Armie Hammer cerró el año realizando un balance sobre el escándalo que le costó su carrera artística y brindó un pantallazo acerca de cómo transcurren hoy sus días, alejado de las cámaras, los sets y los eventos más exclusivos de Hollywood.

La estrella de Llámame por tu nombre, que vio cómo su futuro dentro de la industria del entretenimiento se desvanecía ante sus ojos luego de que una mujer lo acusara de violación y otras afirmaran que compartía fantasías violentas y caníbales con ellas, admitió anteriormente haber engañado a su entonces esposa Elizabeth Chambers, pero negó rotundamente haber cometido ningún delito. La policía de Los Ángeles lo investigó por agresión sexual, pero finalmente no fue acusado.

Hammer reveló este martes, en el podcast Your Mom’s House, conducido por los comediantes Christina Pazsitzy y Tom Segura, que actualmente vive en lo que él llama un “departamento diminuto” y que mientras se ocupa de su propio podcast, prepara su regreso a las grandes ligas. En un intento por explicar por qué su historia acaparó la atención de la prensa y el público en plena pandemia, el actor indicó: “El mundo parecía desmoronarse y la gente estaba profundamente descontenta con su vida. Y entonces aparece esta historia lasciva en la que un actor quiere asesinar y comerse a la gente. Y, de repente, todo el mundo dice: ‘Oh, es mucho más divertido centrarse en esto que en el hecho de que no puedo salir de mi sala de estar’”.

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“Y luego comenzó a sumarse una historia, y otra, y otra, y otra…”, continuó. E intentando poner un ejemplo sobre lo que él considera que sucedió, le dijo a los conductores: “Hay un clip de ustedes hablando donde dicen: ‘Tom me dijo cuando empezamos a salir que quería romperme la cabeza y quedarse con mi cerebro o lo que sea’. Y vos decís: ‘No. Eso no fue lo que dije. Todo lo que dije es que te amo tanto que quiero aplastar tu cabeza contra la cómoda’. Pero ahora imaginen si ustedes terminaran y Christina sacara su parte de esa conversación y solo dijera, ‘Tom dijo que quería aplastar mi cabeza contra una cómoda’ y lo dijera con cara seria. Todos dirían, ‘Obviamente es un abusador doméstico’”, dijo Hammer, quien es padre junto a Chambers de Harper, de 9 años, y Ford, de 7.

El actor también contó que le gusta atar a sus parejas y reveló que practicaba con un maniquí que compró en una tienda departamental. “Me gusta la idea de que seas completamente mía. Sí. Puedo hacer lo que quiera y a vos te encanta porque sabés que sos mía”, señaló. “Y, en fin, es divertido hablar de este tema de la posesión. Y, por cierto, especialmente si estás borracho o drogado por la noche y estás enviando mensajes de texto. Y mientras lo decís, te estás riendo para tus adentros, como si te dijera: ‘Te voy a cortar el dedo del pie y lo guardaré en mi bolsillo para tener un pedazo de ti dondequiera que vaya’”, disparó Hammer.

Y explicó: “Si alguien tomara las conversaciones de dormitorio de alguien, específicamente, si la gente estaba pasando un rato sexy, y tomara la mierda que dijeron, incluso si fuera completamente normal, y lo leyeras en otro lugar fuera de contexto, todos dirán: ‘Ustedes son jodidamente repugnantes’”, agregó Hammer.

Cuando le consultaron si sintió que perdía la cabeza cuando estalló el escándalo, el actor indicó: “Creo que estaba más bien en modo de pánico total. Estaba la máscara con la que realmente no me identificaba, pero todos pensaban que era yo, que se convirtió en una especie de red de seguridad e identidad. Y luego, cuando eso se rompe y todos dicen: ‘Ya no nos gusta este tipo. Lo odiamos’. Es duro. Quiero decir, había artículos que aseguraban que era caníbal y todo eso… Y creo que, en marzo de 2021, era la quinta persona más buscada en Google en el mundo. Y todo era negativo”.

“Te quedas ahí parado, desnudo, frente al mundo, con todas tus inclinaciones o tus perversiones siendo juzgadas por millones de personas. Esa mierda es dura”, señaló.

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Sin embargo, reconoció: “Las personas eran como mi bolsa de droga con piel. Que la gente quisiera tener sexo conmigo, tener sexo con gente, hacer todas esas cosas, me daba una sensación de poder. Me daba una sensación de validación. Yo elegía a esas chicas y las llevaba en un viaje vertiginoso de un mes y medio, viajes por carretera, viajes, lo que sea. Hacíamos todas estas cosas. Teníamos un sexo genial. Todo era increíble. Y luego, al final, les decía: ‘¡Buen trabajo! ¡Somos un buen equipo!’. Y luego me iba a hacerlo con otra persona y dejaba a la persona con la sensación de: ‘Espera. Acabo de ser absorbida por este tornado y sentí que este era mi lugar de vez en cuando y luego me dejé caer”.

Hammer, que en su momento contó que un pastor evangelista había abusado de él cuando tenía 13 años, aseguró que después de que estalló el escándalo pasó un buen tiempo reflexionando sobre sus acciones. “Creo que hay aspectos de mi comportamiento que no provienen del lugar más sano, pero también había otros que eran simplemente expresiones de mi propia sexualidad. Así que tuve que analizar todo eso y descubrir qué provenía del lugar correcto y qué provenía de un trauma”.

“También soy muy consciente de que mi hija y mi hijo llegarán a un punto en el que, cuando vayan a terapia, dirán: ‘Yo también odio a mi padre’”, señaló. Y admitió: “Creo que en lo más profundo, inconscientemente, quería que me atraparan”.