POLITICA
Las perlitas que dejó el debate porteño con fuertes cruces: “Es el día del ñoqui, tu día” y “Marra, ¿tenés corazón?”
En lo que fue el primer debate de cara a las elecciones legislativas porteñas 2025, los principales candidatos de los 17 espacios que se presentan expresaron sus propuestas. Sin embargo, también tuvieron la posibilidad de realizar intercambios y preguntas a sus opositores, lo que incentivó a chicanas y fuertes cruces.
El primero en encender el debate fue Luca Bonfante, segundo candidato de la lista del Frente de Izquierda y los Trabajadores — Unidad, quien asistió en reemplazo de Vanina Biasi, que no participó porque atraviesa un cuadro de neumonía aguda. Lo cierto es que, en su tiempo de presentación, el militante apuntó contra el vocero presidencial: “El año pasado fui parte de los tantos miles de jóvenes que defendieron la educación pública. Estoy todos los miércoles defendiendo también a los jubilados. Soy zurdo, probablemente lo que más odia este Gobierno. No panquequeo y voy al frente. Me alegra que Adorni haya venido este 29, que es día del ñoqui, su día“.
Minutos más tarde, Adorni respondió al comentario de Bonfante y calificó como “un mimo al alma” que un zurdo lo llame ñoqui. Además, el portavoz cargó contra otros candidatos: por un lado le señaló a Leandro Santoro que al diputado kirchnerista le avergüenza su equipo de trabajo y, por el otro, desmintió a Silvia Lospennato, del Pro. “Con los piquetes terminamos nosotros, no ustedes. Lo hicimos con Patricia Bullrich y Sandra Pettovello“, le recriminó a la impulsora de ficha limpia.
El vocero también cruzó a Federico Winokur, de la Izquierda en la Ciudad, a quien se negó a hacerle una pregunta durante su turno y le arremetió: “Te quiero agradecer por dedicarme el quinto campamento anticapitalista en donde se cobró entrada y además aceptaban Mercado Pago. Me pareció alucinante. No te voy hacer ninguna pregunta porque creo que un comunista no tiene idoneidad suficiente para ocupar ningún cargo”.
Por otra parte, Juan Manuel Abal Medina, candidato por Justicia, Libre y Soberana cargó contra Lospennato: “Nos conocimos hace mucho tiempo, fui tu docente pero hoy defendés ideas horribles. Te siento defendiendo la gestión de Macri, que busca limpiar a los pobres de las calles y que defiende las peores leyes contra los jubilados. Tenés doble vara. Hablás de Ficha Limpia pero no te escuché peleando contra la corrupción. Votaste en contra de la comisión que tenía que investigar el cripto escándalo de Milei en diputados. Siempre defendiste la república, pero ahora no lo hacés de las barbaridades que hace Milei”: En tanto, le lanzó una chicana a la cabeza de lista del Pro con una referencia al presidente del partido, Mauricio Macri: “¿En qué te convertiste?».
Lula Levy, de Evolución, sorprendió a Horacio Rodríguez Larreta, a quien le manifestó: “La salud mental es importante pero yo te voté y me decepcionaste. Me resulta raro verte como legislador, vos que siempre hablás que sos una persona de gestión. Tu candidatura es parte del enfrentamiento con los Macri? Por estuviste un año y medio callado y vos trajiste a Jorge del conurbano. Nosotros defendemos a la ciudad gobierne quien gobierne”.
Al momento de preguntarle a Yamil Santoro, candidato de Unidad Porteña Libertaria, César Biondini, del Frente Patriota Federal, apuntó: “Vos heredaste la banca del ex marido de Pampita. ¿Tu lista compite de verdad o sos un testaferro de Jorge Macri para dispersar votos?“. La respuesta de Santoro fue igual de dura: ”Habla el hijo de un nazi, que heredó el partido y lleva el kiosco familiar gratuitamente. Lástima que no te dejan lucrar con la lista como hizo tu papá toda la vida».
