INTERNACIONAL
Las 3 horas de Hitler en París: un paseo triunfal, una venganza y la orden que no fue obedecida

La orden fue feroz y no admitía interpretaciones: “¡Saquen el vagón de ese depósito y pónganlo en el mismo lugar que estuvo en el 18! ¡Exactamente en el mismo lugar!”.
Así que hubo que trasladar ese vagón que no andaba sobre rieles desde hacía dos décadas y ubicarlo en el lugar exacto en el que había estado el 11 de noviembre de 1918.
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Hitler, dicen, lo calculó antes de ordenar la invasión. Era una de sus obsesiones. Sus hombres habían localizado la unidad, el vagón CIWL 2419, hacía un tiempo. Cuando se impuso, cuando Francia declinó, hubo que dirimir las condiciones de la ocupación. Había que firmar un documento que las estableciera. Hitler no necesitó consultar. Sabía qué título llevaría el documento y donde se firmaría. Era el segundo armisticio.
El primero había sido en 1918 y había marcado la derrota de los suyos en la Primera Guerra Mundial. Ahora, en junio de 1940, era al revés. Los que imponían condiciones eran los alemanes. Ellos decidían y sus enemigos aceptaban. Hitler imitó al Mariscal Foch. Escamoteó su presencia y cuando lo hizo se mostró imperial y repleto de desprecio.
Sus ayudantes habían dispuesto todo. Cada cosa dentro del vagón debía estar en su lugar: en el lugar que estaba en noviembre de 1918. Para que no hubiera ningún error consultaron documentos, testimonios y las pocas imágenes que había. El Führer se sentaría en el mismo sillón y en el mismo sitio de la mesa en el que lo había hecho el Mariscal Foch.
Los franceses recibieron el mismo trato que habían dispensado 22 años antes: no había condiciones a discutir. El texto del armisticio era ese. De otro modo, no había acuerdo.
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El mismo breve plazo para responder.
Hitler forzaba las simetrías. Un copycat del armisticio. Estaba convencido de que así su victoria se multiplicaba. Y que sería vitalicia.
La venganza había sido consumada. El daño, reparado.
El Segundo Armisticio, el que marcaba la supremacía nazi sobre Francia, el que vino después del desastre bélico de la Batalla de Francia y el que produjo la creación del Gobierno de Vichy se firmó el 22 de junio de 1940.
Antes de abandonar el bosque de Compiegne, Hitler dio una orden precisa. Destruyan todo, debía notarse que el Führer había pasado por ahí. Nada debía quedar en pie. Había un museo que recordaba y celebraba la victoria francesa de 1918. El tinglado, las placas conmemorativas, cualquier construcción. Hasta el césped debía ser prendido fuego. Solo debía subsistir una cosa: la estatua del Mariscal Foch. Para que esa figura fuera testigo de la tierra arrasada, para que los franceses supieran que solo podían reinar sobre escombros inservibles y pastos chamuscados. Que los que mandaban a partir de ese momento eran los nazis. París destruida después del ataque Nazi en agosto de 1944. (Foto: AFP)
La Guerra de Francia fue breve y su resultado contundente. Los alemanes invadieron Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Luego, en junio de 1940, pasaron a Francia. Los cálculos de la comandancia francesa fallaron. Su estrategia defensiva no resultó. Intentaron remedar lo que había sucedido en la Primera Guerra Mundial. Pero el mundo había cambiado. Lo que los llevó a la victoria en esa contienda los hizo caer derrotados en el principio de la Segunda Guerra.
Mientras los franceses casi sin aviación, con armamento viejo y con tácticas anticuadas pelearon como en 1918, los alemanes lo hicieron como en 1940. Después fue tiempo de las disputas internas entre los franceses. Los que querían seguir peleando pese a las desventajas y los que querían capitular ante el avance nazi. Ganaron estos. Un emblema del país, un héroe de la Gran Guerra, el Mariscal Philippe Pétain quedó a cargo del gobierno que se estableció en la ciudad balnearia de Vichy. Charles De Gaulle debió refugiarse en Inglaterra desde dónde llamó a luchar y a la resistencia.
Lo más impactante de la invasión alemana fue, sin duda, su establecimiento en París. No solo por la sencillez de la victoria sino por el enorme valor simbólico. En junio de 1940, las tropas nazis se instalaron en París. La Ciudad Luz, la imagen de la libertad, quedaba bajo el poder nazi.

