Miembros de la Policía de La Rioja realizaron este viernes un paro de actividades por el que edificios públicos e instalaciones de bancos provinciales quedaron sin custodia oficial. La medida de fuerza es en reclamo de mejoras salariales.

Acamparon frente a la Casa de Gobierno de La Rioja, donde por la tarde se manifestaron contra el gobernador Ricardo Quintela. «Que se vayan todos, que no quede ni uno solo», entonaron. También exclamaron que «Quintela tiene miedo». A su movilización, que llegó a superar el centenar de convocados, se plegaron desde otros gremios del sector público.

Por la noche, el mandatario provincial recibió a representantes de la Policía. Al cabo del encuentro, el Gobierno de La Rioja anunció una recomposición salarial, un plan motosierra propio para el Estado y el posible lanzamiento de una «moneda virtual».

La convocatoria había comenzado el jueves a la noche, con el armado de carpas en la plaza 25 de Mayo.

Minutos más tarde, ya en la madrugada del viernes, algunos representantes se entrevistaron con el jefe de Gabinete y el ministro de Seguridad, indicó el diario local El Ancasti.

«La reunión duró un rato largo y no hubo consenso», dijo Daniel Moreno, abogado de la Policía provincial, en diálogo con Cadena 3.

Ya había existido un intento de acercamiento por parte de la cartera de Seguridad, que el miércoles concurrió a la Jefatura de Policía. «Se recalcó la inquebrantable decisión del gobernador, Ricardo Quintela, de defender el federalismo, las autonomías locales y los intereses de todos los riojanos, frente a un modelo gobernante a nivel nacional basado principalmente en el liberalismo económico y el ajuste brutal que afecta a la mayoría de los ciudadanos», fue la evaluación gubernamental.

Los miembros de la Policía de La Rioja aseguran que cobran apenas entre 250 mil y 270 mil pesos. Quieren elevar ese monto hasta 800 mil pesos, «para equipararse a la Policía de otras provincias». Elevaron un petitorio a las autoridades en el que, además de la mejora salarial, solicitan respetar las horas laborales, una suba de adicionales y un aumento en el «mantenimiento de uniforme».

También quieren que «ningún efectivo policial sea perseguido o perjudicado laboralmente por haber luchado por un salario digno».

Ante la falta de avances en las negociaciones, decidieron permanecer en la plaza y no ocupar sus puestos este viernes.

De esta manera, los edificios públicos provinciales y las instalaciones del banco riojano no tuvieron custodia.

Por la noche, fue el propio Quintela quien recibió a los manifestantes. Se comprometió a recomponer los salarios en dos cuotas: 70% en los salarios de enero y 30% con «la quincenita». Para hacer frente a esos aumentos, anunció un plan motosierra y la evaluación de una moneda virtual.

«Se tomarán todas las medidas de reducción de gastos de funcionamiento de todo el Estado y de achicamiento de la estructura ministerial para hacer frente a este reclamo», indicaron desde la Gobernación.

«A su vez, el gobernador se comprometió a trabajar en conjunto con los legisladores provinciales para avanzar en un proyecto de ley para la emisión de una moneda virtual propia que sirva como herramienta para abordar la falta de recursos que atraviesa la provincia», completaron en el comunicado oficial.

En la noche de este viernes, los policías mantenían el paro, a la espera de precisiones sobre las nuevas escalas salariales.

A última hora del jueves, Quintela había salido a responder las primeras exigencias de la Policía. «Queremos aumentar los sueldos y necesitamos que Nación envíe los fondos que le corresponden a las y los riojanos», expresó en un extenso posteo de Twitter, en el que cruzó al gobierno de Javier Milei por el aumento de la inflación debido «a las medidas de shock y perjudiciales».

«Nosotros seguimos solicitándole al Gobierno Nacional el envío de fondos que nos deben este año que es de 9.300 millones de pesos para poder otorgar aumentos, pero el mismo hace oídos sordos a este pedido dejando a un lado la necesidad de las provincias», añadió el mandatario provincial.

Además, se desmarcó de acusaciones contra su gestión.

«Se siembran sospechas de malos manejos de la administración de nuestro Gobierno que siempre hizo los esfuerzos necesarios para poder contener a todos los sectores, especialmente a los más vulnerables», dijo Quintela.

En ese sentido, remarcó: «Todo lo que llegó a la provincia fue distribuido en políticas públicas y en el bolsillo de la gente, tal como un Estado presente debe hacerlo».

Y concluyó con más criticas al gobierno de Milei. «El Estado nacional debe garantizar que esos fondos lleguen para no seguir congelando sueldos pues ya se siente y con más fuerza la desesperación e incertidumbre. No se pueden esperar 15 años para ver resultados, las y los argentinos la están pasando mal hoy. Están en el Gobierno para mejorar la calidad de vida de la población y no para empeorarla», manifestó Quintela.