POLITICA
Caso $Libra: El oficialismo busca bloquearla y la oposición ya analiza escenarios y rupturas

Tensiones políticas y estrategias en torno al caso $Libra: oficialismo y oposición se preparan para la Comisión Investigadora
La disputa por el control de la Comisión Investigadora del caso $Libra ha generado intensos movimientos políticos en el Congreso, con reuniones clave y estrategias enfrentadas entre el oficialismo y los bloques opositores. Según informó un medio especializado, la conformación de esta comisión, prevista para el próximo miércoles, ha puesto en marcha una serie de maniobras tanto dentro del oficialismo como entre los sectores opositores, quienes buscan inclinar la balanza a su favor en un escenario de equilibrio político delicado.
De acuerdo con el medio, el oficialismo ya ha comenzado a delinear su estrategia en reuniones con aliados del PRO y los radicales del nuevo bloque conocido como los “peluca”. Sin embargo, la ausencia de tres diputados clave en el encuentro más reciente ha generado interrogantes sobre la cohesión de este frente. Entre los ausentes se encuentran Lisandro Nieri, diputado radical por Mendoza; Soledad Carrizo, representante por Córdoba; y Agustín Domingo, del bloque Innovación Federal por Río Negro. Aunque estas ausencias podrían explicarse por el regreso de los legisladores a sus provincias, también se vinculan con tensiones internas, particularmente entre los radicales, quienes responsabilizan a Martín Menem por la ruptura del bloque que derivó en la salida de los “peluca”.
El impacto de decisiones gubernamentales en el equilibrio político
El medio detalló que la situación política en Río Negro ha sido especialmente relevante en este contexto. La decisión del Gobierno de descartar la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) en la provincia habría influido en el cambio de postura del gobernador Alberto Weretilneck, quien en 2023, como senador, apoyó la Ley Bases. Este cambio podría alterar los planes de La Libertad Avanza y de los bloques opositores, ya que el voto de uno de estos tres legisladores ausentes podría romper el empate actual de 14 votos a favor y 14 en contra, inclinando la balanza hacia la oposición.
La presidencia de la comisión, un punto de disputa clave
En la reunión del oficialismo, se discutió la posibilidad de insistir en que la presidencia de la comisión recaiga en sus filas. Entre las opciones consideradas se encuentran las diputadas Nadia Márquez y Paula Omodeo. Sin embargo, la figura de Márquez ha generado controversia, ya que enfrenta antecedentes legales que incluyen una suspensión de juicio por “estafas y otras defraudaciones” a principios de los años 2000. Según la ley de Ficha Limpia de Neuquén, este antecedente le impide postularse a cargos electorales en su provincia, lo que podría complicar su candidatura para liderar la comisión.
Por su parte, los bloques opositores han señalado que buscarán quedarse con la presidencia de la comisión como parte de su “plan A”. Un diputado opositor citado por el medio expresó: “Es lógico, ellos no la votaron, ¿cómo van a pedir presidirla?”. Para lograr este objetivo, los bloques de Unión por la Patria (UP), Encuentro Federal, Coalición Cívica (CC) y Democracia necesitan sumar un voto adicional a sus 14 actuales o, en su defecto, que algún legislador oficialista se ausente. Entre las opciones opositoras para presidir la comisión se encuentran Soledad Carrizo por el radicalismo, Oscar Agost Carreño por Encuentro Federal, Carolina Gaillard por UP y Fernando Carbajal por Democracia.
El plan B: una estrategia más compleja
En caso de no lograr el control de la presidencia, los bloques opositores han diseñado un “plan B” que contempla dos etapas. La primera consiste en llevar el tema al recinto para rechazar el armado de los interbloques, lo que implicaría reducir la integración de la comisión de 28 a 24 miembros. Este movimiento buscaría debilitar la posición del oficialismo y sus aliados.
La segunda etapa del plan apunta directamente al presidente de la Cámara, Martín Menem, a quien los legisladores opositores han advertido sobre posibles represalias políticas. Según el medio, los opositores han señalado que, si el oficialismo bloquea la comisión, ellos respaldarían a Marcela Pagano en su disputa por la presidencia de la Comisión de Juicio Político. Un diputado opositor resumió esta postura con la frase: “Las avivadas se pagan”.
Un escenario político en constante evolución
El caso $Libra y la conformación de la comisión investigadora han puesto de manifiesto las tensiones y divisiones internas tanto en el oficialismo como en la oposición. Las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener un impacto significativo en el equilibrio de poder dentro del Congreso, así como en la capacidad de los bloques para avanzar en sus respectivas agendas políticas. Según el medio, la balanza podría inclinarse con el voto o la ausencia de un solo legislador, lo que subraya la fragilidad del escenario actual.
