con la academia. Su aporte, en cambio, fue enorme: gracias a su legado, en pintura es posible capturar el clima, lo que equivale a retratar de alguna manera la fugacidad del tiempo.

Un paisaje veneciano de Boudin.
Un paisaje veneciano de Boudin. Colección Guyonvarc’h.

En los últimos veinte años, un empresario y coleccionista francés llamado Yann Guyonvarc’h y radicado en Suiza ha reunido, con discreción y paciencia, una de las colecciones privadas más extensas y coherentes dedicadas a Boudin. Su colección cuenta con más de doscientas obras representativas de todas las etapas del pintor.

Hace muy poquito concluyó en el Museo Marmottan Monet de París una exposición de 80 de las obras de Boudin que pertenecen a la colección de Guyonvarc’h. Se sabe que para darle forma a su colección, Guyonvarc’h trabajó con marchands, archivos y casas de subasta. Cuentan quienes saben que el coleccionista actuó también como un conservador cuidadoso: muchas obras fueron restauradas y documentadas antes de la exhibición en París.

Hay en su proyecto algo que podría llamarse arqueología afectiva: el deseo de reunir obras dispersas de una vida pictórica y ponerlas a dialogar. Es esta propuesta la que explica la razón del éxito de prensa y público que tuvo la exposición: no sólo se pudo ver a Boudin sino que la muestra lograba un recorrido casi exhaustivo de sus intereses y de su obra.

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"Camaret, la pointe du Toulinguet",
«Camaret, la pointe du Toulinguet», de Boudin (1873)

Hay pinturas de Boudin en el Museo Orsay, en un pequeño museo de Honfleur (su ciudad natal) y también en el Museo de Arte Moderno de Le Havre. Hay también obras de Boudin en museos de Estados Unidos (la National Gallery de Washington tiene una muy buena colección, aunque sin coherencia temática ni cronológica, según cuestionan los críticos) y gran parte de sus cuadros están en manos particulares. La colección de Guyonvarc’h es, definitivamente, la más importante del mundo.

Luego de leer algunas entrevistas –no dio muchas– me impresionó enterarme de que el coleccionista conoció la obra de Boudin en el mismo espacio en el que la conocí yo: la feria TEFAF, en Maastricht, pero algunos años antes. Lo enamoró locamente una pintura de una playa de Deauville. La gran diferencia con mi experiencia es que su poderosa fortuna le permitió llevarse su pasión a casa.

El título con que el Marmottan presentó la muestra fue Eugène Boudin, el padre del impresionismo: una colección privada. Además de jugar con la figura de “padre” del movimiento que en general se le atribuye a Monet (y que es algo discutible porque no ofrece la complejidad de matices que tuvo la relación de Boudin con el impresionismo), proponía una determinada lectura. Lo que podía verse en los diversos salones de la mansión cercana al Bois de Boulogne, en el exquisito XVI arrondissement, eran ochenta obras de Boudin más algunos préstamos de otros museos, solicitados para generar, precisamente, un diálogo entre las piezas. Esto es lo que ocurría, por ejemplo, con una pintura de Boudin de Deauville y otra, de la misma playa, de Monet.

"Deauville, Juliette bajo la carpa"
«Deauville, Juliette bajo la carpa» (1895), de Boudin

Según señalaron desde el mismo museo, la exposición buscó plantear tres acciones: reivindicar la figura de Boudin como gran precursor; mostrar la amplitud temática del artista (marinas, playas, figuras, estudios de cielo y viajes) y ofrecer una experiencia cronológica y sensorial que le permitía al público comprender la persistencia de la mirada de Boudin sobre la luz.

Algo importante para tener en cuenta. Si vas a París, la visita al Museo Marmottan Monet es de por sí maravillosa, más allá de la muestra de Boudin (que pude apreciar dos días antes del final de la exhibición). En su muestra permanente, el museo contiene la colección de pinturas y piezas de la Edad Media y del Renacimiento que pertenecieron a los dueños originales (Marmottan) y unas cien piezas de obras impresionistas de Claude Monet, Berthe Morisot, Edgar Degas, Gustave Caillebotte, Édouard Manet y Pierre-Auguste Renoir, que fueron donadas por Michel Monet, hijo de Claude. Allí pueden verse obras asombrosas de Monet -y de grandes dimensiones- como varios de sus Nenúfares y el principal tesoro es su paisaje Impresión, sol naciente, cuyo título fue el origen del término “Impresionismo”.