En tanto, Ricardo Caruso Lombardi, candidato del MID y entrenador de fútbol, realizó varias comparaciones entre la política y el deporte. “Soy ciudadano. Los políticos no tienen idea lo que es. Y creo que no me van a decir como se maneja la calle. Muchos tuvieron oportunidades y no las aprovecharon. Ahora es tiempo de cambio, hay que elegir. Hay 17 caras nuevas. No son todos los mismos, acá se maneja todo por resultado. Sino preguntale a [Fernando] Gago, que por un partido se tuvo que ir. El fútbol es como la política: tenés que hacer. Si hablás mucho y no hacés nada, no sirve“, sostuvo en su presentación.
POLITICA
El Consejo de la Magistratura avanza en la causa contra el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque
El Consejo de la Magistratura avanzó con la investigación al juez federal de Rosario Marcelo Bailaque: le pidió a la justicia que le envíe los tres expedientes en los que el magistrado está investigado por sus nexos con narcotraficantes y por inventar causas para obtener beneficios económicos de los falsos imputados.
En la reunión de hoy de la Comisión de Acusación del organismo encargado de designar jueces y promover su remoción se aprobó la ejecución de las medidas de prueba propuestas por el consejero y diputado nacional Álvaro González, del larretismo.
González es el consejero instructor de la investigación y había pedido incorporar al caso del Consejo de la Magistratura los tres expedientes judiciales que se encuentra instruyendo el Ministerio Público Fiscal de la Nación.
En esos tres expedientes se investigan distintas conductas ilícitas del juez Bailaque, que habrían tenido lugar en el marco de su desempeño como magistrado.
En uno de esos expedientes se investiga el vínculo entre el juez Bailaque con los contadores Gabriel Mizzau y Eduardo Semino, en supuestas maniobras de lavado de activos de la organización narcocriminal dirigida por Esteban Lindor Alvarado, actualmente preso. El juez tenía el mismo contador que el narco condenado.
Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery advirtieron en los alegatos del juicio contra Alvarado que este jefe narco construyó su poder no sólo a partir de la violencia extrema, sino también a partir de la “complicidad del Estado”.
Los dos fiscales, que lograron en 2022 que Alvarado fuera condenado a prisión perpetua, fueron los primeros que dejaron expuesto a Bailaque.
En el segundo de esos expedientes se investiga la relación del magistrado Bailaque y el empresario Fernando Whpei -quien sería su amigo-, debido a que el juez habría dispuesto el desbloqueo de fondos judicialmente inmovilizados, en favor de una entidad financiera que pertenecía a este allegado.
En el último de esos expedientes se investiga al juez Bailaque, por el “armado” de causas contra los empresarios Claudio Iglesias y Jorge Oneto.
En este expediente se presentó como “arrepentido” el extitular de la AFIP de Santa Fe Carlos Vaudagna, quien dio detalles de su relación con Bailaque y como había armado expedientes con el magistrado para obtener beneficios de los empresarios.
Se investiga que el exjefe de la AFIP y Bailaque no actuaron solos, sino que en el fondo de esta trama aparece un engranaje de corrupción en el que participaron operadores judiciales de alto nivel en el país y empresarios que monetizaban “favores”.
La “extorsión” tuvo dos objetivos: cobrar una coima en dólares, aunque la misión principal, según interpretan varias fuentes ligadas al caso, era arruinar la reputación de Iglesias, que en ese momento aspiraba a convertirse en presidente del Grupo San Cristóbal Seguros, una compañía que está entre las cuatro que más facturan en el rubro, y era un hombre fuerte en el Mercado de Valores de Rosario. Después de la extorsión, Iglesias renunció a los dos cargos.
Vaudagna se hizo rico con estas prácticas y ahora confesó todo. Negoció una pena reducida y pagará una multa de un millón de dólares, además de la entrega de una casa en un country.
Ahora, su declaración judicial se incorporará al expediente disciplinario contra el juez federal de Rosario, que pese al escándalo sigue en funciones y dicta sentencias a diario.
Recabar toda esa información resulta vital para el avance de la investigación instruida por el consejero González, que se encuentra en plena etapa de recolección de pruebas.
Si se confirman los hechos denunciados, el juez Bailaque podría terminar sentado frente al Jurado de Enjuiciamiento de la Nación, lugar donde se evalúa el mérito para la destitución de los jueces federales.
