El fiscal federal Eduardo Taiano, encargado de investigar las circunstancias del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman, evalúa la posibilidad de imputar al ex titular de la SIDE y actual senador Oscar Parrilli por presunto espionaje ilegal.

Este avance se da luego de recibir un análisis detallado de los entrecruzamientos telefónicos del exfuncionario, solicitado a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP).

El informe reveló posibles vínculos entre Parrilli y órdenes para vigilar a la fiscal Viviana Fein, quien encabezó inicialmente la investigación por la muerte de Nisman en enero de 2015. Según las declaraciones de Fernando Pocino, exdirector de Reunión Interior de la SIDE, el entonces ladero de Cristina Kirchner le habría indicado espiar a Fein.

Sergio Berni fue citado como imputado en la causa Nisman por irregularidades

“Me pidió que vigile la fiscalía para saber si Stiuso iba a declarar. Fue una orden directa, pero no escrita”, declaró Pocino.

Además, se sumaron declaraciones de otros agentes que aseguran haber estado presentes en las torres Le Parc la madrugada del 18 de enero de 2015, fecha en que se halló el cuerpo de Nisman. Según estos relatos, por lo menos cuatro espías —apodados “El Oso”, “El Gato”, “Fracaso” y otro no identificado— habrían participado en tareas de inteligencia en la escena del crimen. Uno de los agentes confesó haber ingresado al departamento de Nisman y haber enviado informes a sus superiores.

Por su parte, Antonio “Jaime” Stiuso, exdirector de Contrainteligencia de la SIDE, calificó estas maniobras como una “excusa estúpida” para justificar la presencia de espías en torno a Fein. “No había motivo válido para estar ahí. Se trataba de controlar todo”, sostuvo en su testimonio.

Imputaron a Sergio Berni por no preservar la escena del crimen de Alberto Nisman

La trama de espionaje paralela

La investigación también apunta a otros funcionarios y exmiembros de las fuerzas de seguridad que habrían actuado de manera irregular en el lugar. Entre ellos se encuentran el exviceministro de Seguridad Sergio Berni y altos mandos de la Policía Federal y la Prefectura Naval. Estos nombres ya están imputados en la causa por presuntas irregularidades en la preservación de la escena del crimen.

Por otro lado, Taiano analiza información suministrada por el Gobierno de Javier Milei, que busca transparentar la lista de “espías inorgánicos” activos durante los días previos y posteriores a la muerte de Nisman. Esta acción podría arrojar luz sobre la participación de figuras vinculadas al Ejército y a la inteligencia estatal, incluyendo posibles nexos con el entorno del general retirado César Milani.

El caso también ha destapado un sofisticado esquema de espionaje digital. Informáticos ligados a la gestión de Sergio Urribarri, exgobernador de Entre Ríos, habrían accedido ilegalmente a la base de datos de Migraciones para rastrear los movimientos de Stiuso, Sandra Arroyo Salgado —exesposa de Nisman— y Diego Lagomarsino, procesado como partícipe necesario en el crimen.

Asimismo, un virus enviado al celular de Nisman días antes de su denuncia contra Cristina Kirchner por encubrimiento de Irán sugiere una posible intención de sabotear su trabajo.