POLITICA
Jujuy: Vecinos de La Isla denuncian abandono y manipulación política

Vecinos del asentamiento La Isla, ubicado en el barrio San Martín de Jujuy, volvieron a alzar la voz tras casi dos décadas de olvido estatal. Pese a que en 2007 la Legislatura provincial expropió los terrenos para ser urbanizados, aseguran que jamás se concretaron las obras básicas prometidas: no hay cloacas, ni agua potable, ni cordones cuneta. Solo hay promesas que se reciclan en cada campaña electoral.
Miriam Flores, una de las habitantes históricas del lugar, relató que la ley 5.555 habilitaba la construcción de viviendas con servicios esenciales en tierras fiscales, pero desde entonces «no se ha hecho absolutamente nada». “Nos usan cada vez que hay elecciones. Vienen, prometen urbanización, pero después desaparecen”, denunció con indignación.
La situación se agravó en 2023, cuando el entonces gobernador Gerardo Morales entregó carpetas de adjudicación a más de 90 familias, supuestamente como avance hacia la regularización de los terrenos. Sin embargo, para los vecinos se trató de una nueva maniobra electoral sin sustento real. “Las carpetas dicen que tenemos un lote, pero esos lotes no existen. Nos dieron papeles vacíos. Es una pantalla”, señaló Flores.
Además, los vecinos aseguran que el centro vecinal está cooptado por el radicalismo, y denuncian la presencia de punteros políticos. “La señora Gisela Vilte está desde 2015 como presidenta del centro vecinal y ni siquiera vive en el barrio. Solo responde a intereses partidarios”, afirmó la referente barrial, visiblemente cansada de la situación.
El colmo, cuenta, fue cuando intentó denunciar estas irregularidades en la Secretaría de Ordenamiento Territorial y la respuesta fue represiva: “Me mandaron a la policía y me hicieron una contravención. Así es como nos tratan cuando exigimos lo que nos corresponde”.
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POLITICA
“Hijos de Bergoglio” | Las historias y expectativas de los dos cardenales cordobeses que votarán en el cónclave

CÓRDOBA.- De los cuatro cardenales argentinos que participarán en el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco dos son cordobeses y, además, considerados por los entendidos como “hijos de [Jorge] Bergoglio”.
El arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, partió este jueves desde esta ciudad para despedir a su amigo personal mientras que Víctor Manuel “Tucho” Fernández vivía ya en Roma y fue prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (cargo que cae automáticamente con la muerte del pontífice).
Para ellos dos y para Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero y actual primado de Argentina, y para Mario Poli, arzobispo emérito de Buenos Aires, el próximo será el primer cónclave del que participen. No fueron parte del que eligió pontífice a Bergoglio.
Rossi conoció al Papa cuando era Bergoglio, en 1976. Fue cuando él ingresó a la Compañía de Jesús y lo tuvo como superior. Después, por años, compartieron trabajo pastoral en Buenos Aires. La relación nunca se cortó. En noviembre del 2021 el Pontífice lo designó arzobispo de Córdoba y, al igual que cuando a mediados del 2023 lo nombró cardenal, asegura que él fue “el último” en enterarse.
En el primer caso, Francisco lo llamó para comunicarle la novedad y le dio un consejo: “Sé humilde”. En el segundo, le avisaron mientras avanzaba por un pasillo para dar misa.
A Rossi le gusta decir que más que amigo, él se sentía “hijo” de Bergoglio. Hablaban por teléfono seguido y, a veces, recibía mensajes en la madrugada argentina por aniversarios que ni él mismo tenía presentes. Cuando el cordobés estuvo internado por un problema de salud, Francisco lo telefoneó para sugerirle que se cuidara y se recuperara.
Campechano y directo en el trato, después de celebrar la misa por la muerte de Francisco, salió con humor de la pregunta de los periodistas respecto a si él mismo podía ser uno de los candidatos a Papa. “A Papa frita…”, respondió con una sonrisa.