Adolf Hitler con el mariscal Philippe Petain, el 24 de octubre de 1940. (AP Photo, File)
Adolf Hitler conseguía lo que pretendía. Europa sucumbía bajo sus pies.
Ante la entrada alemana, el corresponsal de guerra norteamericano Elliot Paul escribió: “Era el final de un mundo en el que París había tenido la supremacía, en el que Francia estaba viva, en el que había un hálito de libertad. Había petróleo en el aire ennegrecido y hollín en la lluvia, y el cielo bajo pesaba sobre la desgraciada ciudad”. Hitler y su séquito en París (Foto: Archivo de Wikipedia).
El revolucionario Victor Serge, que había logrado escapar del Estalinismo para radicarse en Francia, fue más contundente. Serge -que debió escapar a México- entendió de inmediato lo que implicaba la avanzada nazi: “El final de París es el fin del mundo. ¿Podemos aceptar tal cosa, a pesar de nuestra lucidez?”.
La primera y única vez de Hitler en París, el escultor oficial y el arquitecto del Tercer Reich
Las estatuas del escultor Arno Breker eran gigantes, marciales, heroísmo tallado y exuberante. Era el preferido de Hitler desde que había visto esos atletas musculosos que esculpía. Los nazis y los fascistas sentían debilidad por lo grandilocuente. Él se había convertido en el escultor oficial del régimen.
Una tarde, mientras Breker trabajaba en su estudio, unos agentes ingresaron sin golpear. Breker se sobresaltó; en un ramalazo repasó todo lo que había dicho y hecho en las últimas semanas para intentar encontrar cuál había sido el motivo del enojo de su jefe. Los agentes lo obligaron a acompañarlo. Breker con voz inaudible preguntó por el destino pero no recibió respuesta. Después un largo viaje en auto para salir de Berlín, un bosque y al final una pista de aterrizaje. Lo subieron a un avión y recién cuando descendió por la escalera de la nave, se tranquilizó.
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En la pista vio a Albert Speer y a Hermann Giessler, otro arquitecto. Era el cuartel general de campaña nazi en Bruly-de-Pesche. Le informaron que viajaría a la última conquista de Hitler. Irían a París y el Führer quería recorrer con ellos la ciudad para poder apreciar con mayor profundidad las maravillas arquitectónicas y artísticas. Nada de caminar con militares. Él deseaba mostrarse sensible. El escultor podría resultar un buen guía; había vivido en la Ciudad Luz durante casi ocho años. Allí compartió veladas con Pablo Picasso y con otros artistas y poetas.
Albert Speer, el arquitecto del Tercer Reich y luego eficaz Ministro de Armamento, había tenido la primicia. Mientras plegaba los planos después de una reunión con Hitler, éste le dijo: “En unos días nos vamos a París con Giessler y Breker”. Adolf Hitler, cuando ocupó París, junto al arquitecto Albert Speer y el escultor Arno breker. (Foto: AP)
La admiración de Hitler por París era conocida. Provenía de lecturas; nunca había estado en ella. Esa fue su primera y única visita. “Ahora París me abre sus puertas”. Pero por más que su estadía fue breve y se pareció a la de un turista que hace ciudades, ver la mayor cantidad de lugares en pocas horas y seguir, él era un conquistador. Había invadido y había vencido. Sentía que nada lo iba a detener.
“Podría atravesar el Arco del Triunfo y desfilar triunfalmente al frente de las tropas pero no es algo que deba hacerse a los franceses en este momento, conmocionados por la derrota”, le habría dicho Hitler a Breker, el escultor oficial. Un impensado gesto de elegancia.
El paseo parisino de Hitler fue demasiado furtivo para tratarse de un conquistador. Tanto es así que los historiadores no se ponen de acuerdo en el día en que ocurrió. Algunos sostienen que fue el 24 de junio de 1940 y otros afirman que fue el 28, cuatro días después. La comitiva llegó a la madrugada. Una caravana de imponentes autos recorría rauda la Ciudad Luz ante las calles desiertas. Hitler se subió al asiento del acompañante (siempre viajaba allí) del primer Mercedes. En el asiento trasero viajaban Speer, Giesler y Breker, los artistas, los conocedores. En el resto del convoy iban los funcionarios políticos y los militares. Hitler se reservaba para él la cuestión artística.
A las 6 de la mañana ingresaron a la Ópera de París. La recorrieron y contemplaron todo su esplendor desde el escenario.