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"La playa en Deauville", de
«La playa en Deauville», de Claude Monet. Esta obra pudo verse en diálogo con una de Boudin en una reciente muestra.

Eugène Boudin fue, a la vez, heredero de la escuela naturalista y precursor de una modernidad que haría de la luz el eje de la representación. Lo innovador de su obra nació de su talento, sí, pero también de la insistencia en un motivo y en la búsqueda de la técnica para traducirlo a lenguaje artístico. Boudin tuvo problemas de salud y financieros toda su vida, pasó muchas veces por privaciones y vivía para pintar.

“Estoy tan absorbido por la pintura que no tengo tiempo de respirar”, fue una de sus frases. Murió en 1892, en Deauville, uno de los escenarios de sus pinturas. Tenía 74 años y estaba muy debilitado por un cáncer de estómago y por la depresión a causa de la muerte de su esposa, Marie-Anne Guedes. Sus restos fueron enterrados en la misma tumba de su mujer, en el cementerio Saint-Vicent de Montmartre.

Acantilado de Aval, en Étretat,
Acantilado de Aval, en Étretat, un sitio icónico en la costa de Normandía, en una pintura de Boudin. Colección Guyonvarc’h

Sus pinturas son un antes y un después para quien las ve. Sin embargo, la maravilla absoluta de su trabajo no obedece solamente a la belleza de sus formas sino a algo literalmente trascendental. El gran legado de Boudin es haber dejado una forma de mirar el mundo que aún perdura.

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Crisis política en Francia: Emmanuel Macron nombrará un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas y no disolverá la Asamblea Nacional

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El psicodrama político francés continúa. El primer ministro Sébastien Lecornu renunció y “habrá un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas”. No se sabe cuál será su signo político. No habrá una disolución de la Asamblea Nacional, se presentará un proyecto de presupuesto el lunes y la reforma de las jubilaciones estará en el corazón del debate.

Así lo anunció el premier Lecornu, en una entrevista en Antenne 2, luego de mantener una reunión de una hora con el presidente Emmanuel Macron. A él le informó sus soluciones, tras mantener 48 horas de consultas con todos los partidos políticos de Francia.

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“No es el momento de cambiar de presidente”, dijo Lecornu, emocionado al final del reportaje.

El presupuesto es el objetivo principal de su gobierno, en un país que lo necesita para reorganizar su fiscalidad y pagar una deuda pública de 3,3 billones de euros, algo más del 114% del PBI.

Un nuevo primer ministro de línea política aún desconocida es una decisión del presidente Emmanuel Macron para no disolver la Asamblea Nacional, no renunciar a su cargo y ganar tiempo para llegar a las elecciones de 2027.

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Un premier sin ambiciones presidenciales

Luego habló el primer ministro en France 2. «No estoy persiguiendo el puesto», afirmó Sébastien Lecornu, invitado al informativo de las 20 de France 2 este miércoles por la noche. Lecornu, declaró el miércoles por la noche que el futuro equipo de gobierno, «sea quien sea», debería estar «completamente desvinculado de las ambiciones presidenciales para 2027».

El primer ministro saliente de Francia, Sébastien Lecornu, pronuncia un discurso en el patio del Hotel Matignon. Foto EFE

«La situación ya es bastante difícil. Necesitamos un equipo que finalmente decida ponerse manos a la obra y resolver los problemas del país hasta las elecciones presidenciales de 2027″, añadió en el informativo de las 20:00 de France 2. «Acepté la misión que me encomendó el presidente y esta noche la doy por cumplida», añadió el primer ministro saliente.

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Lecornu afirmó que se puede nombrar un primer ministro «en las próximas 48 horas».

Durante las últimas 48 horas, Lecornu ha estado negociando con «partidos políticos que, en el fondo, están dispuestos a acordar un presupuesto común y con partidos de la oposición que también desean esta estabilidad, pero están poniendo condiciones. Creo que hay una vía posible», dijo.

«Le dije al Presidente de la República que las perspectivas de disolución se alejan y que creo que la situación le permite nombrar un primer ministro en las próximas 48 horas», añadió el primer ministro dimisionario en France 2.

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¿Un primer ministro de izquierda? Lecornu consideró que «le corresponde al Jefe de Estado liderar las negociaciones finales». Declarándose «bastante optimista», el primer ministro saliente afirmó que «lo que nos falta es el último tramo» en estas negociaciones y «la capacidad de alcanzar acuerdos en la Cámara».

