El Foro de Davos no fue todo lo que Javier Milei esperaba. Su discurso le alcanzó para convertirse -después de Donald Trump– en el primer político más asociado a Davos en las redes sociales, pero las reacciones y la conversación digital que generó fue un 75 por ciento menor a las que provocó su estreno en ese foro, en 2024.
El concepto «ideología de género» fue el más repetido en torno a «Milei» el 23 de enero, un efecto que claramente el Presidente y sus estrategas fueron a buscar. De todos modos, tras el discurso en el que asoció la pedofilia a la homosexualidad, los comentarios negativos por su presentación ganaron el balotaje dialéctico en redes, con un 51% de menciones en ese sentido. El rechazo fue del 61% si solo se tienen en cuenta los comentarios en castellano.
Los datos provienen de un relevamiento de la consultora Ad-Hoc que el Gobierno podría desacreditar como el Presidente hizo cuando todo el amplio abanico de encuestas registró una baja en su imagen de 6 puntos, que luego recuperó.
Como sea, el jefe de Estado sintió que era necesario relativizar sus palabras y negar el sentido de sus dichos. Lo hizo a su manera, con advertencia a la prensa, a la oposición y al jefe de Gobierno Jorge Macri. “Somos liberales. El respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo es parte de nuestro ADN. Lo que no vamos a tolerar nunca, y lo que la sociedad ya no tolera más, es pretender imponer desde el Estado un trato desigual frente a la ley, con el único fin de obtener privilegios y seguir expandiendo el Estado del que los políticos ladrones roban”, escribió el Presidente en X. En la misma red social siguió victimizándose y acusó a los “zurdos” de malinterpretar intencionadamente sus dichos ahora o con los recortes a las universidades.
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El Gobierno, sobre la marcha del sábado
La convocatoria de la marcha del colectivo LGTBQ en Parque Lezama el sábado fue una prueba de la capacidad organizativa del mismo, que rápidamente anunció el desarrollo de una manifestación más grande para este fin de semana, desde el Congreso a Plaza de Mayo, que ya tuvo la adhesión de las dos CTA y la CGT y que tendrá acompañamiento de otros resortes políticos.
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La dirigencia opositora tomó nota (tarde) y también criticó al Presidente. Se anotaron desde Axel Kicillof, a Jorge Macri (algo más rápido) y la defensoría del Pueblo de la Ciudad. Manuel Adorni posteó el sábado una imagen de la vehemente dirigente de izquierda Manuela Castiñeira que en todas las elecciones intermedias es candidata, aunque nunca logra superar el corte de las PASO.
“Sabemos que van a usar la marcha para mostrar oposición”, graficó este martes un funcionario con diálogo permanente con Javier y Karina Milei.
El vocero presidencial también rechazó las reacciones contra el discurso del Presidente y descartó de plano cualquier analogía entre la homosexualidad y el abuso, como la que Milei sugirió en Davos. “Quien crea que puede aportar a sus libertades está muy bien que haga una marcha, pero guarda cuando eso se le obliga a pagar a otro porque ahí entramos en un conflicto de intereses y hay que respetar a todas las partes”, consignó sobre la movilización del sábado.
La marcha del colectivo LGTBQ en Parque Lezama.
Los estrategas comunicacionales del oficialismo no disimularon que el efecto buscado en Davos y tras el anuncio del proyecto de igualdad ante la ley, que elimina la figura de femicidio y los cupos en el Estado, no fue el que buscaban. “El Gobierno no está del todo cómodo con cómo quedó reflejado el tema, porque no es lo que piensan. Al menos respecto a los homosexuales que fue el punto de la polémica”, señala un dirigente que reporta a uno de los vértices del triángulo de hierro.
Acotan que no les preocupa tanto la movilización del sábado o los repudios como “el perfilamiento del mensaje”. Por eso el Gobierno profundizará la idea de que lo más importante es “respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo” y buscará clarificar que la discusión pasa por la posición filosófica alrededor de los cupos y por el derecho a que el Estado financie intervenciones quirúrgicas por cuestiones de género.