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Después fue el turno de la Iglesia de la Madeleine. Hitler les contó a sus acompañantes lo que ya sabían: que ese lugar había sido erigido como un templo seglar, para homenajear a Napoleón, y luego se transformó en uno religioso. Estaba obstinado en mostrar, ante un público tan cuidadosamente elegido, sus conocimientos, como el alumno aplicado que estudió la lección.
Luego la Place de la Concorde y un paseo por Champs-Elysées y el Arco del Triunfo. Allí la conversación fue obvia. Hablaron del Arco del Triunfo que construirían en Berlín. Todos estaban involucrados en la obra. Lo había ideado Hitler, Speer lo estaba diseñando y Breker cincelaría los bajorrelieves. Ese Arco, el de Berlín, debía tener una característica peculiar. Su tamaño debía ser tan grande como para que dentro suyo entrara el de París. Una metáfora demasiado obvia del sistema de medidas de Hitler y de su megalomanía.
Los autos siguieron, en ese tour veloz, hacia la Plaza del Trocadero. Bajaron a caminar. Un fotógrafo y un camarógrafo registraban cada movimiento de su jefe pero ese era el momento cumbre. La foto con el símbolo de la ciudad. Hitler posó con aire ausente, como si todos los días París cayera bajo su poder, con la Torre Eiffel de fondo. Esa imagen era el resumen del nuevo mundo, de su éxito. Si pudo conquistar París (y con facilidad) nada lo podría detener. Eso es lo que Hitler hubiera querido escribir en el epígrafe de esa foto.
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Llegó otro momento importante para Hitler: la visita a la tumba de Napoleón. Pero antes de llegar a ella, la comitiva tuvo que pasar por delante de una estatua, la de un militar. Hitler no necesitó acercarse para leer la inscripción tallada en el mármol para saber de quién se trataba. Su cuerpo se tensó y en su cara se instaló un gesto hosco. Levantó la voz y apuró el paso para alejarse de la estatua: “No tenemos más que cargar con este tipo de recuerdos”, dijo. Lo que trató de no ver, la estatua que con un sólo ademán ordenó derribar era la de un militar, el general Charles Mangin, héroe de Verdún.
Ya en Les Invalides, Hitler y el resto de la comitiva quedaron abrumados por el silencio y el clima del lugar. Ante la tumba de Napoleón, se sacó su gorra y la apretó contra el pecho mientras bajaba la cabeza. Una señal de respeto ante quien él consideraba un par.
La recorrida siguió por el Panteón y después por Montparnasse. Recién eran poco más de las 7 de la mañana y el turista Hitler ya había recorrido los lugares más representativos de París.
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En ese barrio, reconocido por alojar a los artistas, Breker había tenido su estudio. En el itinerario inicial estaba planeada una parada para que el artista le mostrara a Hitler su antiguo espacio de trabajo. Pero eso no sucedió. Algunos dicen que fue por falta de tiempo. Aunque la leyenda sostiene que al abrir la puerta, la encargada de la vivienda pegó tal grito al encontrarse frente a Hitler que colapsó y los hombres tuvieron que volver rápido a su automóvil.
La caravana continuó su apurado viaje. Pasó frente a otras construcciones emblemáticas de la ciudad. No se detuvo en Notre Dame, el Louvre ni el Palacio de Justicia.
Hitler miraba todo con seriedad y el impacto inicial se iba disipando. De nuevo su megalomanía ganaba la partida.
Albert Speer contó en sus memorias que unos días después, Hitler lo llamó a su despacho. Le ordenó redactar un decreto para que se reanuden todas las obras planeadas en Berlín. Le dijo que apenas lo tuviera listo se lo llevara que él lo firmaría de inmediato. “Alguna vez pensé destruir París. París es hermoso. Pero nuestra Berlín será mucho más linda. Cuando la terminemos será mucho más grande y hermosa. París se convertirá en una pálida sombra. No tiene el menor sentido destruirla”, le dijo Hitler.
París era el modelo pero a escala. En Berlín todo sería más grande e impactante.
Cuatro años después, ese supuesto amor de Hitler por París mutó en furia destructiva, en una intención arrasadora. Cuando la derrota era inminente, cuando la impotencia dominaba y los Aliados lo cercaban, el Führer a los gritos ordenó destruir la capital francesa. “París sólo puede quedar en manos del enemigo siendo escombros”, vociferó en agosto de 1944.

