El periodista José Ignacio López fue distinguido este viernes por la Legislatura de la Ciudad de Aires como «Personalidad Destacada» por su «invaluable contribución al periodismo, la política, la cultura y la defensa de los derechos humanos en nuestro país».

«Es una época que se nos va, que ya nunca volverá«, se emocionaba uno de los asistentes, ante la gran convocatoria que tuvo el homenaje a «Nacho» López, que desbordó el Salón Dorado de la Legislatura porteña, con más de 200 personalidades que pudieron sentarse y otras decenas de personas que estuvieron casi dos horas de pie para poder aplaudir y seguir el emotivo homenaje al destacado periodista.

En el Día del Periodista, el exvocero del presidente Raúl Alfonsín recibió la distinción de manos del periodista Julio Bazán, la legisladora Inés Parry y el vicepresidente primero de la Legislatura, Matías López.

«Hay tres momentos en la vida de Nacho en que aparece el coraje cívico: cuando le pregunta a Videla por los desaparecidos, su militancia moral al lado de Raúl Alfonsín y su convocatoria al Diálogo Argentino» en la crisis del 2001, destacó el economista e historiador Pablo Gerchunoff, quien compartió el estrado con Carolina Amoroso, Ignacio Otero y Diego Cabot.

El periodista Otero recordó cuando «Nacho» López le preguntó al dictador Jorge Rafael Videla sobre los desaparecidos, en aquella conferencia de prensa de 1979. «Es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, es un desaparecido», respondió Videla, visiblemente nervioso, ante la repregunta de «Nacho» López, en una frase que quedó grabada en la memoria de varias generaciones.

«Hay algo que lo resume todo y que ‘Nacho’ es un faro. Si uno no incomoda al poder y nadie se enoja, es como que falta algo. Esa es una de las esencias del periodista: escuchar e incomodar al poder. Nacho lo hizo y por eso todos estamos agradeciéndoselo», le dijo el periodista Cabot.

«¿Volverías a elegir el periodismo?», le preguntó Carolina Amoroso. Y López respondió, a sus jóvenes 87 años: «Yo no me fui del periodismo. El periodismo es mi vida».

Entre los asistentes, algunos comentaban a Clarín otras anécdotas de su trayectoria periodística, como cuando le dijo al interventor militar del diario La Opinión que era amigo del por entonces detenido desaparecido Jacobo Timerman, cuando le pusieron una bomba en su casa en 1976, cuando le preguntó al dictador Pinochet por los detenidos en Chile y su «inmensa labor» como vocero de Alfonsín, durante su gobierno de recuperación democrática.

López señaló que «cuando me preguntan tantas veces por lo del vocero de hoy y el de ayer, yo digo que no se puede comparar, porque es una función que requiere de una decisión fundamental del Presidente de la Nación. Si el Presidente no considera como se debe que el periodismo tiene una función para cumplir en el funcionamiento de la democracia, de la república, que el periodismo es el mediador con la opinión pública, el que recoge y tiene que ejercer la libertad de expresion que a todos, no solo a los periodistas, nos protege, también tiene que respetar el derecho a la informacion. Entonces, si el presidente de la Nación no le otorga ese papel al periodismo, es muy dificil que alguien pueda comunicar eso».

«Si el Presidente cree que la comunicación es directa y no requiere intermediarios, entonces no se puede comparar. Además, cuando yo fui vocero no había Internet, ni telefono celular, ni nada», agregó López.

Y reclamó el aporte «de toda la dirigencia» para «contribuir a que nuestra sociedad recupere la conversación social, el debate respetuoso, el diálogo que tiene que haber en nuestras dirigencias. Y admitir que las peleas, insultos y descalificaciones puede que nos den mucho rating y vendamos un poco más, pero eso no es el periodismo», aseguró López.

Egresado del Instituto Grafotécnico, López fue colaborador permanente de Clarín, prosecretario de Redacción de La Nación, jefe de Redacción de Extra y secretario de Redacción de La Opinión. También trabajó en las agencias DyN y NA, así como en Radio Continental, acompañando en la primera mañana informativa a Magdalena Ruiz Guiñazú. Además fue vocero de Alfonsín, con rango de Secretario de Estado, durante todo su mandato. Y en la crisis del 2001, formó parte del Diálogo Argentino, convirtiéndose en un puente entre la sociedad y la dirigencia política.

José Ignacio López recibió la distinción en la Legislatura porteña junto con tres de sus hijos, nietos y otros familiares que se acercaron para homenajearlo.

Algunos de los que participaron del acto fueron los periodistas Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín; Andrés D’Alessandro, director ejecutivo de ADEPA; Norberto Frigerio, director de Relaciones Institucionales de La Nación; Joaquín Morales Solá, Eduardo Van der Kooy, Fabián Bosoer, Daniel Santoro, Sergio Rubin, Silvia Naishtat, Carlos Campolongo, Fernando Ruiz, Ricardo Pipino y Ricardo Mosso, entre otros.

También estuvieron el sociólogo Juan Carlos Torre, quien participó del equipo económico del gobierno de Alfonsín; la histórica secretaria de Alfonsín, Margarita Ronco; Juan Radonjic, exsecretario de Información Pública; Oscar Muiño y Ricardo Porto, exsubsecretarios de Información Pública; Ana María Mustapic, vicepresidenta de CIPPEC; Juan Pablo Zanetta, integrante del Consejo de la Magistratura porteña; Martín Ocampo, presidente de la UCR porteña.

Además participaron los legisladores porteños Francisco Loupias y Fernanda Mollard (UCR); el diputado Leandro Santoro (Unión por la Patria); el exintendente Facundo Suarez Lastra (UCR), el exdiputado Marcelo Stubrin (UCR), la exvicegobernadora bonaerense Elva Roulet (UCR); la exsenadora Norma Morandini (Frente Cívico de Córdoba); y el representante de la Comunidad de San Egidio, Marco Gallo.

Enviaron sus adhesiones al acto la vicepresidenta segunda de la Legislatura porteña, Graciela Ocaña; la presidenta de la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia), Silvana Giudici. Y se emitió un fragmento del documental «Memoria para construir», que José Ignacio López estrenó el año pasado, sobre su legado en estos 40 años de democracia, con la dirección de Gabriel Mazzaglia.