El pelo a veces se resiste a mantenerse limpio y pareciera que se ensuciara rápidamente después de lavarlo. Para prolongar la sensación de limpieza y frescura que tenés tras la ducha, estos consejos pueden servirte.

Elegí los productos adecuados: es crucial para mantener el cabello limpio. Usá shampoos y acondicionadores diseñados específicamente para tu tipo de pelo para evitar que se ensucie rápido. Si tenés el cuero cabelludo graso, optá por productos que controlen la producción de grasa. Para el pelo seco, buscá productos hidratantes que no lo dejen pesado.

Enjuagá bien tu pelo en la ducha: enjuagá completamente el shampoo y el acondicionador. Los residuos de productos pueden acumularse y contribuir a que el pelo se vea sucio más rápidamente. Dejá la limpieza de tu pelo para el final, para evitar que el jabón del cuerpo lo engrase una vez enjuagado.

Mantené tu cepillo limpio: éstos acumulan aceites naturales, residuos de productos y células muertas del cuero cabelludo. Límpialos regularmente sumergiéndolos en agua tibia con unas gotas de shampoo suave. Un cepillo limpio ayuda a distribuir los aceites naturales de manera uniforme, manteniendo el pelo limpio más tiempo.

Evitá tocar constantemente tu pelo: el contacto excesivo con el cabello puede transferir aceites, restos de maquillaje y suciedad de tus manos a tu melena. Evitá pasarte las manos por el cabello si no es necesario, ya que esto puede estimular las glándulas sebáceas y aumentar la producción de grasa.

Usá shampoo en seco o papeles antibrillo: son aliados para mantener el pelo más limpio entre lavados. El shampoo en seco absorbe el exceso de grasa y proporciona volumen, mientras que los papeles antibrillo son perfectos para eliminar el brillo no deseado en el cuero cabelludo.

Fuente: Ideal