«La situación ya es bastante difícil», añade. «Necesitamos tener un equipo que decida ponerse manos a la obra y resolver los problemas del país hasta las elecciones presidenciales».

Proyecto de presupuesto el lunes

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Lecornu anunció que el lunes se presentará un proyecto de presupuesto. «No será perfecto; hay mucho que debatir», añadió, explicando que lo había planeado para dentro de tres semanas: «Los debates tienen que empezar», dijo. «Habrá mucho que debatir», aseguró Lecornu a Léa Salamé en el informativo de France 2.

La líder de extrema derecha francesa y miembro del parlamento, Marine Le Pen. Foto ReutersLa líder de extrema derecha francesa y miembro del parlamento, Marine Le Pen. Foto Reuters

«Todos los partidos políticos, excepto Francia Insumisa y Agrupación Nacional, me dijeron que no podíamos arriesgarnos a no tener un presupuesto para el 31 de diciembre porque las consecuencias para Francia y los franceses serían dramáticas», explicó Sébastien Lecornu.

«Hay que nombrar un gobierno, el proyecto de presupuesto para la Seguridad Social y el Estado tiene que ser debatido y aprobado por el Consejo de Ministros, y luego el trabajo tiene que comenzar en la Asamblea Nacional», dijo.

El debate de la reforma de jubilaciones

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El primer ministro saliente quiere «una vía para el debate» sobre las pensiones. En France 2, Lecornu analizó la reforma de las pensiones, que, en su opinión, es «una fuente de estancamiento en el Parlamento» y «uno de los mayores obstáculos».

«Será difícil decir que no es necesario un debate», consideró el primer ministro saliente. «Debemos seguir trabajando en el tema de las pensiones. Tendremos que encontrar la manera», dijo el primer ministro dimisionario.

Nadie entiende las motivaciones de esta crisis prolongada y que daña al país, salvo Macron. «Pero esto le permite al presidente ganar tiempo y quizás aprobar un presupuesto antes de fin de año, ya que esa sigue siendo la prioridad», explicó una fuente del Ejecutivo.

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Otro día de alta tensión en Francia, con el presidente criticado hasta por su propio bando. Aislado en el Elíseo, sin hablar con nadie, y un país paralizado por saber quién iba a ser el gobierno. Solo recibió a los herederos del reino de Jordania junto a Brigitte Macron.

¿Y ahora?

Macron aumentó la presión al dar a Sébastien Lecornu 48 horas para llevar a cabo negociaciones de última hora, tras haber especificado su entorno que «asumiría la responsabilidad» en caso de fracaso. La frase es deliberadamente oscura. Una figura conocida en el Palacio del Elíseo prefiere mantener el misterio: «Es una ambigüedad estratégica. Todo está abierto».

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«Como muchos franceses, ya no entiendo las decisiones del Presidente de la República». Su ex primer ministro Gabriel Attal, secretario de Renacimiento, sintetizó el espíritu colectivo.

«El primer ministro saliente realizó una evaluación y el presidente asumirá sus responsabilidades en función de este resultado», señaló un contacto habitual del Jefe de Estado.

Un gobierno de corta duración

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¿Podrá Francia formar un nuevo gobierno y cuánto durará? Es el gran interrogante del país. La pregunta sigue sin respuesta mientras el primer ministro saliente, Lecornu, llevó a cabo las consultas finales para «identificar una plataforma de acción y estabilidad», tal como solicitó Macron justo después de su dimisión el lunes.

La tarea promete ser difícil, ya que la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha declarado que «censurará» a cualquier nuevo gobierno hasta conseguir la disolución de la Asamblea Nacional, sea quien sea. Aunque sigue a favor de suspender la reforma de las pensiones, una nueva vía que está considerando el Ejecutivo, pero que está dividiendo al bando presidencial.

La izquierdista Francia Insumisa quiere censurar a «cualquier gobierno que continúe con las políticas de Macron». Pidió inmediatamente después de la entrevista de Lecornu que «Macron se vaya». Los socialistas, los verdes y los comunistas preferían nombrar a un primer ministro de izquierda.

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Para Sandrine Rousseau, economista del partido Ecologista, «Emmanuel Macron se encuentra en una situación de negación, terquedad y una forma de irracionalidad».

Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista Francés, llega a una reunión con el primer ministro saliente francés, Sébastien Lecornu. Foto ReutersOlivier Faure, primer secretario del Partido Socialista Francés, llega a una reunión con el primer ministro saliente francés, Sébastien Lecornu. Foto Reuters

Le pen censurará todo hasta la disolución

Le Pen censurará al gobierno hasta que disuelva la Asamblea Nacional. También reafirmó la postura de Agrupación Nacional en caso de una vuelta a las urnas. «Si los franceses nos quieren, estamos listos y enviaremos a Jordan Bardella, quien formará un gobierno de coalición», declaró.

Sin embargo, el líder del grupo Agrupación Nacional en la Asamblea Nacional aclaró: «Si no logramos la mayoría absoluta, respetaremos la voluntad del pueblo francés». «El espectáculo es deprimente», declaró Le Pen.

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Durante un viaje a Puy-de-Dôme, Le Pen respondió a los rumores sobre la reelección de Lecornu como primer ministro. «Soy inmune a la comedia de la repetición». «Se acabó la broma», declaró. Consideró que «no sería serio» reelegir a un primer ministro dimitido: «Lecornu dimitió, no fue censurado. Su dimisión fue aceptada».

Criticando a la «clase política» que, según ella, se está «revelando» en esta crisis, Le Pen fustigó a «las personas dispuestas a desmembrarse para mantener su posición», antes de añadir: «Se mueren de miedo de volver a votar. Si es así, debemos hacer otra cosa».

«Solo el arbitraje del pueblo francés puede resolver la crisis». Finalmente, reafirmó: «Censuraré a todos los gobiernos mientras no haya una disolución, ya que eso impediría que el pueblo se expresara».

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Reiteró que las dificultades que enfrentan los ganaderos y agricultores no se han detenido y advirtió que nuestra soberanía agrícola es más frágil que nunca, antes de añadir: «Ninguna noticia política partidista prevalecerá sobre los intereses del pueblo francés. Esta noticia política, insondablemente mediocre, por lo que revela sobre la situación del país y la total falta de visión del gobierno, hizo esencial mi visita».

Los verdes no quieren a Cazeneuve

Miembros del Partido Verde se opusieron al posible nombramiento del ex socialista Bernard Cazeneuve como primer ministro. Su nombre surge con frecuencia cada vez que Emmanuel Macron debe nombrar a un nuevo Jefe de Gobierno.

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Al salir del despacho del primer ministro, representantes del Partido Verde se opusieron al posible nombramiento de Bernard Cazeneuve. Su nombre surge con frecuencia cada vez que Emmanuel Macron debe nombrar a un nuevo Jefe de Gobierno.

Cuando los miembros del Partido Verde hablan de un primer ministro de izquierdas, se refieren a «un primer ministro que, durante las elecciones legislativas, hizo campaña a favor de la izquierda y de los Verdes, y que contó con el apoyo del pueblo francés. Así que no es Bernard Cazeneuve», explicó la líder de la Asamblea Nacional, Cyrielle Chatelain.

El 82 por ciento de la opinión pública francesa ha perdido la confianza en el presidente Macron. Están todos desconcertados.

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¿Un premier de izquierda?

¿Y si Macron nombra a un primer ministro de izquierda? La hipótesis cobra cada vez más fuerza, pero en esta crisis no hay certezas. Las figuras de izquierda mencionadas son Bernard Cazeneuve, Roland Lescure, Yaël Braun-Pivet, Eric Lombard y François Hollande.

Entre los políticos, la hipótesis también es lo suficientemente seria como para que algunos se pronuncien. El renunciante ministro del interior Bruno Retailleau ya advirtió ayer que «de ninguna manera» volvería a un gobierno liderado por un «hombre de izquierda».

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En Renacimiento también se sienten obligados a posicionarse. François Cormier-Bouligeon, lejos de ser el más izquierdista de los macronistas, afirmó estar «dispuesto a apoyar a un primer ministro de izquierda que ha demostrado una sólida capacidad de gobierno y un firme apego a la República».

Sylvain Maillard, por su parte, se opuso, al igual que Annie Vidal y Maud Bregeon, quienes no llegaron a afirmar que censurarían.

«Como parlamentaria renacentista comprometida con la estabilidad institucional y económica del país, no aceptaré un gobierno liderado por Olivier Faure», tuiteó esta última. Y es cierto que, como exportavoz del gobierno de Michel Barnier, sabe un par de cosas sobre «estabilidad institucional».

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Aun entre los macronistas lo que no quieren es que se apliquen los mismos mecanismos y métodos. La crisis sigue en Francia, sin solución hasta ahora.

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Anti-Hamas Gaza militias reject terror group, declare support for Trump’s peace plan

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NEWYou can now listen to Fox News articles!