POLITICA
Cultura | A 40 años de «Gulp!»: La pista cero de Los Redondos

A fines de abril de 1985 salía a la venta la piedra angular de la discografía ricotera. Así se construyó el álbum que definió el rock argentino de esa época y lo trascendió para siempre.
‘;
parrafos_nota = $(‘.texto_nota > p’).size();
cada_tres = 3;
$.each(div_relacionadas_internas, function( index, value ) {
$(‘.texto_nota > p:eq(‘+cada_tres+’)’).before(div_relacionadas_internas[index]);
cada_tres = cada_tres+3;
});
});
Que «Gulp!» siga dando que hablar 40 años después de su salida (tal como pasó cuando cumplió veinte, y tal como ocurrirá cuando llegue al siglo) quizás tenga que ver con ese curioso detalle que lo distingue de la discografía rockera argentina: la extraña condición caleidoscópica según la cual podemos verlo como un material arraigado a su tiempo y espacio (e imposible entenderlo fuera de esas coordenadas), pero al mismo tiempo como una obra de eterna vanguardia, siempre adelantado a un futuro que (al contrario de como cantaría el Indio Solari años después) aún no llegó.
¿Cómo es posible esto? Por un lado, su sonido, su estética y su narrativa tiene que ver con ese contexto histórico de mediados de los 80 en el que fue parido. Precisamente 1985, año en el que convivieron el Juicio a las Juntas y el Plan Austral como metáforas de dos pulsiones contrapuestas: de un lado el poder militar juzgado en el banquillo, del otro el poder económico haciendo su juego pujando una inflación galopante (en 1984 había rozado el 700 por ciento).
La ansiedad de esa «década corta» —que para muchos comienza en 1983 y acaba en 1988— se siente como nunca en ese año, y en especial en «Gulp!», un disco hiperquinético, urgente, transpirado (detalles que se enfatizan mucho más comparándolo con «Oktubre» y su penetrante oscuridad mid-tempo). «Quemás tu vida en este día, en esta tibia, tibia fila. ¿Cómo te va en estos días, humano roto y malparado?», interroga un Indio rodeado de fuego a través de una de sus figuras literarias favoritas de allí en más: la pregunta retórica.
Pero así como aparecen esos rasgos propios de su tiempo-espacio, también emergen de «Gulp!» conductas que aún hoy siguen pareciendo novedosas, de avanzada y siempre adelantadas: desde el arte gráfico y el packaging realizado por Rocambole con rodillo y serigrafía («Hacer la tapa significaba, literalmente, ‘hacer la tapa’: ir a comprar la cartulina, cortarla con un trinchete, armar los sobres y pegarlos», recuerda el artista platense) hasta la distribución personalizada de las primeras mil copias que salieron a la venta aquel 22 de abril de 1985.
Tres décadas y media después aún resultaría vanguardista grabar de manera independiente y autogestiva como Los Redondos lo hicieron en el estudio de la familia Vitale en Villa Adelina tras juntar moneda por moneda lo que recaudaban en La Esquina del Sol, el pub palermitano que frecuentaban desde 1984.
«Fue casi una experiencia bucólica, campestre y hippie, porque el estudio estaba en Villa Adelina, lo cual era lejos de la civilización y entonces ya le daba un tinte de aventura», recordó el saxofonista Willy Crook. «Todavía era una época bastante fronteriza con la nada para grabar y todo eso, ni siquiera existían los estudios con alojamiento propio. Apenas había un par muy buenos, pero la democracia estaba muy fresca y por lo tanto seguíamos siendo criaturas para mantener enjauladas, o al menos así lo pensaba la sociedad«.
En ese entonces el rock de la posdictadura estaba pegando el volantazo hacia lo que la década del 80 redefinía (desde los centros de producción cultural en Estados Unidos y Europa) como estética pop: sonidos procesados, sintetizadores generando loops y armonizaciones, ritmos con beats digitales y todo lo que ofrecía la irrupción del artefactismo electrónico. Pero frente a Nada personal de Soda Stereo y Locura de Virus (por citar dos discos insignes del 85), Los Redondos generaban en «Gulp!» un efecto refractario con sus baterías acústicas, el saxo y unas capas de guitarra muy concretas, sin más efectos que la palanca de trémolo de la Stratocaster de Skay Beilinson.
