La diputada nacional Lila Lemoine le pegó otro torpedo bajo de la línea de flotación a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, al anunciar que consiguió dinero para cuatrocientos comedores, dejando así más en evidencia aún a la titular de la cartera social.

Lemoine salió a comunicar la comisión de Salud y Acción Social –que esperaba en vano el arribo de Pettovello– que por iniciativa propia consiguió, a través del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), «ayudar» a una ONG que reparte comida a cuatrocientos comedores. «Porque tengo presencia mediática pedí que por favor, si había comedores que no estuvieran recibiendo los alimentos, se contactaran conmigo y, efectivamente, se contactó conmigo una organización no gubernamental, que ayuda a cuatrocientos comedores”.

Las declaraciones de Lemoine hundieron aún más a la ministra, al explicar: «Mi despacho se dirigió, habló con la gente, presentaron los papeles y nos solicitaron el PNUD». «Nosotros hablamos con Capital Humano y en menos de 24 horas el PNUD fue otorgado», afirmó.

¿Si era tan fácil conseguir fondos para abastecer de alimentos a los más necesitados, por qué Pettovello nunca se molestó en hacerlo?. Fue el interrogante que compartió el resto de los diputados presentes.

El anuncio de la mediática cosplayer cayó en medio de la interna entre la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Capital Humano, que parece estar desaparecida en acción. Lemoine también fue sancionada en su momento por “El Jefe”, pero supo mantener su protagonismo a pesar de eso, a punto tal que fue una de las principales espadas que atacaron a  Marcela Pagano, cuando se resistió a abandonar la presidencia de la comisión de Juicio Político.

Cuando se dio cuenta que estaba enterrando a la ministra, Lemoine redobló su andanada.  «Quienes conozcan comedores que necesiten ayuda, no tengo ningún problema en recibirlos y hablar con quien tenga que hablar», ofreció, para inmediatamente aclarar: «Nosotros no lo entregamos como La Libertad Avanza, no lo promocionamos, no voy a decir quiénes son tampoco».

Los diputados no podían creer sus declaraciones, aunque ya están curados de espanto ante los procederes de los miembros de LLA. En ese marco, la diputada Paula Penacca salió inmediatamente a cruzarla, argumentado la existencia de «una confusión gravísima» sobre los roles de los diputados y las reglas de la democracia. «Lo bondadosa que se ha mostrado aquí la diputada propinante puede conmovernos pero no resuelve los problemas de la Argentina, no resuelve los problemas de un ministerio que tiene toneladas de comida en un ministerio pudriéndose», enfatizó.

Penacca inmediatamente sugirió, en tono sarcástico, que Lemoine «podría ocupar el ministerio porque la ministra Pettovello no pudo ordenar ninguna auditoría sobre ningún comedor y tiene la comida pudriéndose». Y a continuación sugirió: «Podemos armar una fila del hambre en la puerta del despacho de Lemonie pero planteaba que recibió a una asociación civil que administraba o generaba la posibilidad de que cuatrocientos comedores le brindaran alimentos a las personas. En 24 horas solamente parece que pudo analizar, recorrer y corroborar que cuatrocientos comedores efectivamente hicieran eso y otorgarles, no sabemos cómo, porque no es la competencia de los diputados disponer de fondos de organismos internacionales para que esa asociación estuviera financiada por el estado nacional y pudiera seguir ejerciendo esa tarea», subrayó

Lemoine aclaró inmediatamente que «comprendieron mal» su intervención. «En ningún momento dije que auditamos cuatrocientos comedores en un día», ya que eso sería «muy de bruto» y quien hubiera entendido así «muy brillante no es».

Sin embargo, su eficacia para gestionar frente a la incapacidad manifiesta de Pettovello es algo que no se le escapó a nadie y la mayoría de los presentes entendió que, bajo su aparente ingenuidad, se estaba postulando para encabezar el desafortunado ministerio.

Las peleas en LLA no dejan de retroalimentarse. Sobre todo las provocadas por la ex vendedora de tortas, Karina Milei, quien parece decidida a ser la única mujer en el universo masculino en el que pretende convertir al gabinete de su hermano. A esta altura de los hechos no queda en claro precisamente que “la libertad avanza”, aunque la misoginia seguro que lo hace y a paso redoblado. (www.REALPOLITIK.com.ar)

COMENTÁ / VER COMENTARIOS