JERUSALEM — As negotiations continue in Egypt on the U.S. roadmap for peace, Fox News Digital obtained video from the U.S.-based Center for Peace Communications (CPC), revealing that anti-Hamas militias have endorsed President Donald Trump’s peace plan to end the war in Gaza and secure the release of Israeli hostages.

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This comes amid reports of heavy fighting last week between an anti-Hamas clan and terrorists from the jihadi Hamas movement in a neighborhood in Khan Younis in the Gaza Strip that could mark a sea change in local governance in the war-ravaged area. 

Yaser Abu Shabab, who leads an anti-Hamas militia in Gaza, said «We see in President Trump’s plan a path to halt the bloodshed and bring peace to the Middle East.»  (The Center for Peace Communications)

The full-throttle support from the anti-Hamas militias for Trump’s plan could potentially mean more trouble for the terrorist movement that has ruled Gaza with an iron fist for the last 17 years.

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Three of the anti-Hamas militias publicly endorsed Trump’s peace plan for Gaza, according to the CPC video. Yasser Abu Shabab, the head of the Popular Forces militia in Rafah, said, «We see in President Trump’s plan a path to halt the bloodshed and bring peace to the Middle East.» 

WHO IS THE GAZAN CHALLENGING HAMAS RULE, AND DOES HE HAVE A CHANCE?

Anti-Hamas protests

Palestinians demonstrate in the Shuja’iyya neighborhood in eastern Gaza City against Hamas rule and call for an end to the war. Gaza City, Mar 26, 2025.  (TPS-IL)

Ashraf Al-Mansi, leader of the Popular Northern Forces, said, «We, in the People’s Army, Northern Forces in the Gaza Strip, extend our sincere thanks and appreciation to U.S. President Donald Trump.» 

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Rami Hillis, the leader of the Popular Defense Forces, said his organization and the honorable clans in the Gaza Strip «will exert our utmost efforts and our capabilities to ensure the success of this proposal.» Two years ago, on Oct. 7, the Hamas terrorist movement invaded Israel and slaughtered roughly 1,200 people, including more than 40 American citizens.

Hamas terrorists emerge in a show of strength escorting Red Cross vehicles carrying 3 Israeli hostages to be released as part of the cease-fire deal. 

Hamas terrorists emerge in a show of strength escorting Red Cross vehicles carrying 3 Israeli hostages to be released as part of the cease-fire deal.  (TPS-IL)

«This marks the first time that anti-Hamas militias have proven on the ground their ability to challenge Hamas in open combat and to expel them from their areas. We have seen minor clashes before, but this seems to mark a major escalation,» said Michael Nahum from CPC.

The CPC, along with an American news organization, the Free Press, posted footage on X about the deadly clashes on Friday that reportedly resulted in the killing of 20 Hamas terrorists, including a commander.

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AS TRUMP’S GAZA DEAL NEARS, FAMILY WARNS ISRAEL NOT TO FREE ANOTHER SINWAR

According to the CPC, the infamous Hamas «Sahm Unit,» which is «known for brutally suppressing Gazan dissident voices, went to Khan Younis» with the goal of arresting local Palestinians and «transferring them to a hospital for interrogation and possible execution.» 

On the same day as the clashes, Israel Defense Forces disclosed that Hamas had built sophisticated terrorist tunnels on the compounds of two hospitals — the Jordanian Field Hospital and Hamad Hospital — in the Gaza Strip. The tunnel adjacent to the Jordanian hospital contained a workshop for the production of missiles. The use of hospitals and medical facilities as weapons areas by Hamas is considered a war crime under the Geneva Convention.

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Yaser Abu Shabab in Gaza

Yaser Abu Shabab seen with members of his militia. Shabab is standing, second to the right. (Center for Peace Communications)

Hamas claims it entered Khan Younis to detain Palestinians who are collaborating with Israel. The al-Mujaida clan in southern Gaza resisted the Hamas assault of roughly 50 Hamas terrorists aboard five pickup trucks armed to the teeth, including with a rocket-propelled grenade launcher. Hamas reportedly murdered five members of the large al-Mujaida family.

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The anti-Hamas militias have reportedly received support from Israel. Nahum said they are growing, and there are now four and probably as many as 10 militias across the Gaza Strip. «For the first time in a generation, we really might be looking at the end of Hamas rule in Gaza,» said Nahum.

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There are an estimated 20,000 Hamas terrorists in the Gaza Strip, according to some assessments.