“Un hombre que montó el Evangelio en pelo”, describió al pontífice y subrayó que “nunca tuvo problema de jugar fuerte en temas sensibles”. Consultado sobre su deseo respecto al cónclave, indicó que “sería bueno que haya una continuidad con lo que tenga de novedad”.
Desde el círculo íntimo del arzobispo cuentan a que, alguna vez, comentó: “Imagínate…Yo en un cónclave”, como si él mismo no lo pudiera creer. Sabe que “no hay manera de prepararse” para asistir al proceso de elección del nuevo Papa.
No conoce a la mayoría de los que participarán, aunque sabe que afrontará conversaciones y debates. Recibirá, como todos, de parte de la curia romana una carpeta con los nombres y antecedentes de cada uno de los cardenales. Es que “hay una metodología, una organización”, recalcan las fuentes.
Rechazan enfáticamente que alguna vez Francisco, en una conversación en confianza con su amigo Rossi, haya podido “sugerir” una suerte de perfil para sucederlo. “Suponer eso es no conocerlo -dicen-. A él no le interesaba quién iba seguirlo. ‘Que se arregle el Espíritu Santo’, debe haber pensado”.
Uno de quienes hablan con este diario recuerda una charla con el pontífice argentino en la que le deslizó con ironía: “Cometieron el ‘error’ de convertirme en Papa, que es un poco más difícil que ser obispo, ahora que se atengan a lo que viene, voy a actuar mi convicción”. Inmediatamente añade que cuando se habla de “legado” -como lo hizo Rossi- la referencia es a que la Iglesia tiene la tarea del “amor inclusivo, de respetar la dignidad humana». Y advierten: «Francisco solía plantear que ‘no seamos aduaneros de la gracia revolucionaria de Dios’. Es eso. No van a buscar a un reemplazante de Francisco, sino alguien de calidad y delicadeza humana”.
Rossi, como todos sus colegas, se alojará en Santa Marta, la misma residencia donde eligió vivir Bergoglio durante su pontificado. Una vez que empiece el cónclave, no recibirán noticias del exterior; el contacto será solo entre los cardenales electores y los organizadores del proceso de la curia romana.
Antes de partir a Roma, Rossi dejó un video en las redes sociales agradeciendo el acompañamiento de los cordobeses -“Los he sentido muy cercanos, muy amigos”- y pidiéndoles que “recen” para que en el cónclave haya “sabiduría” para elegir al nuevo Papa.
Fernández, nacido en Alcira Gigena en el sur cordobés, construyó su cercanía con Francisco a partir del sacerdote y obispo de Río Cuarto Artemio Staffolani, quien era su mentor y guía a la vez que tenía un vínculo personal con Bergoglio. Cuando era arzobispo de Buenos Aires, le pidió que le sugiriera un “ayudante” cuando él fue relator, en 2007, del documento de Aparecida, un texto clave para la Iglesia en América Latina y el Caribe. La recomendación recayó sobre Fernández, quien incluso rechazó la posibilidad de radicarse en Colombia para liderar un instituto de teología.
Teólogo (presidió la Sociedad Argentina de Teología entre 2007 y 2009) y biblista, fue perito de la Comisión de Fe y Cultura y del Secretariado para la Formación Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina; lector de la Comisión de Catequesis de los obispos argentinos e integrante del equipo de reflexión que asesoró al episcopado para actualizar las orientaciones pastorales.
En 2009, propuesto por Bergoglio, asumió el rectorado de la Universidad Católica Argentina. Antes de jurar, debió sortear objeciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe por quejas anónimas que llegaban. En “El loco de Dios en el fin del mundo”, el último libro del español Javier Cercas, habla con el autor acerca de cómo fue responder una serie de interrogantes del discaterio que ahora encabeza. “Al parecer algunos obispos habían puesto en cuestión la ortodoxia de ciertos escritos míos”, dijo. Y admitió: “Aquello fue una humillación. En ese momento pensé que se me cerraban todos los caminos en la Iglesia”.
