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SOCIEDAD

Dengue: tras el cuestionamiento del Gobierno, qué dice la comisión que evalúa la eficacia de la vacuna

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En medio del brote histórico de dengue que atraviesa la Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación señaló hoy en un comunicado por qué la vacuna aún no está recomendada para ser incluida en el Calendario Nacional e indicó que espera los resultados finales sobre su eficacia. Si bien la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó el fármaco Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, en abril del año pasado, desde la cartera sanitaria subrayaron que “continúa siendo sometida a estudios para establecer su efectividad según el rango etario”. Mientras que el último comunicado de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), publicado el 7 del mes pasado, se indicó que la evidencia más consistente y robusta sobre eficacia y seguridad del antígeno se obtuvo en la población de niños de países considerados endémicos, en el rango de edad de cuatro a 16 años. Y, mediante estudios “inmunopuentes” se concluyó que puede ser usada en adultos hasta los 60 años.

A su vez, en cuanto a recomendaciones de organismos internacionales, el Grupo Técnico Asesor en Vacunación de la Organización Mundial de la Salud (OMS – SAGE), menciona que se podría considerar la incorporación de la vacuna en escenarios de alta carga de enfermedad y alto índice de transmisión. En cuanto a aquellos que deseen aplicarse la vacuna en el sector privado, que tiene un costo promedio de $71.000 por dosis (dos inoculaciones completan el esquema), la infectóloga Ángela Gentile, presidenta de la Conain, indicó que la disposición de la Anmat es que pueden aplicársela personas de cuatro a 60 años que hayan padecido o no enfermedad, aunque es “más eficaz en seropositivos” (es decir, en personas que ya atravesaron la infección).

La Argentina atraviesa un brote histórico de dengue (Fuente: Pexels)

En el comunicado del Ministerio también criticó la gestión de Alberto Fernández en relación al dengue: “Hoy estamos sufriendo las consecuencias de la falta de prevención que hubo el año pasado, donde no se hizo el trabajo correspondiente. Lo mismo ocurrió por parte del ejecutivo nacional quien no compró los larvicidas para las provincias desde el 2022. No podemos repetir los errores del pasado”.

En declaraciones a otros medios, el ministro Mario Russo defendió el estilo de su gestión: Hace pocos días reuní al Consejo Federal de Salud (Cofesa) y junto a los ministros de Salud del país hemos trazado medidas de prevención y estrategia futura contra el mosquito vector del dengue muy importantes. Pero como a mí no me gusta aparecer en la televisión cortando una cinta, algunos medios y la gente confunden trabajar con perfil bajo con inacción”.

Tal como informó este medio la semana pasada, la cartera sanitaria evalúa avanzar con la implementación de la vacunación contra el dengue como estrategia de salud pública en las provincias donde la enfermedad se volvió endémica y en las edades que en lo que va de la epidemia están apareciendo más complicaciones. Es decir, de acuerdo con los datos epidemiológicos bajo análisis y en línea con lo acordado por la Conain, en las regiones del noroeste y noreste del país y en la población de entre los 20 y 40 años.

Pero esa implementación en las provincias involucradas, entre las que hay jurisdicciones que ya están vacunando a grupos definidos, no será inmediata: una hoja de ruta preliminar prevé que ocurra entre julio y octubre próximos. Sin embargo, esas medidas no son una decisión tomada, indicaron a LA NACIÓN desde el Ministerio, y agregaron que se volverán a reunir para seguir evaluando la situación.

“La mencionada vacuna no es una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote, tal como lo ha expresado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un reciente informe presentado sobre la situación del dengue en la región”, se lee en el comunicado oficial.

Vacuna Qdenga contra el dengue, fue autorizada por la Anmat

Gentile explicó que, si bien los estudios se han hecho sobre los chicos hasta 16 años, se hicieron estudios “inmunopuentes” que compararon los datos de inmunogenicidad de los niños con los de los adultos de una zona no endémica, y se llegó a la conclusión que los niveles de esa variable son los mismos. “Por lo que uno puede usarla en poblaciones de adultos. De hecho, la Anmat usó estos inmunopuentes para aprobar la vacuna desde los cuatro años en adelante. En coronavirus, por ejemplo, se usaron, pero a la inversa, porque se utilizaron los datos del adulto para la población pediátrica”, señaló.

