Tras la muerte del excantante Liam Payne, ocurrida en la tarde de este miércoles en un hotel del barrio porteño de Palermo en circunstancias que todavía son motivo de investigación, la Justicia ordenó que su cuerpo sea sometido a una operación de examen para intentar determinar los motivos de su deceso, proceso que se llevó adelante en las primeras horas de este jueves.

La autopsia médico-legal es la que la Justicia ordena que se realice en casos de muerte violenta o de dudosa criminalidad, como es el caso de la muerte de Payne. En estas situaciones, no se requiere autorización de la familia porque el hecho se encuentra bajo investigación.

El paso a paso

El procedimiento empieza, en realidad, en la escena donde fue hallado el cadáver. Una buena parte del análisis de las condiciones del cuerpo se encuentran en ese lugar. El médico legista es el último en entrar a la escena y el único capacitado para manipular el cuerpo. El forense debe observar con atención los restos y el contexto que lo rodea.

En esta primera descripción, se observa en qué posición fue encontrado el cadáver. El perito químico procede luego a recolectar los indicios relacionados directamente con el cuerpo, como sangre o cabello, por ejemplo. Los indicios biológicos que están en el cadáver y la ropa recién se recogen cuando el cuerpo esté en la morgue. En el lugar donde está el cadáver se hace un primer examen tanatológico: se observan los signos externos que pueden ayudar a determinar la data de muerte, como las livideces, la rigidez, la temperatura y si el cuerpo comenzó a secarse. También se realiza un relevamiento traumatológico para determinar si la víctima tiene lesiones o heridas que puedan observarse a simple vista.

Una vez finalizada esta instancia, los peritos deben tomar todas las precauciones necesarias para evitar que se pierda en el camino información fundamental que ayudará a descifrar la causa y circunstancias de la muerte. Las manos y el perineo (piso de la pelvis) deben ser cubiertas con bolsas de papel, ya que, entre otras cosas, puede que debajo de las uñas del cadáver haya restos biológicos plausibles de un análisis de ADN, por ejemplo, si la víctima se defendió. El perineo se cubre para evitar pérdida de muestras en caso de que haya habido un abuso sexual.

Ya en la morgue

Se toman medidas corporales, se describe la ropa, luego se desviste el cadáver y, si es necesario, se hace hisopado en busca de indicios que aporten datos para determinar las circunstancias del hecho. También se recolectan muestras de las prendas para ser analizadas en el laboratorio y determinar si hay presencia de sustancias, como restos de pólvora o de materiales biológicos. La ropa se debe preservar en bolsas de papel estrictamente rotuladas. Si hay larvas u otros insectos sobre el cuerpo o la vestimenta también se toman muestras. Estas permitirán establecer data de muerte y la presencia de drogas en el cadáver.

Una vez que el cuerpo está desnudo se hace una descripción externa del cadáver (color de ojos, de pelo, si tiene tatuajes). Luego, se realiza el análisis tanatológico y traumatológico, y se toman fotografías. Previo a la apertura del cadáver, se hace una toma de muestras: hisopado de las manos, para buscar restos de pólvora u otros elementos; se examina debajo de las uñas por si hay presencia de materiales; se toma muestra de pelo; se hace fichaje de huellas (puede hacerse al final); se toma una muestra de piel con lesión, que sirve para determinar, si es disparo, distancia desde donde ocurrió el tiro, y si la herida fue hecha en vida o cuando ya estaba muerto.

Luego, es el momento de la autopsia interna de los restos. Generalmente, se empieza por la cabeza para proseguir continuarse con el denominado tiempo toracoabdominal. Es en esta parte del proceso donde se buscan lesiones y hematomas internos. También se examina para ver si hay proyectiles u otros elementos extraños. En el caso de la cabeza se limpia el hueso, se saca la calota craneana para examinar el cerebro.

Del examen interno se hace un pool de vísceras, que es un conjunto de muestras de órganos para realizar análisis toxicológicos y de anatomía patológica. Se toman muestras de sangre para someterlas a análisis toxicológicos e inmunohematológico (grupo, factor y ADN). También se toma una muestra de orina, para lo cual se pincha la vejiga.

Se suele sacar una muestra de humor vítreo y muestras de contenido gástrico. Estas permiten estimar la data de muerte y pueden detectar la presencia de drogas u otras sustancias en el organismo. Por último, se hace el fichaje, es decir, la toma de huellas para luego ingresarlas al Sistema Automatizado de Búsquedas de Huellas Dactilares. Puede ayudar para llevar a cabo la identificación de la persona en caso de que se desconozca. Una vez finalizado todo el proceso, el cadáver es cerrado, se lo limpia y prepara para poder ser entregado a la familia.