En medio de la pulseada entre Buenos Aires y Río Negro por dónde se ubicará la mega planta licuefactora de gas, desde YPF salieron este lunes a mostrar conformidad con que tanto el gobernador Axel Kicillof como su par Alberto Weretilneck habían contestado la carta que les había enviado el presidente de la petrolera, Horacio Marín.

En esa nota, el ejecutivo los consultaba acerca de la predisposición que tenían a acompañar el proyecto junto con las facilidades y garantías económicas que exigen los inversores.

“Ambos gobernadores respondieron las respectivas cartas, ahora resta que los equipos de YPF y Petronas analicen los aspectos técnicos y económicos del proyecto para tomar una definición en las próximas semanas”, dijeron anoche a Clarín en la petrolera argentina.

En el sector petrolero sostenían este lunes que la jugada de Kicillof, de recurrir a un RIGI propio fue correcta y que en los hechos puede funcionar igual que la ley sancionada por el Congreso Nacional.

Algunos apuntaban que una ley bonaerense podría tener una categoría inferior a la nacional porque, por ejemplo, no contemplaría cederle al CIADI cualquier litigio que eventualmente surgiera. Sin ese tribunal internacional, con sede en Washington, la tasa de interés para los inversores es más elevada.

En una petrolera privada interpretaron como positiva la decisión de Kicillof: “Si se quedaba sin hacer nada, eso iba a pesar en la decisión. Se puso en la cancha de nuevo”.

Se especula con que en el proyecto que el gobernador anunció que enviará a la Legislatura se podrían incluir artículos que planteen cuestiones como el “compre bonaerense” o la participación de Pymes.

Trascendió que a fines de este mes se reunirá una junta técnica integrada por representantes de la malaya Petronas y de YPF, donde se analizarán las respuestas que dieron los dos gobernadores en sus notas y los proyectos que proponen para la bonaerense Bahía Blanca y la rionegrina Punta Colorada.

Lo que definirá la pulseada entre ambas provincias parece ser ahora un factor exclusivo: el económico. En criollo: ¿desde dónde será más rentable exportar el gas?

Eso es lo que deberán definir los técnicos, más allá de las cuestiones políticas. Son innumerables las cuestiones a considerar: la profundidad de las aguas, las rías, la distancia de la costa hasta el sistema dónde operen los buques, vientos, oleajes, corrientes marinas y hasta la cantidad de días que en promedio no funcionan los puertos (por huelgas, mantenimiento o razones climáticas).

Se espera que para fin de agosto esté tomada la definición de dónde se llevará adelante el proyecto, de un costo de unos US$ 30.000 millones.

Después vendrá la etapa de conseguir el financiamiento y de la obra, que estaría en funcionamiento en 2027. Antes, el presidente de YPF, Horacio Marín, empezará a viajar por el mundo para empezar a vender el gas de Vaca Muerta.