Una de las cuentas en X atribuidas a Santiago Caputo (@MileiEmperador) abonó la hipótesis de que la movilización en defensa de la diversidad de género podría ser funcional para el oficialismo. “Sería una tragedia que producto de nuestra batalla cultural la oposición se encolumne detrás del discurso wokeinviable o, aún peor, que algún partido sufra un desprendimiento de izquierda que milite la causa LGBTQXYZ. Dios no lo permita”, tuiteó con ironía, sobre una posible atomización opositora, el perfil anónimo que en algunos momentos sí habría utilizado el asesor.
El verdadero Caputo debió “tolerar” una suerte de guardia en la antesala de su despacho, que no era para vigilarlo a él (necesariamente) sino a los periodistas que suelen montar guardia allí para ver qué funcionarios lo visitan, como este martes Luis Petri. El ministro de Defensa fue escoltado por el jefe de Casa Militar Sebastián Ibáñez, que en el organigrama responde a la secretaria general de Presidencia. Los uniformados -a cargo de la seguridad del jefe de Estado, la Casa Rosada y la residencia de Olivos- pidieron a los periodistas que evitaran hacer preguntas y deambularan.
En medio del escándalo por la cripto LIBRA que envuelve a Javier Milei, el Gobierno sostiene la sesión prevista para este jueves en el Senado con el fin de votar la suspensión de las PASO.
Así lo acordaron este martes con los bloques aliados. Además, quieren aprovechar la apertura del recinto para adelantar la sesión preparatoria, el trámite que el reglamento prevé para cada 24 de febrero para ratificar o cambiar autoridades de cara al nuevo año parlamentario que empezará el 1 de marzo.
Para confirmar el plan de trabajo y definir qué otros proyectos se van a discutir en la sesión habrá una reunión de Labor Parlamentaria -no solo con aliados, sino también con el kirchnerismo- que encabezará la vice Victoria Villarruel este miércoles a las 10. Por ser un tema electoral, la suspensión de las PASO necesita una mayoría especial para ser ley: 37 votos afirmativos.
El pliego del juez federal Ariel Lijo propuesto para la Corte Suprema, quedó descartado para el jueves porque «empiojaría» los temas de acuerdo, pero el plan es llamar a una segunda sesión, el viernes, para tratarlo.
El oficialismo decidió seguir adelante con la agenda parlamentaria a pesar de que se sabe que será una sesión sumamente conflictiva y estará cargada de cuestiones de privilegio.
En la previa, de hecho, se presentaron dos proyectos que piden investigar a Milei. Uno es del radical Pablo Blanco quien consiguió unificar a sus compañeros: la iniciativa la firman también el aliado del oficialismo y jefe de bancada de la UCR, Eduardo Vischi y el presidente del Partido, férreo crítico del oficialismo, Martín Lousteau, entre otros.
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El texto propone la creación de una «Comisión Especial Investigadora que tendrá por objeto investigar, analizar y esclarecer aquellas conductas, actividades y operaciones que resultaren presuntamente fraudulentas y/o irregulares, relacionadas directa o indirectamente con la publicación» de Milei promocionando la criptomoneda Libra.
Blanco va a tratar de que se apruebe este jueves, aunque necesitaría mayoría especial de dos tercios. Si toda la UCR lo vota y Unión por la Patria se le pliega no tendrían problema en alcanzar el número.
La rionegrina Mónica Silva, de Juntos Somos Rionegro, a su vez presentó un proyecto para crear una Comisión Bicameral Investigadora ante las “presuntas irregularidades que pudieran existir”. En el entorno de la senadora señalan que pedirán preferencia para votarlo en la primera sesión ordinaria.
El kirchnerismo, mientras tanto, presentó un proyecto para revocar las facultades delegadas al presidente en la Ley Bases. «No ha demostrado la idoneidad, la responsabilidad ni el compromiso institucional necesarios para el ejercicio de las facultades que este Congreso le ha delegado”, señalan en el texto.
Los proyectos de Bullrich, en duda
En la sesión deberían tratarse la ley Antimafia y los otros dos proyectos de Seguridad enviados por la ministra Patricia Bullrich que también tienen media sanción de Diputados: el de Reiterancia y Reincidencia y el de Juicio en Ausencia. Ambos tuvieron dictamen la semana pasada. Sin embargo, hay dudas sobre si están los votos para aprobarlo en el recinto. Hay aliados federales, como los santacruceños, que no estarían dispuestos a aprobarlo.