POLITICA
El PJ bonaerense no lograr cerrar un acuerdo sobre la elección y aumenta la desconfianza interna

La discusión sobre la suspensión de las PASO en la provincia de Buenos Aires parecía ser el último escollo antes de empezar a discutir las listas de candidatos. Con el desdoblamiento consumado, Axel Kicillof se había dispuesto a esperar que el kirchnerismo colaborara con su decisión de dar de baja las elecciones primarias este año. Se habían abierto las puertas de un acuerdo.
Un mensaje público de Cristina Kirchner alineó voluntades en el mundo K y la suspensión obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores de la Legislatura bonaerense. Esta semana se iba a convertir en ley en la Cámara baja, pero la muerte del Papa Francisco trastocó los planes. La semana entrante las PASO ya no deberían ser un tema de agenda. Su suspensión será aprobada en la Cámara de Diputados.
Las fricciones actuales son por los plazos en la organización del proceso electoral. Kicillof pidió estirar los márgenes de tiempo entre la elección provincial, el cierre de listas y la presentación de boletas. El cristinismo lo rechazó en primera instancia. Una parte de la oposición, también.
Entonces, la Junta electoral de la Provincia de Buenos Aires envió una carta a Alexis Guerrera, presidente de la Cámara de Diputados, para que tenga en cuenta poner en discusión la modificación de los plazos. Los actuales, marcados por ley, consideran que serán inviables. “Habría que revisar y oficializar 10.000 candidatos en 10 días”, indicaron.
El reproche que comenzó a girar en los cuarteles del kirchnerismo y el massimo le apuntan a Kicillof. Fue el Gobernador el que decidió desdoblar, aún sabiendo las complicaciones que conllevaba la organización de la elección antes de los comicios nacionales y solamente en el área bonaerense. Esa es la factura que le mandan al mandatario.
En esa línea de tiempo de tironeos y reproches hay una postura constante dentro del kirchnerismo. La dirigencia, en su gran mayoría, sigue enfrascada en una discusión sobre el formato de la elección de medio término. Como si se hubiesen quedado en el tiempo, aferrados a un debate poco entendible sobre formas y fechas.
En el peronismo bonaerense lo saben y lo aceptan, pero no lo pueden resolver. No se pueden escapar de las negociaciones y las discusiones del marco electoral. Llevan cuatro meses sin poder resolver, en el interior de la coalición, cómo ordenar las elecciones de este año. Una historia sin fin.
Mientras el tiempo pasa y las discusiones se repiten, las chicanas toman protagonismo. En las últimas horas, La Cámpora acusó al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, de impedir que se cuelguen carteles de Cristina Kirchner en las calles del municipio. “Ni lloramos ni nos quejamos”, escribió Máximo Kircher junto a un video alusivo que compartió.
Dos dirigentes de su entorno, como Facundo Tignanelli y Emmanuel González Santalla siguieron su línea en las redes. “Hay que ser cachivache para mandar un patrullero a bajar carteles de Cristina”, escribió el matancero, que preside el bloque de diputados de Unión por la Patria (UP). “Compañeros nosotros a militar, a construir para nuestro pueblo, junto a Cristina. Que no nos distraigan”, fue el mensaje del dirigente de Avellaneda.
La guerra entre La Cámpora y Ferraresi parece no tener fin. La convivencia es cada vez más conflictiva y las acusaciones aumentan su tenor cada semana que pasa. Días atrás, el camporismo apuntó contra al intendente de Ensenada, Mario Secco, otro ladero de Kicillof, acusándolo de bloquear una iniciativa en la Legislatura de Brandsen para la puesta en marcha de una hidroeléctrica.
Esos idas y vueltas van colmando la paciencia de una gran parte de la dirigencia que mira desde afuera y que nota como el peronismo bonaerense se va tomando distancia de la realidad de la gente. La posibilidad de acuerdo se aleja y se acerca cada día. Ese desgaste lo padecen todos, desde Cristina Kirchner y Axel Kicillof para abajo.
Según varias encuestadoras, el peronismo tiene como ventaja la gran posibilidad de absorber el voto en rechazo a Milei. Es decir, aquellos que, después de un año y medio de gestión, son refractarios al Presidente y su espacio político, y pueden canalizar en el mayor núcleo opositor sus votos en castigo al oficialismo. Es un voto por venganza, no por amor.
Una vez que se salde la discusión por los plazos, llegará la instancia más determinante: la negociación por las listas. De esa negociación, espesa y tediosa, saldrá la unidad o la ruptura. No hay camino del medio. De ambos lados repiten que la intención de siempre es sellar un acuerdo. Pero, en ambos lados también, hay quienes reconocen que con las pulsaciones al máximo, si las negociaciones se truncan, el peronismo puede terminar quebrado.