El general francés Charles de Gaulle durante el día de la liberación de Francia, en agosto de 1944. (Foto: AFP)
Del otro lado alguien decidió no escuchar, desobedecer. Dietrich von Choltitz, gobernador nazi de París, escribió en sus memorias que rechazó la orden porque “hubiera sido una acción llena de maldad y vergonzosa destruir un polo de cultura semejante”. Según él su visión del Führer había cambiado unas semanas antes cuando ante un encuentro personal percibió que había perdido la razón. Sus súbditos, en un lapsus de sentido común, se negaron a seguir la orden. El episodio quedaría resumido en la pregunta de Hitler mientras se deba cuenta de que la derrota era inevitable: ¿Arde París?
París no ardió. Y el régimen nazi, que había tenido la vocación de perdurar mil años se desmoronaba inevitablemente. En unos meses caería junto a su líder.
Adolf Hitler, Nazismo, París, Segunda Guerra Mundial
INTERNACIONAL
El enigma de Frances Garnett Orme: la muerte en el Hotel Savoy que habría inspirado la primera novela de Agatha Christie

En septiembre de 1911, la muerte de Frances Garnett Orme, hallada sin vida en una habitación cerrada del hotel Savoy en Mussoorie, India, conmocionó a la opinión pública y trascendió fronteras. La autopsia determinó que había sido envenenada con ácido prúsico, un compuesto de cianuro, y las sospechas recayeron sobre su amiga y compañera de estadía, Eva Mount Stephens, en un caso que combinó misterio, acusaciones de interés económico y prácticas espiritistas.
Décadas más tarde, el episodio fue señalado como una posible inspiración para El misterioso caso de Styles, la primera novela de Agatha Christie, en la que la autora recreó una trama de envenenamiento en una habitación cerrada con paralelismos notorios con aquel hecho real.
En septiembre de 1911, Frances Garnett Orme, de 49 años, fue encontrada muerta en su habitación del hotel Savoy. Un informe post mortem, compartido por la BBC, indicó que había sido envenenada con ácido prúsico, un veneno a base de cianuro. Su amiga, Eva Mount Stephens, de 36 años, era la principal sospechosa.
Según la BBC, el caso llegó a medios de todo el mundo debido a la “peculiaridad de las circunstancias que lo rodearon”, tal como mencionó un periódico australiano en 1912. Medios británicos publicaron relatos del juicio con titulares como “Juicio por asesinato de Mussoorie” y “Misterio en el Hotel Savoy”.

Orme vivió en India más de una década, donde entabló amistad con Stephens, una espiritista de la ciudad de Lucknow. Según el informe, fue descrita como una “mujer solitaria” y aprendió de Stephens la cristalomancia, una forma de adivinación en la que el médium entra en trance mientras observa una bola de cristal.
Ambas permanecieron en el Savoy por un tiempo. Stephens afirmó que Orme estaba enferma en ese momento, pero la fiscalía la acusó de administrar veneno para beneficiarse del testamento, ya que le había dejado una suma considerable de dinero, tres collares y otras joyas.
Por su parte, la defensa sostuvo que Orme se quitó la vida debido al dolor que sentía por la muerte del hombre con el que había viajado para casarse en India y por su mala salud.
El caso generó confusión en la justicia. La investigación reveló que Stephens se había marchado antes de que Orme muriera. La habitación donde se halló el cuerpo estaba cerrada por dentro. La policía no encontró medicamentos en las habitaciones, salvo un frasco de somníferos y dos etiquetas con las leyendas “arsénico” y “ácido prúsico”.
A comienzos del siglo XX, quienes compraban en una farmacia debían firmar un registro. La fiscalía indicó que la firma asociada al ácido prúsico no coincidía con la de las cartas de Orme.

