El Gobierno de Argentina puso en marcha una significativa reestructuración en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que podría marcar un cambio radical en el rumbo de la agencia. Con el objetivo de renovar y optimizar su funcionamiento, el Ejecutivo, a través del titular de la SIDE, Sergio Neiffert, trabaja en la reducción de la planta de personal, anunciando la posible salida de más de 500 agentes.

Este movimiento responde a una directiva impulsada desde la Casa Rosada y dirigida por el asesor presidencial, Santiago Caputo, quien subrayó la necesidad de reformar la inteligencia nacional para responder mejor a los desafíos actuales.

Desde la sede de Balcarce 50, fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que “la inteligencia en Argentina requiere una transformación profunda”. Según allegados al gabinete, el análisis que llevó a esta decisión se basó en evaluar el rendimiento de la planta de agentes actuales, gran parte de la cual, según expresaron, “ha dejado de ser funcional o se considera ineficaz”.

Además, señalaron que la renovación en la SIDE está alineada con el propósito de impulsar la agencia hacia un modelo más operativo y menos burocrático.

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La SIDE actualmente cuenta con aproximadamente 1800 agentes divididos entre operaciones nacionales e internacionales, con sectores que incluyen análisis, contrainteligencia, reunión y apoyo. La reestructuración incluye la revisión de los contratos de personal heredados de gestiones anteriores, tanto de la era kirchnerista como de la administración de Mauricio Macri, con un especial enfoque en aquellos agentes cuya utilidad o desempeño ha sido puesto en duda.

El Gobierno solicitó a la Justicia los expedientes de los casos que involucran a varios de estos agentes. Tras más de tres meses de espera, la mesa chica de la Casa Rosada realizó una revisión exhaustiva de las trayectorias de cada agente, proceso que culminará en los próximos meses con el desplazamiento de los primeros 500 agentes, quienes serán reemplazados progresivamente por una nueva camada de profesionales.

Esta nueva generación de agentes se anticipa, tendrá un perfil más cercano a La Libertad Avanza, en sintonía con la política de seguridad e inteligencia promovida por el gobierno de Javier Milei.

Creación de un nuevo equipo de inteligencia

En una jugada clave para asegurar la continuidad de esta estrategia, el Ejecutivo designó a Juan “Tata” Yofre, exdirector de la SIDE durante la presidencia de Carlos Menem, al frente de la Escuela Nacional de Inteligencia. Su misión es formar y capacitar a los nuevos agentes con una orientación técnica y estratégica, que incluye tanto inteligencia operativa como ciberseguridad.

Esta reforma también incluye la formación de una estructura de inteligencia fragmentada en cuatro nuevas agencias: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC), y la División de Asuntos Internos (DAI), aún pendiente de designar un titular. Este esquema modular busca agilizar las operaciones de la SIDE, dotándola de una mayor autonomía en el desarrollo de misiones específicas.

Recortes en el presupuesto y devolución de fondos

La reestructuración en la SIDE viene acompañada de una serie de recortes presupuestarios. Desde la central se anunció recientemente la devolución de $80.000 millones al Tesoro Nacional, monto que no había sido ejecutado tras la anulación de un DNU que asignaba fondos extraordinarios. Este ajuste refuerza el compromiso del Gobierno de optimizar el gasto público, destinando los recursos solo a operaciones críticas. Según el proyecto de presupuesto para el año entrante, la SIDE tendrá una asignación de $197.238 millones, de los cuales el 65% estará orientado a servicios no personales.

El sistema de rendimiento y control de la SIDE también sufrirá modificaciones. A partir de esta nueva fase, los agentes deberán justificar el uso de los fondos operativos asignados en cada misión, especificando el retorno de los sobrantes y el detalle de financiamiento externo si aplicara. La intención es evitar abusos en el uso de fondos públicos y mejorar la transparencia dentro de la agencia.

Posible reubicación de la SIDE

Dentro de los planes de reestructuración figura también una posible reubicación de las oficinas de la SIDE, actualmente ubicadas en la calle 25 de Mayo. Fuentes del Ejecutivo dejaron entrever que se evalúa la opción de trasladar la central de inteligencia, liberando el espacio para otras dependencias gubernamentales, lo que facilitaría el acceso a instalaciones con mayores niveles de seguridad.

La reorganización de la SIDE, que el Gobierno planea concluir a mediados de 2025, promete no solo renovar el personal de la agencia, sino también transformar su infraestructura y métodos operativos. Con este ambicioso plan, el Gobierno de Milei apunta a dejar una marca en el sistema de inteligencia argentino, con un modelo que combine disciplina operativa, reducción de gastos y un fortalecimiento de alianzas clave en el ámbito de la seguridad global.