Si eso ocurriera, la derrota sería inevitable. La fractura expuesta del peronismo tiene un solo resultado posible que es el triunfo de La Libertad Avanza (LLA). Sobre todo si termina de sellar un acuerdo con el PRO o algunos dirigentes de ese espacio. Por eso la unidad está dispuesta a cerrarse a cualquier precio, lo que implica que la degradación del espacio – como consencuencia de las innecesantes peleas – puede ser vertiginosa.
En el cristinismo mantienen viva la posibilidad de que CFK sea candidata en la tercera sección electoral. En el Frente Renovador sucede lo mismo pero con una posible candidatura de Sergio Massa en la primera sección. ¿Qué haya una lista peronista que compita contra ellos es una posibilidad? Sí, pero poco viable. Solo aparecería ese escenario en un caso extremo, de explosión del peronismo bonaerense.
“Aunque acordemos, aunque logremos la unidad, la desconfianza entre nosotros va a quedar, va a seguir”, se sinceró un intendente que forma parte del campamento cristinista.
Otro intendente, pero del lado de Kicillof, delineó otra mirada: “Hay que superar por dentro el liderazgo de Cristina. Ella no tiene nadie abajo, porque lo que estaba abajo era Axel y a nadie se le puede hacer creer que Axel es un traidor”.
Un tercer intendente, que forma parte el espectro ultra K, planteó: “CFK no va a regalar su conducción en una mesa de negociación. En una gran jugada política, lo atrapó a Axel en la unidad. Si rompe es porque se quiere llevar un porcentaje más grande en el poroteo”.
El debate político del peronismo sigue esos carriles. Un idea y vuelta de reproches permanentes. “El árbol les está tapando el bosque a los dos sectores”, reflexionó un dirigente importante del conurbano. Y agregó: “Hay que ceder en algún momento”.
Quién cede y de qué forma es, tal vez, el meollo del debate interno de esta instancia. Nombres, candidatos y porcentajes. De eso se trata. Mientras tanto, a Massa, un accionista importante de la cúpula peronista, le escucharon decir en sus oficinas de avenida Libertador que está a la espera de que se pongan de acuerdo de una vez. “No me meto más. Espero que se pongan de acuerdo. Después veré qué hacer”, le dijo a uno de sus interlocutores frecuentes. El hartazgo por la indefinición llegó a todas las arterias peronistas.
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POLITICA
La despedida del Papa: poca presencia de dirigentes argentinos en el adiós a Francisco

La despedida del Papa Francisco este sábado en el Vaticano finalmente tendrá poca presencia de dirigentes y políticos argentinos. Sí contará con la participación del presidente Javier Milei -que viajó con una comitiva-, pero no habrá muchos dirigentes de peso más.
Desde el plano político, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, decidió quedarse en la Ciudad para participar de la misa que se hará en la Catedral porteña que funcionará como espejo de lo que sucederá en el Vaticano. La misa la encabezará el Arzobispo Jorge García Cuerva.
Del distrito viajará el secretario General y de Relaciones Internacionales de la Ciudad Fulvio Pompeo y la Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, María Morales Gorleri.
Axel Kicillof tampoco viajará y no envió a ningún funcionario.
Si estará presente el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti que estaba en Roma por cuestiones laborales y fue uno de los que despidió al Papa durante los últimos días.
El caso de los diputados y senadores quedó zanjado y finalmente el Congreso no pagará los gastos de ninguna comitiva. La idea de arma un grupo de representantes del Congreso la impulsó el jefe del bloque K Germán Martínez quien le pidió abiertamente a Martín Menem que hiciera «todo lo necesario» para que haya representación legislativa.
Menem con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, decidieron no costear ninguna comitiva y dejara que cada legislador que le desee pague de su bolsillo el viaje.
El que no viajó fue Juan Grabois. El líder piquetero tenía un vínculo cercano con Francisco pero decidió no estar. Su agrupación mandó como representante a Sergio Sánchez, un cartonero que había estado en la asunción de Francisco como Papa.
Por «cuestiones de seguridad», el Gobierno decidió no informar dónde se hospedará el presidente Javier Milei durante su visita a Roma para asistir al funeral del papa Francisco.
Durante su estadía de 24 horas en la ciudad italiana, el jefe de Estado y la comitiva presidencial no harán uso de las instalaciones de la Embajada de Argentina en Roma al considerar que «no está en condiciones».
El jefe de Estado fue al Vaticano junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el canciller Gerardo Werthein; y las ministras Patricia Bullrich (Seguridad) y Sandra Pettovello (Capital Humano).
