La Aduana desmintió irregularidades en el control del vuelo privado que trajo a la Argentina a la dirigente conservadora del CPAC, Laura Arrieta, pero aclaró que iniciará un sumario interno para ver si hubo algún tipo de falla en el control aduanero. Lo hizo a raíz del revuelo que se generó después de un comentario en televisión del periodista Carlos Pagni que sembró dudas sobre la escala que realizó la mujer y disparó un pedido de informes de la Coalición Cívica-ARI, partido de Elisa Carrió.

«En relación con la polémica generada por la difusión periodística de un rumor que tiene como finalidad involucrar a la Aduana con una supuesta irregularidad ocurrida en el marco de un vuelo proveniente de los Estados Unidos el pasado 26 de febrero, la Autoridad Aduanera informa: tanto a la aeronave como a la tripulación y a los pasajeros se les realizaron los controles de rutina, conforme a la normativa vigente al momento del arribo del medio de transporte, sin detectarse ninguna irregularidad o novedad en el proceso», informó el organismo a través de un comunicado.

En ese sentido, explicaron que el avión matrícula N18RU estuvo varios días en el aeropuerto hasta partir a su destino final, Francia. «Cabe destacar que el mismo avión quedó en situación de tránsito en un hangar del aeropuerto hasta el día 5 de marzo, cuando partió con destino final a París, donde también se efectuaron los trámites de rutina sin que se registraran novedades», detallaron en Aduana.

«No obstante, ante las versiones periodísticas que sugieren la posibilidad de fallas en el control aduanero, las autoridades competentes han iniciado un sumario interno con el objetivo de investigar los hechos. Si el resultado de la investigación confirmase cualquier irregularidad, el personal responsable será desafectado«, manifestaron.

El lunes pasado, en su programa Odisea Argentina, Carlos Pagni reveló una versión no verificada, según él mismo aclaró, de que un avión había llegado al país a fines de febrero, proveniente de Miami, con muchas valijas que se había bajado una orden para no revisar los equipajes.

Enseguida, un recorte del video de ese fragmento se viralizó y encendió las alarmas en la oposición. La Coalición Cívica de Elisa Carrió, a través de su bloque de diputados, realizó un pedido de informes.

«El periodista Carlos Pagni reveló en Odisea Argentina que se habrían liberado los controles de la Aduana para Laura Belén Arrieta, una mujer que arribó a la Argentina con ‘muchas valijas’ desde Miami. Según su relato, hubo una orden clara: ‘No hay que mirar nada acá’», escribió en X, Maximiliano Ferraro.

«El episodio genera serias dudas sobre quién dio la orden de flexibilizar los controles aduaneros y qué intereses se esconden detrás de este tratamiento especial. Se sabe que Arrieta participó en la CPAC, la convención internacional de la derecha conservadora, que se desarrolló en Argentina«, dijo.

Y añadió: «Si el Gobierno predica la transparencia, debería esclarecer de inmediato este episodio. La discrecionalidad en los controles aduaneros no solo compromete la seguridad y la legalidad del comercio exterior, sino que también evidencia un doble estándar inaceptable».

El pedido de informes, al que tuvo acceso Clarín, fue presentado ayer por Ferraro y lleva también las firmas de Mónica Frade, Marcela Campagnoli, Victoria Borrego, Paula Oliveto Lago y Juan Manuel López. En el documento, los diputado lilitos traen a colación el caso de Guido Antonini Wilson, el empresario venezolano cercano al chavismo retenido en el aeroparque porteño en 2007 con una valija con 800 mil dólares.

«Cabe recordar que la Argentina cuenta con antecedentes de graves hechos de corrupción vinculados al ingreso irregular de valijas sin control, como el escándalo de Antonini Wilson en 2007, cuando se intentó ingresar dinero de origen desconocido sin ser sometido a los controles aduaneros. Estos hechos han puesto en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de control y la necesidad de garantizar su correcto funcionamiento para evitar actos de corrupción y lavado de activos», dicen.

Asimismo, señalan que «resulta relevante señalar la vinculación de la Sra. Laura Belén Arrieta con la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) y su cercanía con el presidente Javier Milei, lo que añade un componente político al caso y refuerza la necesidad de una investigación transparente sobre los hechos denunciados».

En el Senado también hubo repercusiones: el radical fueguino Pablo Blanco, vice del bloque de la UCR, también requirió informes al Ejecutivo sobre el vuelo de Arrieta. Entre sus preguntas, solicita información sobre si hubo equipajes precintados que no fueron descargados, por qué no se descargaron en caso de ser así, y hacia dónde iban. Además, si pertenecían a Arrieta o a otra persona. destino.

En ese sentido, la Aduana comunicó el inicio de una investigación interna de oficio para descartar cualquier tipo de irregularidad y reiteró su «compromiso con el cumplimiento de la normativa vigente y la seguridad en los procedimientos de control, tanto de ingreso como egreso del país».

Según publicó ayer el diario La Nación, Arrieta es una exazafata que tiene domicilio en Capital Federal y trabajó en dos líneas aéreas, según los registros públicos. Ahora, es empleada de la compañía OCP Tech, una firma de soluciones tecnológicas que opera en la Argentina y en Miami, que es partner de la gigante Cisco.

De acuerdo a su perfil en la red social LinkedIn, además presta funciones en COC Global, nombre de la empresa que estaba ploteado en el avión negro que la trajo al país.

Arrieta trabaja para el empresario tecnológico Leonardo Scatturice, fundador de OCP Tech y de COC Global Enterprise, que es promotor de la cumbre de derecha CPAC, en la que participó Milei tanto en el evento que se realizó en la Argentina, como el que tuvo lugar hace pocas semanas en Estados Unidos, con Donald Trump y Elon Musk, además del argentino, como principales figuras.

La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) fue lanzada en 1973, y ha servido como un espacio para que los sectores de derecha participen en el debate político y se hagan oír en Washington. Sus figuras son los candidatos y los líderes del partido republicano que, año tras año, toman contacto con parte de la tapa más conservadora de ese sector político norteamericano.

No es un evento enteramente de la política local norteamericana, también hay invitados internacionales que son considerados referentes de la derecha mundial, entre los que se ha sumado como un exponente más el presidente Milei.

“Está enfocado en la lucha contra el socialismo y la corrupción en su nación. Creemos que ha capturado el espíritu de aquellos que ven la traición de las élites globalistas. Los patriotas estadounidenses lo están apoyando para que tenga éxito y también nos gusta la motosierra”, dijo Matt Schlapp, presidente de la CPAC, cuando confirmó la asistencia del argentino al evento de este febrero en EE.UU, del que formaron parte Arrieta y Scatturice, como promotores.