Después de un nuevo desencuentro con Victoria Villarruel, Javier Milei participó este sábado a la noche de un acto en homenaje a José de San Martín en el Regimiento de Granaderos en Palermo, con motivo del 174.° aniversario del paso a la inmortalidad del Libertador. Al Presidente lo acompañaron integrantes del gabinete y su hermana Karina, secretaria general de Presidencia.

El libertario dijo presente en el último tramo de la procesión que trasladó la llama votiva desde la Catedral metropolitana hasta los cuarteles de los granaderos en Palermo. Ingresó a las 20.03, como parte de un convoy de autos custodiados.

Si bien lo esperaban decenas de seguidores, no se detuvo en la puerta. El acto, a diferencia de otros eventos gubernamentales, no contó con transmisión en redes ni hubo acceso a las cámaras de TV.

El Presidente se retiró a las 20.33, del mismo modo que llegó. Minutos más tarde, desde su entorno hicieron circular material fotográfico del acto, organizado por el Ministerio de Defensa. Además del líder de esa cartera, Luis Petri, lo acompañaron la canciller, Diana Mondino, y la secretaria general de Presidencia, Karina Milei. A la secretaria y al ministro Petri se los pudo ver, a lo lejos, en la escalinata del edificio, minutos antes de emprender la salida.

En rigor, la presencia de Javier Milei en la procesión de la antorcha que rinde homenaje a San Martín no estuvo confirmada hasta pocas horas antes del evento. Fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien anunció la participación del jefe del Ejecutivo.

«El Presidente de la Nación Javier Milei agradece la invitación del Ministerio de Defensa de la Nación para participar de la ceremonia de encendido de la llama votiva en conmemoración del paso a la inmortalidad del General Don José de San Martín, a la que asistirá con la alegría de saber que eventos como este llenan de orgullo a la Nación», dijo el portavoz, a las 17.53.

A esa altura, faltaban minutos para el comienzo de la procesión, que se inició a las 18.10 desde la Catedral metropolitana, con un ofrenda floral y el encendido de la antorcha, que abrevó de la lámpara flamígera que desde 1947 arde en la fachada de ese edificio sobre la siguiente leyenda: «Aquí descansan los restos del Capitán General Don José de San Martín y del Soldado Desconocido de la Independencia. ¡Salúdalos!”.

«El fuego de la llama votiva evoca el espíritu del General José de San Martín y es también un homenaje a aquellos soldados que participaron en el proceso de emancipación de nuestro país», añadieron desde Defensa.

Entonces comenzó el traslado, con una escolta de granaderos que transportaron la llama votiva hasta el cuartel del Regimiento de Granaderos a Caballo. Lo hicieron por avenida Rivadavia, avenida Leandro N. Alem, avenida del Libertador y la calle Ortega y Gasset, por donde se acercaron al regimiento.

El acto, con los granaderos y los caballos, despertó el entusiasmo de cientos de vecinos que se acercaron para seguir la procesión y que, ya en destino, hasta entonaron las estrofas de la Marcha de San Lorenzo.

No participó del acto la vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien -justo antes de viajar- se bajó por razones de salud de un vuelo a Mendoza, donde estaba agendada su presencia en un homenaje a San Martín, en Las Heras. Fuentes de la provincia explicaron que la vice se descompensó en el aeropuerto y, por ese motivo, desistió de viajar.

«Quiero pedirle disculpas a Mendoza, a sus autoridades y a los mendocinos por no poder asistir hoy al acto en conmemoración del Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín. Lamentablemente me descompuse y en el aeropuerto me recomendaron no viajar. Los acompaño a la distancia en una fecha tan importante para los argentinos y los mantengo en mi corazón», dijo Villarruel, a primera hora de la tarde, a través de las redes sociales.

Su ausencia en Mendoza y en el Regimiento de Granaderos a Caballo siguió al desplante que, desde su entorno, evidenciaron por la no invitación a la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas. Ese evento, que tuvo lugar el viernes, contó con un discurso de Milei, en el que realizó promesas de recomposición salarial y criticó al kirchnerismo por su trato a las FF.AA.

Resultó llamativa la ausencia de Villarruel, cercana al ámbito castrense. Desde su entorno, señalaron que le hubiera gustado participar pero que no le cursaron invitación para ese acto, también organizado por el Ministerio de Defensa.