Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Manuel Adorni, Elisa Carrió. Martín Lousteau, Leandro Santoro, Horacio Rodríguez Larreta y hasta Victoria Villarruel. Como pocas veces, a un año de la elección, la danza de posibles candidatos para la Ciudad concentra a varias de las principales figuras políticas del país. Y pese a que se trata del cuarto distrito en cantidad de electores, detrás de la otra Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, en territorio porteño probablemente se libre la madre de todas las batallas electorales en 2025.

Difícil quitarle a la Provincia ese lugar, cuando los bonaerenses representan cerca del 37% del electorado nacional y renovarán 35 bancas de diputados el año próximo. En CABA, el peso de los votantes apenas supera el 7% del total y se votarán 13 cargos nacionales para la Cámara baja. Sin embargo, no sólo se sumarán 3 piezas clave para el Senado, sino que allí se dirimirán quizá las internas más calientes y muchos jugarán su futuro pensando en el 2027.

Un posible acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO ya levanta un debate muy fuerte en la Ciudad. El macrismo gobierna el distrito hace 17 años y es su principal refugio político. Si su flamante presidente Mauricio Macri piensa en una resurrección personal y partidaria, CABA debería ser el punto de partida.

¿Eso puede implicar una candidatura del propio Macri? Su entorno dice que no piensa en eso. Pero tampoco se anima a descartarlo. Algunos dirigentes como su primo Jorge, jefe de Gobierno porteño, directamente lo animan a jugar. Cree que es la carta más fuerte para que los libertarios no le copen el distrito.

Pero antes de pensar en una alianza externa, el PRO debe solucionar sus problemas internos. Ninguneada en las últimas decisiones del partido, Patricia Bullrich hace correr una versión venenosa: ella no descartaría jugar contra el ex mandatario en una PASO. Choque de planetas.

En paralelo, el mileísmo hace los deberes y avanza con la consolidación del partido en el distrito. También revolea nombres. El más fuerte es el de Manuel Adorni, vocero presidencial y una de las figuras más taquilleras del sello.

En la mesa de arena, todos especulan. ¿Y si van Macri y Adorni por separado y el PRO y la Libertad Avanza se quedan con las tres bancas de senadores (dos por la mayoría y una por la minoría)?

Alguien también podría preguntarse. ¿Y si por querer quedarse con todo uno de los dos termina tercero y con papelón? La Ciudad no es el distrito más amigable para Milei. Cuando consiguió su banca con la ahora vice Victoria Villarruel, en 2021, no llegaron al 20%. Lo mismo les pasó en la primera vuelta presidencial y fueron superados por Bullrich y Sergio Massa.

Una de las bancas que renueva Juntos por el Cambio es la de Martín Lousteau, titular de la UCR y uno de los enemigos más feroces de Milei. La otra es de Guadalupe Tagliaferri, proveniente del larretismo. Se trata de dos vertientes con acciones a la baja.

En caso de querer renovar, Lousteau debería buscar un armado propio, anclado en la UCR pero sin el PRO. No será fácil: el economista viene cayendo en las encuestas; en muchas termina debajo de los kirchneristas más cuestionados. «Falta mucho, no hay decisión si va a renovar, se está analizando», responden cerca del senador.

¿Y Horacio Rodríguez Larreta? El ex jefe de Gobierno adoptó un aconsejable perfil bajo después de haber chocado de frente y sin cinturón en la última elección. Está complicado: un armado por fuera del PRO, para insistir con su propuesta moderada, hoy tendría pronóstico de fracaso.

Y suena a imposible que Macri (Mauricio) le reabra la puerta con una candidatura porteña cuando otro Macri (Jorge) acaba de cortar dos negocios sensibles que había dejado el ex alcalde antes de abandonar el poder (las grúas para acarreo y unas inversiones inmobiliarias).

En el peronismo/kirchnerismo, quien buscará una candidatura es Leandro Santoro. El diputado piensa sobre todo en pelear la jefatura de Gobierno 2027 y necesita una parada exitosa el año próximo. Con la misma intensidad desea que sus rivales ideológicos como Lousteau queden en la banquina en 2025. El desafío es grande: su espacio pone en juego la banca que hoy ocupa el camporista Mariano Recalde.

Para ese electorado ni macrista ni mileísta también se anotó prematuramente Elisa Carrió, que en 2017 marcó un récord al superar el 50% en la Ciudad. ¿Jugará o se quedará en amague otra vez?