Los fiscales también señalaron que, en una conversación con un amigo, Stephens predijo la muerte de Orme seis meses antes. Añadieron que expresó temor de que la mujer se casara con un médico con quien estaba comprometida y le dejara su riqueza.
La defensa insistió en que Stephens era una “devota compañera” de Orme y que no había pruebas de que hubiera adquirido y administrado veneno a su amiga.
Finalmente, el tribunal la absolvió y el juez comentó que “las verdaderas circunstancias de la muerte de la señora Orme probablemente nunca saldrán a la luz”.
El libro de Christie presenta similitudes con el caso. El personaje principal, Emily, muere por envenenamiento y, al igual que Orme, su cuerpo aparece en una habitación cerrada por dentro.
En la trama se revela que su compañera, Evelyn, la envenenó. Adquirió el veneno disfrazada y utilizó una firma falsa. El motivo del crimen fue la herencia.
Según The Conversation, la publicación de la novela introdujo una metodología criminal poco frecuente hasta entonces, ya que la estricnina, elegida como veneno en la historia, apenas había figurado en la literatura como recurso homicida. Además, los lectores conocieron por primera vez al detective Hércules Poirot, quien debutó en esa obra.
Durante el Festival Internacional Agatha Christie de 2022, la escritora india especializada en crímenes Manjiri Prabhu destacó la “interesante conexión” entre el asesinato y la novela debut de Christie. Varias décadas después, el paralelismo entre ambos casos aún atrae la atención de los seguidores.
Entertainment and Lifestyle,Europe
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Trump caps off 29th week in office with peace deal, celebrating 200th day of second presidency

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President Donald Trump has capped off his 29th week back in the Oval Office, which included celebrating his 200th day as the 47th president, completing revamps to the White House’s Rose Garden and an overall focus on the U.S. economy and international diplomacy that unfolded at a break-neck pace this week.
«In just 200 days, President Trump has turned America into the hottest country in the world,» White House spokeswoman Taylor Rogers told Fox News Digital, reflecting on Trump’s 200th day in office on Thursday. «Under Joe Biden’s failed leadership, families and businesses were struggling, and America was dead — but President Trump has quickly restored American greatness. The historic trade deals and peace deals he secured on behalf of the American people made President Trump’s second 100 days just as successful as the first.»
The first 100 days of a new administration have commonly been viewed as a symbolic benchmark to measure a president’s early successes. A White House official told Fox Digital that Trump’s measure of success was seen not only in the first 100 days, but also in the timeframe between the 100th day and Aug. 7 — the 200th day.
TRUMP WHITE HOUSE CELEBRATES LATEST CHAPTER OF WINS AT 200-DAY MARK
Economy and tariffs
Trump’s 29th week in office included an overall and ongoing focus on new business investments in the U.S. and new tariffs on foreign nations as the administration looks to bring parity to the U.S.’ historic trade deficit with other nations. The White House teased that Trump would make a major announcement on Wednesday, which ultimately revealed Apple had increased its U.S. investment commitment by $100 billion to $600 billion.
«Today Apple is announcing that it will invest $600 billion — that’s with a B — in the United States over the next four years. That’s $100 billion more than they were originally going to invest. And this is the largest investment Apple has ever made in America and anywhere else,» Trump said on Wednesday from the Oval Office, where he was joined by Apple CEO Tim Cook.
Trump’s announcement on the deal was one facet of this week’s focus on the U.S. economy. The president signed a pair of executive orders on Thursday allowing Americans to invest their 401(k) retirement plans in cryptocurrency, private equity and real estate, as well as another EO that works to ensure that banks do not «deny or restrict services based on political beliefs, religious beliefs, or lawful business activities,» according the EO.
Trump kicked off the week by announcing he would increase tariffs on India over the country’s continued purchase of Russian oil, with goods from India now facing a 50% tariff. The tariff hikes followed months of the U.S. and India holding trade negotiations that appeared to be all but solidified in July, but fell to pieces by August.
«Remember, while India is our friend, we have, over the years, done relatively little business with them because their Tariffs are far too high, among the highest in the World, and they have the most strenuous and obnoxious non-monetary Trade Barriers of any Country,» Trump wrote on social media on Wednesday.
TRUMP CELEBRATES 6 MONTHS BACK IN OFFICE: US ‘TOTALLY REVIVED’ AFTER BEING ‘DEAD’ UNDER BIDEN
«Also, they have always bought a vast majority of their military equipment from Russia, and are Russia’s largest buyer of ENERGY, along with China, at a time when everyone wants Russia to STOP THE KILLING IN UKRAINE — ALL THINGS NOT GOOD! INDIA WILL THEREFORE BE PAYING A TARIFF OF 25%, PLUS A PENALTY FOR THE ABOVE, STARTING ON AUGUST FIRST. THANK YOU FOR YOUR ATTENTION TO THIS MATTER. MAGA!» he continued.
Trump’s tariff plans aim to increase the amount of American-built products and U.S.-based companies, and the president said he would also impose a 100% tariff on imports of semiconductors and chips. Companies «building in the United States,» however, will be exempt from the tariffs, he said.
«100 percent tariff on all chips and semiconductors coming into the United States, but if you’ve made a commitment to build, or if you’re in the process of building, as many are, there is no tariff,» he said on Wednesday.
President Trump announced he will meet with Russian President Vladimir Putin in Alaska on Friday, Aug, 15. (Reuters)
International Diplomacy
Trump wrapped up the working week by holding a trilateral meeting with the leaders of Armenia and Azerbaijan to sign a peace agreement after the two nations have battled one another since the 1980s over a territorial conflict.
The White House said Friday that the two nations agreed to build a road connecting Azerbaijan and an autonomous enclave currently separated by Armenian territory. The road will be called the «Trump Route for International Peace and Prosperity,» according to the White House.
TRUMP HAS NOW BEEN IN OFFICE FOR SIX MONTHS, FOR THE SECOND TIME. HERE ARE THE HIGHLIGHTS
«The roadmap they are agreeing to will build a cooperative future that benefits both countries, their region of the South Caucasus and beyond,» White House spokeswoman Anna Kelly said Friday of the peace deal.
The peace deal comes as Trump continues working to reach a ceasefire agreement between Russia and Ukraine as the war that broke out in 2022 continues raging between the nations. Armenia and Azerbaijan are both former constituent republics of the Soviet Union.

