La buscaban desde febrero pasado. Se sabía que ella había estado detrás de una atroz venganza narco, donde a la víctima la maniataron, la golpearon y la torturaron. Con una amoladora le amputaron el meñique de la mano derecha. Mientras estaba cautiva, la desnudaron y le hicieron un tatuaje “deshonroso” con la leyenda “no robes más”. Todo porque, supuestamente, le había robado 50 gramos de cocaína a la organización liderada Elizabeth Marlene de los Ángeles Llanos Morales, conocida como La Gringa, para la que vendía droga al menudeo en la zona oeste del conurbano. La joven, de 25 años, a pesar de que sus máximos colaboradores fueron capturados, logró estar siete meses prófuga. Pero el tiempo en la clandestinidad se le terminó. En las últimas horas, fue detenida por detectives de la Policía Federal Argentina en Jose C. Paz.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. Ayer, La Gringa se negó a declarar ante el fiscal fiscal Federico Soñora, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de Moreno-General Rodríguez, a cargo de la investigación.

La sindicada líder narco está imputada de lesiones graves agravadas por haber sido cometidas con ensañamiento, alevosía y el concurso premeditado de más de dos personas, privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia, con fines de venganza, por causar a la víctima lesiones graves y por la participación de tres o más personas, robo agravado por causar lesiones graves a la víctima, por el empleo de armas impropias, por el empleo de armas de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada, utilizadas de forma impropia y por su comisión en lugar poblado y en banda; todos ellos en concurso real entre sí.

Como informó LA NACION en marzo pasado, la víctima estuvo cautiva 72 horas. Se trata de un joven de 25 años que cuando denunció la tortura que sufrió admitió que había trabajado para La Gringa vendiendo droga al menudeo. Pero la relación se terminó cuando fue acusado de haber y como consecuencia de ello comenzó a perseguirlo y hostigarlo, hasta que lo citó a un encuentro con la excusa de pedirle perdón por haberlo acusado erróneamente, explicaron fuentes policiales.

“La reunión fue pactada para los primeros días del mes de febrero pasado en la casa en la que La Gringa vivía en ese momento, en San Miguel. La víctima fue confiada sin saber lo que le esperaba, ya que una vez dentro, se dio cuenta de que su exjefa no estaba sola. Fue ya que fue sorprendido por dos hombres que lo golpearon, lo maniataron, y lo interrogaron durante horas para que les diga donde estaba la droga que se había robado. Como los captores no obtuvieron la respuesta que querían, llevaron al joven a un búnker en Moreno, donde siguieron torturándolo e intentaron cortarle un dedo con un alicate. Finalmente utilizaron una amoladora. Este salvaje acto hizo que la víctima se desmaye, pese a lo cual, cuando recuperó el conocimiento, le dieron una feroz golpiza con armas largas, haciéndole perder parte de su dentadura”, explicaron fuentes policiales.

Tras amputarle un dedo, le hicieron un tatuaje en los glúteos: le escribieron “no robes más” y le dibujaron un pene y un corazón. La víctima, finalmente, fue liberada

El fiscal Soñora tuvo la colaboración de detectives de la División Homicidios de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, quienes en marzo pasado detuvieron a cinco sospechosos. En los allanamientos se secuestraron una amoladora con la que le habrían apuntado un dedo a la víctima y la tinta y la máquina con la que le habrían hecho el tatuaje deshonroso.

“La investigación continuó para tratar de localizar a La Gringa, quien finalmente fue detenida barrio Unión Néstor Kirchner de José C. Paz. Durante la investigación hecha por los detectives de la División Homicidios de la PFA se pudo acreditar que el predio La Tranquera, donde estuvo cautiva la víctima, estaba custodiado por ‘soldaditos’, que eran los encargados de vigilar los búnkeres donde se vendían los estupefacientes”, agregaron las fuentes judiciales consultadas”, explicaron fuentes del caso.

La víctima ahora está detenida. El joven violó la restricción perimetral que le habían interpuesto respecto de su pareja y fue apresado en una causa por violencia de género.

Fuentes judiciales resaltaron el trabajo hecho por el equipo coordinado por el fiscal general de Moreno-General Rodríguez, Lucas Oyhanarte y la colaboración de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de la Municipalidad de Moreno que aportó las imágenes de las cámaras de seguridad.