«El disco estaba muy cocinado bajo el baño María de los ensayos a los que éramos sometidos de manera constante e inapelable: nadie se moría, ni se casaba, ni iba a la guerra, ni nada; solo se ensayaba», apuntó Willy Crook. «Felizmente Skay tenía una idea bastante clara de lo que quería en sonido, que fue siempre su habilidad. Y el Indio también tenía conceptos claros. Los demás éramos engranajes de la máquina, lo cual, por supuesto… también lo teníamos claro».
Efectivamente, la lista de canciones grabadas (once, más un track «oculto» de 53 segundos) no fue otra cosa que la depuración del amplio repertorio que la banda venía acumulando desde hacía varios años. De entre todas esas decenas, decantaron aquellas a su vez más familiarizadas con una formación prácticamente nueva: a pesar de que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota acreditaba actividad desde 1978, las incorporaciones del bajista Semilla Bucciarelli, el baterista Piojo Ábalos, el guitarrista Tito Fargo y el mentado Crook al combo liderado por la dupla Solari–Beilinson se habían producido apenas un año antes de entrar a grabar «Gulp!». A pesar de la mística acerca del gusto de culto que generaba en un grupejo de seguidores, el disco estableció la verdadera hora cero de una banda que a partir de entonces comenzaría una curva ascendente.
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
Indio Solari, Willy Crook, Los Redondos, Juan Provéndola, Rocambole, Skay Beilinson, Patricio Rey y sus Redondidos de Ricota, Semilla Bucciarelli, Piojo Ábalos, Tito Fargo, Villa Adelina
A, 40, años, de,
POLITICA
Otro incidente de Santiago Caputo: enfrentó a un fotógrafo en el debate porteño

Santiago Caputo protagonizó una nueva polémica este martes por la noche, al tener un gesto hostil con un reportero gráfico que lo retrataba al llegar al Canal de la Ciudad, donde se desarrolló el debate entre los candidatos a legisladores porteños.
El asesor estrella del presidente Javier Milei, al notar que estaba siendo fotografiado, levantó la mano para tapar la lente, tomó el carnet del fotógrafo Antonio Becerra, de Tiempo Argentino, para leer sus datos, y luego le sacó una foto con su propio teléfono celular, en el ingreso al estudio.
Leé también: La Ciudad debate: Lospennato y Adorni criticaron al kirchnerismo, Larreta cuestionó al PRO y Santoro fue contra Milei
Este comportamiento se suma a otros episodios recientes en los que el estratega comunicacional de La Libertad Avanza fue protagonista. La noche anterior, durante una cena de la Fundación Libertad en el salón Goldencenter, Caputo también había evitado el contacto con la prensa. Al ser consultado por su encuentro con Mauricio Macri, respondió: “No me pongan la cámara en la cara, muchachos”.
Cruces en el Congreso
Otro episodio se produjo durante la Apertura de Sesiones Ordinarias en marzo, cuando Caputo increpó al diputado radical Facundo Manes en un pasillo del Congreso, tras un cruce del neurocientífico con el presidente Milei.
La diputada radical Marcela Coli, testigo del hecho, declaró: “Facundo estaba dando un reportaje y de golpe vienen y avanzan. Me acerco. Estaban sacados con Manes, que es un hombre tranquilo. Solo tenía la Constitución en la mano.”
Luego agregó: “Una vez que terminan con la amenaza, automáticamente se van como corriendo. No lo hicieron por las escaleras que usamos los diputados sino por la derecha. El grandote se lo llevaba a Caputo.”
Santiago Caputo, Incidente, Fotógrafo, debate
-
POLITICA15 horas ago
El PRO confía en alcanzar un acuerdo con LLA en la Provincia: “Parece que hubo un aprendizaje de Karina Milei”
-
INTERNACIONAL1 día ago
El apagón en España dejó varadas a 30 mil personas que viajaban en tren
-
INTERNACIONAL2 días ago
UN cash app for Gazans exploited by Hamas as terror group steals aid money meant for civilians