Por las sospechas en el interior de la propia Iglesia, le pidió a Bergoglio que lo devolviera a su tierra. Pero no hubo forma. “No, no, de ninguna manera, tienes que resistir. Porque, si te vuelves, esa gente creerá que puede lograr lo que quiera, no tendrá límites. Así que, por el bien de la Iglesia, vos resistí”, le dijo el Papa hace poco más de diez años.
En 2018, Bergoglio lo nombró arzobispo de La Plata, donde tenía su feudo un representante de la ortodoxia católica: Héctor Aguer, arzobispo emérito que criticó a Francisco el año pasado por no haber tenido “la inquietud de visitar su patria de origen”.
De diálogo diario con Francisco, aunque nunca se tutearon, Fernández contó en un audio que aunque se daba cuenta de que a Francisco “le quedaba poco tiempo” pensó que “todavía un tiempito más” tenía por delante. Por su cercanía, apenas falleció le permitieron entrar a despedirse. Lo hizo del Papa, pero también de “quien siempre me dio aliento en los momentos duros y nunca me dejó bajar los brazos», relató. Y dijo: “Su voz sigue dentro mío diciéndome: ‘Tucho, fuerza’”.
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Por un problema con los jueces se podría retrasar un juicio oral contra Cristina y Máximo Kirchner

El caso Hotesur-Los Sauces
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Javier Milei llegó a Roma para participar del funeral del papa Francisco

El presidente Javier Milei llegó a Roma con la comitiva oficial para participar mañana en primera fila del funeral del papa Francisco.
Según el protocolo del Vaticano, Milei se encontrará al lado del presidente italiano Sergio Mattarella y la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, por el simple motivo de que el papa era argentino.
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Cincuenta jefes de Estado y 10 monarcas
Cincuenta jefes de Estado y diez monarcas en ejercicio confirmaron su asistencia a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro, informó la Santa Sede.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la presencia de 130 delegaciones, pero podrían ir aumentando durante la jornada y algunos medios hablan de hasta 170.
Las delegaciones internacionales se colocarán al lado derecho de la plaza de San Pedro mientras que en lado izquierdo estarán los cardenales.
Las primeras filas estarán dedicadas a las Casas reales católicas que anunciaron su presencia: Felipe VI y Letizia de España. Felipe y Matilde de Bélgica, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, los príncipes Alberto y Charlène de Mónaco, y del copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives, actual obispo de la Seu de Urgell. Junto a ellos se sentará el Gran Maestre de la Orden de Malta, frey John T. Dunlap. La gran ausente será Máxima de Holanda, que además, de soberana católica es argentina.
A continuación los reyes no católicos como Carlos Gustavo de Suecia y la Reina Silvia, y el Príncipe Guillermo de Inglaterra y luego los presidentes, que estarán sentados por orden alfabético.
Antes de despegar hacia la Ciudad Eterna, el estadounidense Donald Trump dijo que mantendrá en paralelo al funeral varias reuniones bilaterales, sin precisar con quién. Otros líderes que asistirán son el francés Emmanuel Macron, el brasileño Lula da Silva y el ucraniano Volodimir Zelenski.
El entierro de Francisco será el mismo sábado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, el primero de un pontífice fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
Tras la misa en el Vaticano, el cortejo fúnebre recorrerá las calles de Roma hasta su última morada, pasando frente a monumentos icónicos como el Coliseo, según las autoridades.
El público podrá seguir la ceremonia en pantallas gigantes. Las autoridades estiman que decenas de miles de personas podrían presenciar el traslado de Francisco. Ya son más de 150.000 los fieles que lo despidieron en la basílica San Pedro.
Así será la tumba de Francisco
La tumba del primer papa argentino será fiel a la imagen de sus 12 años de pontificado: sencilla, en mármol y con “Franciscus” como única inscripción. Una reproducción de la cruz pectoral que llevaba el papa en vida acompañará el conjunto.
Las autoridades italianas impusieron una zona de exclusión aérea sobre Roma y desplegaron unidades antidrones con sistemas de inhibición de señales para prevenir cualquier actividad sospechosa.
Vaticano, Francisco, Javier Milei