POLITICA
Santa Fe: la elección constituyente anticipó la disputa nacional en el peronismo y crece la tensión

El desempeño de Juan Monteverde en las elecciones constituyentes de Santa Fe despertó algunas incógnitas dentro del peronismo local. ¿Está en condiciones de encabezar la lista de diputados en octubre? Antes de responder esa pregunta, la provincia tiene otros comicios por resolver: el destino de algunas Intendencias y la renovación de otros Concejos Deliberantes, entre ellos, el de la ciudad de Rosario. En ese territorio es donde el líder de Ciudad Futura busca imponerse sobre Juan Pedro Aleart, el candidato de La Libertad Avanza que le garantizó el único triunfo al gobierno nacional. Según pudo reconstruir Infobae, el PJ busca acercar posiciones con Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman para lograr una unidad más representativa, pero la lista para la disputa por las bancas en la Cámara de Diputados recién comienza.
Agustín Rossi era el nombre cantado para encabezar la lista para octubre, incluso antes de que se realizaran las elecciones para los convencionales. De hecho, en una reciente entrevista con el streaming Gelatina, el ex candidato a vicepresidente lo confirmó: “Voy a ser candidato a diputado nacional. Estoy trabajando hace tiempo en la provincia para lograr una lista lo más unitaria posible con compañeros de comprobada adhesión a nuestras ideas”.
Las declaraciones de Rossi no sorprendieron a nadie. “Es algo que él viene planteando hace bastante tiempo”, reconocen dentro de la alianza Más Para Santa Fe, que conformaron la Corriente de la Militancia, Ciudad Futura, el Frente Renovador y el Movimiento Evita en las últimas elecciones. Sin embargo, aseguran que al ex diputado siempre le aclararon que lo prudente sería esperar al resultado de la elección de junio y, con esos números, empezar a negociar los nombres. Sería de esperar que cada partido busque imponer su fuerza según los distritos ganados.
Nadie confirma ni desmiente que Monteverde pueda llegar a pelear por encabezar la lista, pero sí se descuenta que participará activamente del armado de la nómina con algún otro representante de Ciudad Futura. “Queremos tener un grado de unidad más grande”, aclaran en el entorno del concejal. Hasta en el oficialismo saben que su principal objetivo es suceder a Pablo Javkin en la Intendencia de Rosario y, para eso, debe vencer al ex periodista que cosechó una amplia victoria en la última elección.
Según pudo saber Infobae, hace pocos días existió una reunión entre Monteverde y Rossi, donde el líder de Ciudad Futura habría confirmado que no está interesado en pelear por una banca nacional. Algunos ven con desconfianza que renueve su escaño en el Concejo Deliberante, que represente al frente Más Para Santa Fe en la Convención Constituyente y, a la vez, emprenda una campaña para la Cámara de Diputados. “Sería otra vez creer que un dirigente mesiánico nos puede salvar”, analizan los peronistas. Otros creen que los rumores sobre las ambiciones de Monteverde provienen de un acuerdo con el Movimiento Evita para, al final de la pulseada, imponer a Eduardo Toniolli.
“Estaría rompiendo acuerdos previos”, advierten en el peronismo santafesino, alertados por los rumores, y adelantan que se opondrán a cualquier tipo de ambición personal de Monteverde. Además, aunque el PJ local festejó el resultado electoral, que los dejó posicionados como los principales opositores a Maximiliano Pullaro, saben que el volumen de votos cosechados no es suficiente para la batalla nacional. “Con los 14 puntos que Juan sacó metemos sólo un diputado, necesitamos llegar a 30 puntos para meter dos”, alertan.
Pese a los cortocircuitos, el peronismo busca mantener la unidad y acercar posiciones con Lewandowski y Sukerman, los candidatos que compitieron por fuera del sello. Incluso esperan armar un interbloque en la Convención Constituyente con el ex candidato a gobernador, quien cosechó 4 convencionales, que se sumarían a los 12 de Más para Santa Fe.
En lo que no hay disidencia es en el malestar que generó el llamado de Pullaro a iniciar la reforma de la Constitución el próximo 14 de julio. El PJ le había trasladado al gobernador su postura de empezar las sesiones en febrero o marzo del 2026 y no en medio del proceso electoral de las elecciones generales locales y las legislativas nacionales. “No le importa nada de la reforma, sólo su reelección. Va a ser una reforma exprés de espaldas a la sociedad”, protestaron.
Además, en un comunicado de Más para Santa Fe alertaron que la participación electoral en la elección de convencionales fue “la más baja desde el regreso a la democracia, superando apenas el 50%”. “Este dato resalta un récord de indiferencia por parte de la sociedad santafesina, que no se veía desde 1983. Este hecho debe servir como un llamado de atención, ya que la sociedad no formó parte activa del debate previo a la reforma, ni tampoco lo hicieron los partidos políticos, salvo algunas excepciones”, agregaron.
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