POLITICA
El Gobierno pretende eliminar una ley que obliga a pedir aprobación parlamentaria para tomar deuda
Dentro de la «ley ómnibus” que el oficialismo envió al Congreso existe un artículo que deroga la obligación de consentir el permiso de ambas Cámaras legislativas para que el Ejecutivo solicite préstamos en moneda extranjera.
Entre los muchos artículos que la denominada ley “ómnibus”, que el presidente Javier Milei envió al Congreso para su tratamiento, se incluye una desregulación hecha a la medida del ministro de Economía, Luis Caputo.
Se trata de la derogación de un artículo de la llamada “Ley Guzmán”, porque fue incluida por el ex titular del Palacio de Hacienda en la gestión del Frente de Todos, Martín Guzmán, que obliga al Ejecutivo a pedir permiso al Congreso para tomar deuda externa.
La normativa número 27.161 que lleva el nombre de “Ley Fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública”, fue sancionada por el Congreso en marzo de 2021, con el fin de limitar la capacidad de endeudamiento del Estado en moneda extranjera sin autorización parlamentaria previa.
Este punto es uno de los que el Gobierno de La Libertad Avanza, pretende eliminar bajo el capítulo IV, titulado “Operaciones de Crédito Público”, incluido en el paquete de medidas de reforma del Estado que entregó el oficialismo ayer por la tarde al Congreso para que sea evaluado.
De este modo, la nueva regulación pretende que el Poder Ejecutivo deje de necesitar autorización parlamentaria para tomar deuda en moneda extranjera por encima del límite que indica el Presupuesto corriente. Es decir que el ministro de Economía pueda emitir bonos o solicitar préstamos externos sin límites.
La única medida que requerirá de la autorización de ambas Cámaras legislativas será el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para el cual sí el Poder Ejecutivo deberá contar con la aprobación del Parlamento.
POLITICA
El Gobierno cruzó a la CGT tras el rechazo al diálogo: “De vuelta a la mesa, señores”
El vocero presidencial, Manuel Adorni, salió al cruce de la Confederación General del Trabajo (CGT), luego de que la cúpula de la central obrera decidiera este jueves retirarse del “diálogo social” con el Gobierno y el sector empresario.
Si bien aseguró que “el diálogo no está cortado y sigue abierto como estuvo siempre”, Adorni consideró que “no es momento para levantarse de ningún lado, sino para sentarse a debatir”.
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“Todos conocemos la situación laboral y lo que viene sucediendo con el empleo privado en los últimos diez, doce o quince años. Todos sabemos lo que le pasa a un empresario, grande o pyme, cuando quiere contratar un empleado. Todos conocemos el elevadísimo nivel de informalidad y el nivel miserable de salarios que promedia la Argentina medido en dólares”, señaló el vocero este viernes, en su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada.
Es por esas razones, planteó, “que no es momento de levantarse, sino de sentarse y plantear disidencias, inconsistencias y, si lo consideran, algunas propuestas superadoras en algunos puntos”. “Pero de ninguna manera es momento de levantarse. Es momento de dialogar, de encontrar consensos y avanzar”, dijo Adorni.
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El portavoz de Javier Milei apuntó contra los jerarcas sindicales: “Quienes representan a los trabajadores son una parte muy importante de todo esto, tal vez los más experimentados en la decadencia que viene sufriendo la Argentina en los últimos 40 años en términos laborales y en cómo los trabajadores, a pesar de que parecen ser cada vez más representados, tienen una peor situación laboral”.
“Así que, como también son parte de lo que viene pasando, no estamos de acuerdo en que se hayan levantado. Hay que sentarse, discutir, debatir para que los trabajadores estén cada vez mejor. De vuelta a la mesa, señores”, sentenció Adorni.
Este jueves, La Comisión Directiva de la central obrera se reunió el jueves en la sede central de la calle Azopardo para redefinir su vínculo con Milei. En el encuentro, los máximos referentes de la central obrera decidieron rechazar su participación en una mesa de negociación con el Gobierno y empresarios y participar de la movilización del 7 de agosto a San Cayetano.
“No estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de negociación y conversación tripartita”, dijo Héctor Daer y agregó: “No va a ir a esa discusión, porque lo que queremos discutir es cómo generamos empleo, discutimos el salario y generamos trabajo digno y desarrollo del país”.
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La reunión, pautada desde principios de mes, coincidió con la reglamentación de la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, y el avance de las negociaciones para implementar la reforma laboral.
El encuentro fue encabezado por los tres cosecretarios que conforman el triunvirato Héctor Daer (Sanidad) Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) Pablo Moyano (Camioneros).
Manuel Adorni, CGT
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