La AFA excluyó a los equipos de San Luis de los torneos nacionales en rechazo a la decisión del gobernador Claudio Poggi de intervenir un club por supuestas irregularidades. La medida impulsada por Claudio «Chiqui» Tapia es también un mensaje para Javier Milei y Mauricio Macri ante la sospecha de una jugada política en contra de Boca.

El Consejo Federal de Fútbol informó este martes que suspendió la suspensión de la Liga Sanluiseña hasta que cese la intervención política del club San Luis FC, ordenada por Poggi a fines de diciembre. La AFA había dado una semana para que se revierta la medida, pero no obtuvo respuesta.

La decisión se da en el marco de los estatutos de AFA y FIFA que rechazan de plano las injerencias políticas en clubes o asociaciones, y disponen la inmediata exclusión de las competencias oficiales. Es una manera de evitar que los gobiernos controlen a los clubes.

La medida del Consejo implica que el equipo femenino de San Luis FC no podrá participar de la Primera División, a la que acaba de ascender, y tampoco los equipos masculinos del Club Atlético Juventud Unida Universitario y Club Sportivo Estudiantes podrán hacerlo en el torneo Federal A.

El San Luis FC fue creado hace dos años y tuvo un ascenso meteórico en el fútbol femenino, al calor de beneficios económicos de la gestión de Alberto Rodríguez Saá. Tan íntima es la relación política que la presidenta del club era la exsecretaria de Deportes, Cintia Ramírez. Para la gestión Poggi, Ramírez desvió millonarias sumas a su equipo, incluidos 300 millones que mandó 48 horas antes de dejar el cargo. El club además estaba vinculado a la Universidad de La Punta, también intervenida por Poggi, y en el actual Gobierno afirman que no tiene socios ni documentos.

Claudio Poggi

La drástica decisión de la AFA tiene como trasfondo la pelea de Macri por Boca, que parece no haber abandonado a pesar del contundente triunfo de Juan Román Riquelme en las elecciones.

Según supo LPO, en el entorno de Chiqui Tapia sospechan que Macri y Milei podrían intentar alguna maniobra a través de la Inspección General de Justicia, en base a las denuncias que el macrismo agitó en la previa de las elecciones.

Aunque la relación de Tapia y Riquelme no pasa por el mejor momento, en la AFA saben que una intervención en Boca sería un terremoto político que podría llegar hasta la entidad que rige todo el fútbol.

La decisión de rechazar la injerencia política es también un mensaje de rechazo a la jugada de Milei de impulsar las Sociedades Anónimas, habilitadas en el mega DNU. La AFA rechazó por unanimidad las SA el mes pasado y Tapia ya avisó que excluirán a cualquier club que adopte ese modelo.