En cuanto a la posibilidad de acudir a un vacunatorio privado, la experta subrayaó que la disposición de la Anmat es que pueden aplicársela personas de cuatro a 60 años que hayan padecido o no enfermedad, aunque es “más eficaz en seropositivos”, es decir, aquellos que atravesaron la infección.

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SOCIEDAD

Francia pierde sus colonias por segunda vez

El declive de su influencia en África abre un vacío de poder que otros actores, como Rusia o China, están dispuestos a llenar

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Golpe de Estado en Niger
Golpe de Estado en Niger (David Zorrakino – Europa Press/)

Mientras que la mirada de los franceses está puesta en el desafío de organizar unos Juegos Olímpicos seguros y eficientes, otra crisis queda desatendida.

En un giro histórico que resuena con ecos del pasado colonial, Francia enfrenta la pérdida de su influencia en África, un continente que una vez dominó. Esta “segunda descolonización” se desarrolla en medio de golpes de Estado, alianzas cambiantes y un creciente sentimiento anti-francés. Los recientes golpes militares en Malí, Burkina Faso, Níger y Gabón crearon una especie de alianza entre estos países, que buscan diversificar sus relaciones y explotar sus abundantes recursos naturales de manera conjunta, similar a la OPEC.

La influencia de Francia en sus antiguas colonias africanas disminuyó considerablemente. Este declive no es un proceso reciente, sino el resultado de varias décadas de tensión y descontento.

Las razones son múltiples y complejas: resentimiento por el legado colonial, acusaciones de neocolonialismo y la percepción de que los lazos con Francia no han traído beneficios económicos significativos.

En primer lugar, el resentimiento se sigue de la colonización francesa en el continente a partir del siglo XIX, se extendió hasta mediados del siglo XX, y dejó profundas cicatrices. La explotación de recursos naturales, la imposición de culturas y lenguas, y la represión de movimientos independentistas son recordados con amargura en muchos países africanos. Este legado alimentó un sentimiento anti-francés que persiste hasta hoy.

Segundo, tras la independencia, muchos países africanos mantuvieron lazos económicos y militares con Francia, lo que algunos interpretaron como una forma de neocolonialismo. La presencia de tropas francesas y empresas multinacionales en el continente recibió críticas como una extensión del control colonial bajo un nuevo disfraz.

Tercero, a pesar de los lazos históricos, muchos países africanos sienten que la relación con Francia no trajo los beneficios económicos esperados. Las inversiones y ayudas financieras a menudo vienen acompañadas de condiciones que limitan la autonomía de estos países y perpetúan la dependencia.

Así, los recientes golpes de Estado en Malí, Burkina Faso, Níger y Gabón han acelerado este proceso de desvinculación de Francia. Estos países, otrora bastiones de la influencia francesa, ahora buscan reducir su dependencia de París.

En agosto de 2020, un golpe derrocó al presidente Ibrahim Boubacar Keïta en Malí, seguido de otro golpe en mayo de 2021 que consolidó el poder de la junta militar liderada por Assimi Goïta. El nuevo gobierno maliense ha buscado distanciarse de Francia, expulsando a las tropas francesas y acercándose a Rusia para obtener apoyo militar.

En Burkina Faso en enero de 2022, el presidente Roch Marc Christian Kaboré fue derrocado por un golpe militar, liderado por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba. La junta militar manifestó su intención de revisar las relaciones con Francia y buscar nuevos aliados, incluidos Rusia y China.

En julio de 2023, el presidente Mohamed Bazoum fue derrocado en Níger, un país clave para la estrategia antiterrorista de Francia en la región del Sahel. El golpe fue liderado por el general Abdourahamane Tchiani, quien ha mostrado su intención de reducir la influencia francesa en el país. Níger posee vastos recursos de uranio, que son de gran importancia estratégica y económica.

Gabón vio un golpe militar en agosto de 2023. Este derrocó al presidente Ali Bongo, poniendo fin a más de cinco décadas de dominio de la familia Bongo en el país. Los nuevos líderes militares expresaron su deseo de revisar las relaciones con Francia y fortalecer la cooperación con otros actores globales. Gabón es rico en petróleo y manganeso, recursos vitales para su economía.