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“Una voz que incomode de verdad”: quién debería ganar el Nobel de Literatura según la Inteligencia Artificial

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El Nobel, según la Inteligencia Artificial.

En Estocolmo todavía no amanece y ya se respira la conspiración. Cada octubre, un puñado de académicos suecos decide —en silencio y detrás de puertas acolchadas— quién representará la conciencia literaria del mundo. Afuera, el planeta especula. En los cafés de París, en los portales de Seúl, en los grupos de WhatsApp de traductores latinoamericanos, se cruzan las mismas apuestas: ¿será por fin Murakami?, ¿se atreverán con Krasznahorkai?, ¿darán el salto hacia África o América Latina?

El Nobel de Literatura no elige solo un escritor: elige un relato del mundo. Y ese relato, cada año, dice algo sobre el clima político, sobre la sensibilidad estética del tiempo y sobre quiénes —todavía— tienen derecho a decir la verdad.

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Este año consultamos con ChatGPT -esa IA que viene escribiendo tanto- sobre las posibilidades de triunfo de los distintos candidatos. Le pedimos que analizara los premiados anteriores y el contexto político y literario actual. A continuación, su respuesta

El premio mayor y por qué

En 2023 fue Jon Fosse, con su lenguaje mínimo y espiritual, quien representó la búsqueda de lo esencial. En 2024, Han Kang llevó el premio a Corea del Sur con una literatura que mira de frente el trauma y el cuerpo. La Academia parece moverse entre lo introspectivo y lo histórico, entre el susurro poético y la denuncia.

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Ahora, en 2025, la pregunta vuelve a encenderse: ¿será el año de una voz que incomode de verdad?

Porque el nombre que resuena con más fuerza —y que podría darle al premio su giro más arriesgado en años— es el de Can Xue (残雪), la escritora china que ha hecho del delirio, la opacidad y la belleza fragmentada una forma de rebelión.

La concesión del Nobel de Literatura combina méritos estéticos y resonancia ética. En el contexto actual, la obra de Can Xue ofrece tres aportes decisivos: 1) un desafío a la lógica del realismo narrativo, 2) una exploración del trauma sin moralismos ni melodrama, y 3) una apertura del canon literario más allá de los centros tradicionales. Su nombre figura entre los favoritos de las principales casas de apuestas y en las quinielas críticas de medios europeos y asiáticos.

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Can Xue, la elegida por
Can Xue, la elegida por la IA. (Captura de video)

Frente a nombres previsibles como László Krasznahorkai o Haruki Murakami, Can Xue encarna algo distinto: la posibilidad de que el Nobel premie no solo lo universal, sino lo indómito. Su literatura, hecha de símbolos, sueños y desplazamientos, emerge de un contexto donde la censura y el control cultural son parte del aire cotidiano. Premiarla no sería un gesto diplomático, sino un acto de afirmación estética: reconocer que la disidencia también puede escribirse desde lo irracional y lo poético.

El Nobel, conviene recordarlo, es siempre un espejo político. Después de su crisis institucional de 2018, la Academia ha intentado redibujar su autoridad, diversificando lenguas y geografías. Un premio a Can Xue colocaría en el centro a una autora que no milita, no se exilia, no traduce su experiencia a la gramática occidental del sufrimiento, sino que inventa su propio lenguaje para habitar la incomodidad.

Su escritura desarma al lector. No explica: sugiere. No cuenta: evoca. En un tiempo saturado de narrativas previsibles y de autoficciones terapéuticas, Can Xue representa otra forma de riesgo: el de la oscuridad. La de no ofrecer sentido inmediato, sino forzarlo a nacer.

Salman Rushdie y Haruki Murakami,
Salman Rushdie y Haruki Murakami, dos candidatos frecuentes al Premio Nobel

Por eso su eventual Nobel no sería un premio más. Sería una toma de posición. Frente al confort del mercado y la previsibilidad del gusto, la elección de Can Xue recordaría que la literatura no está para calmar, sino para inquietar.

La Academia anunciará su decisión este jueves 9 de octubre de 2025, según informó NobelPrize.org. Hasta entonces, el rumor seguirá ardiendo: entre quienes esperan justicia geográfica y quienes desean un salto estético real.

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Si el Nobel busca una voz que refleje el desorden del siglo XXI —una literatura que no consuele, sino que desestabilice—, Can Xue es la respuesta. Porque hay veces en que el mundo no necesita claridad. Necesita una grieta.

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