Russian President Vladimir Putin and Ukraine President Volodymyr Zelenskyy. (Vyacheslav Prokofyev/Sputnik/Kremlin Pool Photo/Efrem Lukatsky/AP)
Trump said earlier this week that he is open to meeting with Russian President Vladimir Putin, which would mark the pair’s first meeting since Trump was sworn back into office this year.
«As President Trump said yesterday, the Russians expressed their desire to meet with President Trump, and the President is open to this meeting. President Trump would like to meet with both President Putin and President Zelensky, because he wants this brutal war to end. The White House is working through the details of these potential meetings, and details will be provided at the appropriate time,» White House press secretary Karoline Leavitt said in a statement on Thursday.
TRUMP HITS INDIA WITH 25% TARIFF OVER RUSSIA OIL PURCHASES
Trump confirmed on Friday that he would meet with Putin on Aug. 15 in Alaska.
«The highly anticipated meeting between myself, as President of the United States of America, and President Vladimir Putin, of Russia, will take place next Friday, August 15, 2025, in the Great State of Alaska. Further details to follow. Thank you for your attention to this matter!» he posted to Truth Social on Friday.

Trump gestures from the roof of the West Wing of the White House as he takes a tour on August 5, 2025, in Washington, D.C. (Win McNamee/Getty Images)
Rose Garden updates and Trump’s surprise roof appearance
Trump announced in March that he planned to renovate the historic garden with pavers, explaining that the grass «doesn’t work» and citing how the soft terrain was difficult for some visitors to navigate.
«We’re getting great reviews of the Rose Garden, and we had to do it,» Trump told reporters on Sunday of the update.
The area was officially paved over with a bright white patio boasting the White House’s emblem on its perimeter.
«When we had a press conference, you’d sink into the mud. It was grass, and it was very wet, always wet and damp and wet, and if it rained, it would take three, four, five days to dry out, and we couldn’t use it really for the intended purpose,» he added.
TRUMP APPEARS ON WHITE HOUSE ROOF AMID TALKS OF HISTORIC RENOVATIONS

Tables and chairs in the Rose Garden of the White House in Washington, D.C., on Friday, Aug. 8, 2025. Trump ordered updates to the Rose Garden in March. (Getty Images)
«It’s a beautiful white stone, and it’s a stone that’s the same color as the White House itself,» Trump said. «And because it’s very white, it’s going to reflect the heat, and it’s not going to be very hot. Yeah, we’ve got great reviews of the Rose Garden.»
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On Tuesday, the president made a surprise appearance on the White House roof, surveying the area from roof of the West Wing and the press briefing room. Reporters on the ground gathered near the president while shouting questions at him.
The appearance comes just days after Trump announced that he and private donors will fund an estimated $200 million cost of a new ballroom at the White House.
Fox News Digital’s Diana Stancy, Caitlin McFall and Anders Hagstrom contributed to this report.
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Nagasaki mayor issues chilling warning on 80th anniversary of atomic bombing