Mientras Francia se retira, otros actores globales avanzan para llenar el vacío. Rusia, con su grupo paramilitar Wagner, y China, con su Iniciativa de la Franja y la Ruta, han ganado presencia en África, ofreciendo apoyo militar y económico a cambio de acceso a recursos naturales y oportunidades de inversión.

Rusia aumentó su influencia en África a través del grupo paramilitar Wagner, que ofreció apoyo a países como Malí y la República Centroafricana. A cambio, Rusia obtiene acceso a recursos naturales y fortalece su presencia estratégica en el continente.

China, por su parte, invirtió fuertemente en infraestructura en África a través de su Iniciativa de la Franja y la Ruta. Proyectos de construcción de carreteras, puentes, ferrocarriles y puertos han consolidado su influencia económica en países como Etiopía, Kenia y Nigeria.

Otro fenómeno preocupante es el retorno de los regímenes militares en varios países africanos. Si bien algunos argumentan que estos golpes son respuestas a la corrupción y la mala gestión de los gobiernos civiles, otros señalan la influencia de actores externos como Rusia.

La corrupción y la mala gestión de los gobiernos civiles son factores clave en el aumento de los golpes de Estado. En muchos países, la población perdió la confianza en los líderes civiles y ve en los militares una solución a los problemas de gobernanza y desarrollo.

La influencia de actores externos, como Rusia, también jugó un papel en el auge de los regímenes militares. El apoyo militar y financiero ofrecido por Rusia ha fortalecido a las juntas militares y les ha permitido consolidar su poder.

Una característica común de estos países es su riqueza en recursos naturales. Malí tiene vastas reservas de oro, Burkina Faso es rico en fosfatos, Níger posee una de las mayores reservas de uranio del mundo, y Gabón tiene importantes yacimientos de petróleo y manganeso. Estos recursos son cruciales para sus economías y estos los convierten en actores estratégicos en el escenario internacional.

La posibilidad de que estos países formen una alianza similar a la OPEC gana tracción. Al unir fuerzas, podrían negociar colectivamente con grandes potencias y mantener altos los precios de sus recursos. Esta estrategia podría proporcionarles mayor influencia y estabilidad económica, y reducir su dependencia de cualquier única potencia extranjera.

La situación en África es compleja y multifacética. No se puede hablar de un bloque monolítico anti-francés o pro-ruso/chino. Cada país enfrenta desafíos únicos y busca soluciones adaptadas a su contexto específico.

Cada país africano enfrenta desafíos únicos, desde problemas económicos y de desarrollo hasta conflictos étnicos y religiosos. Estos desafíos requieren soluciones específicas y no pueden ser abordados con un enfoque único.

En su búsqueda de estabilidad, desarrollo y autonomía, los países africanos están explorando nuevas alianzas y estrategias. Esta diversidad de enfoques refleja la complejidad de la realidad africana y la necesidad de soluciones adaptadas a cada contexto.

Los acontecimientos en África tienen implicaciones globales. El declive de la influencia francesa abre un vacío de poder que otros actores están dispuestos a llenar. La estabilidad del continente, rica en recursos naturales y con una población joven y creciente, podría ser crucial para el futuro del mundo.

El retiro de Francia deja un vacío de poder en África que otros actores globales, como Rusia y China, están dispuestos a llenar. Esta competencia por la influencia en África podría tener implicaciones significativas para la geopolítica mundial.

África, con sus vastos recursos naturales y su población joven y en crecimiento, podría desempeñar un papel crucial en el futuro del mundo. La estabilidad y el desarrollo del continente son esenciales para la economía global y la seguridad internacional.

En conclusión, la “segunda descolonización” de África marca un momento histórico de cambio en la influencia global. Francia, que una vez dominó el continente, ahora enfrenta una disminución de su poder en medio de golpes de estado y un creciente sentimiento anti-francés.

A medida que otros actores globales avanzan, África se encuentra en una encrucijada, buscando nuevas alianzas y soluciones adaptadas a sus desafíos únicos. Las implicaciones de estos cambios serán profundas y duraderas, no solo para África, sino para el mundo entero.

Las cosas como son.

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