La causa de «La Toretto platense» que está imputada de atropellar y matar a un motociclista en una picada callejera vivió este martes una insólita situación: la Fiscalía de La Plata le negó el testimonio a Valentina Velázquez, amiga de la influencer imputada que había sido citada. ¿El motivo? No se presentó con un abogado defensor.

La joven de 21 años, que había sido citada por el fiscal de la causa, Fernando Padovan, se anunció en la mesa de entrada de la Fiscalía platense; pero al estar sola, sin ningún abogado que la acompañara, le dijeron que no podía testificar y que «se vuelva a su casa». Insólito.

Velázquez había sido llamada a declarar porque para el fiscal habría conducido el otro auto que protagonizó la embestida fatal de Germán Armand, el motociclista de 35 años que murió producto del siniestro vial.

Según le habían anticipado a Clarín, el fiscal considera que Velázquez, a quien en las imágenes se la ve mientras conduce un Peugeot 308 negro, delante del auto de la principal imputada, Felicitas Alvite sería «penalmente responsable del delito de prueba ilegal de velocidad en los términos del 193 bis código penal». Además, la imputa por «crear una situación de peligro que afecte a la seguridad pública y a terceras personas».

Padovan llamó a declarar a la joven porque cree en su responsabilidad en el hecho. Tanto, que durante la semana pasada había pedido su detención; algo que el juez que subroga la causa, Martín Rizzo, no hizo lugar.

El responsable de la investigación -mantiene detenida a “La Toretto”- asegura que existe evidencia documentada que ubica “en tiempo, modo y lugar» a Velázquez.

El magistrado insiste en que hay evidencia de que las chicas “pactaron” una picada por una de las principales avenidas de la capital provincial, el 12 de abril a la madrugada, después de una fiesta electrónica que se realizó en la terraza de un hotel de plaza Moreno.

Tras la fiesta, la influencer Felicitas Alvite se subió al volante de un Gol Trend que pertenecía a un amigo. En su declaración testimonial figura que quiso manejar porque “no había tomado alcohol”.

Los videos grabados por las cámaras de seguridad muestran que el Volkswagen y el Peugeot comenzaron a recorrer a alta velocidad la avenida 13. Y que luego de cruzar varias avenidas, al llegar a 32, «la Toretto» cruzó con el semáforo en rojo y embistió a Armand, que iba en una moto. El joven murió en el hospital de Gonnet, donde lo trasladaron de urgencia.

Casi un mes después de consumado el el hecho, la fiscalía consideró que la Alvite debía ser imputada por homicidio simple por dolo eventual. Y que su amiga Velázquez debía declarar. Algo que se truncó este martes por falta de apoyo legal.

Felicitas Alvite estuvo cuatro horas frente al fiscal que la acusa de “homicidio simple por dolo eventual”. En la indagatoria se quebró. «Lloró cuando contó en detalle lo que ocurrió esa noche trágica”, dijeron a Clarín fuentes judiciales.

La joven negó en la indagatoria que haya tenido «intención» de causar un daño aunque reconoció que su modo de conducir ese día fue «imprudente». En la cita judicial tuvo momentos de debilidad y hasta dijo que atravesó ataques de pánico en medio de la declaración.

Al menos en una oportunidad tuvieron que interrumpir el acto procesal para que la imputada sea asistida por personal médico. Eso demoró el interrogatorio.

Según los peritajes que se incorporaron a la causa, «La Toretto» cruzó el semáforo en rojo a 85 kilómetros por hora cuando atropelló y mató a Germán Armand. El resultado de la pericia psiquiátrica determinó que no presentaba «signo o síntomas de algún trastorno psicótico o afectivo».

Los peritos sí sostuvieron que estaba «movilizada emocionalmente» por la situación derivada del proceso judicial. Además, los expertos concluyeron que presentaba síntomas de «angustia» y que desde que ocurrió la tragedia intensificó los casos de «ataques de pánico» que registra desde hace cinco años.