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As Japan marks the 80th anniversary of the atomic bombings, the mayor of Nagasaki is warning that the world could see the same kind of devastating attack again.
Approximately 2,600 people, including representatives from 90 countries, attended the memorial event on Saturday at Nagasaki Peace Park, according to the Associated Press. At 11:02 a.m., the exact time the bomb exploded over the city, the attendees held a moment of silence. Nagasaki Mayor Shiro Suzuki, whose parents survived the 1945 attack, addressed the crowd and called for global action against nuclear weapons.
«Conflicts around the world are intensifying in a vicious cycle of confrontation and fragmentation,» Suzuki told a crowd on Saturday, according to a translation by The Mainichi. «If we continue on this trajectory, we will end up thrusting ourselves into a nuclear war. This existential crisis of humanity has become imminent to each and every one of us living on Earth.»
Doves are released over the Peace Statue during a ceremony to mark the 80th anniversary of the U.S. atomic bombing at the Peace Park in Nagasaki, southern Japan on Saturday, Aug. 9, 2025. (Kotaro Ueda/Kyodo News via AP)
RUSSIA AND CHINA TICK DOOMSDAY CLOCK TOWARD MIDNIGHT AS HIROSHIMA BOMBING HITS 80 YEARS
Mayors for Peace, which brings together mayors and city leaders from across the globe, is holding its 11th General Conference in Nagasaki this weekend as the city mourns the tragic day. The organization’s aim is to abolish nuclear weapons, a point Suzuki emphasized in his remarks.
«In order to make Nagasaki the last atomic bombing site, it is essential to show a specific course of action for achieving the abolition of nuclear weapons. Procrastination can no longer be tolerated,» Suzuki said, according to The Mainichi.
The mayor also noted that the 2026 Review Conference of the Parties to the Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear Weapons (NPT) «will represent a crucial moment capable of swaying the fate of humanity.»
Every five years, world leaders meet to review the provisions of the NPT, which was opened for signature in 1968 and entered into force in 1970, 25 years after the bombings of Hiroshima and Nagasaki.

A woman prays during a private ceremony to honor the victims of the atomic bombing and to pray for peace on the 80th anniversary of the bombing at Nagasaki’s Hypocenter Park in Nagasaki, western Japan on Saturday, Aug. 9, 2025. (AP Photo/Eugene Hoshiko)
BUSINESS OWNER BEHIND MYSTERIOUS ‘REMEMBER HIROSHIMA’ PROTEST DOLL AT DISNEYLAND’S ‘SMALL WORLD’ RIDE REVEALED
The U.S. dropped two atomic bombs on Japan three days apart. The first was dropped on Hiroshima on Aug. 6, 1945, and the second was dropped on Nagasaki three days later, on Aug. 9. The bombs decimated both cities, leading to Japan’s surrender on Aug. 15, 1945, and later the end of World War II.
A bomb nicknamed «Little Boy,» weighing approximately 9,000 pounds and producing an explosive force equivalent to 20,000 tons of TNT, detonated 1,800 feet over Hiroshima, causing massive devastation. «Fat Man,» the bomb dropped on Nagasaki, weighed 10,000 pounds and detonated at approximately the same altitude as «Little Boy.»

Catholics hold torches as they walk from Urakami Cathedral for a peace march to Hypocenter Park, on the 80th anniversary of the bombing of the city, in Nagasaki, southwestern Japan, Aug. 9, 2025. (REUTERS/Issei Kato)
JAMES CAMERON SLAMS ‘OPPENHEIMER’ AVOIDING AFTERMATH OF ATOMIC BOMBINGS ON JAPAN AS ‘MORAL COP-OUT’
«I would like to express my deepest condolences for the lives claimed by the atomic bombings, and to all of the victims of war,» Suzuki said, according to The Mainichi. «In marking 80 years from the atomic bombing, Nagasaki has resolved to continue our duty to relay, both inside Japan and overseas, the memories of the bombing, which are a common heritage to all humanity and should be passed down for generations throughout the world.»
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He concluded with a declaration, which was also translated by The Mainichi: «I hereby declare that in order to make Nagasaki the last atomic bombing site now and forever, we will go hand-in-hand with global citizens and devote our utmost efforts towards the abolition of nuclear weapons and the realization of everlasting world peace.»
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