SOCIEDAD
Emma Coronel impacta tras hacerse cambio de look; así luce AHORA la esposa de ‘El Chapo’ | FOTOS
La exreina de belleza reapareció en redes sociales poco después de que una corte federal de EUU ordenó un cambio en sus medidas cautelares
A menos de tres meses de haber obtenido su libertad, Emma Coronel Aispuro, esposa del Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, sorprendió a sus seguidores de Instagram al lucir un look más fresco y juvenil.
Fue durante la madrugada del 6 de diciembre de 2023 cuando la exreina de belleza y modelo compartió las primeras fotografías, presumiendo su cambio de estilo.
La larga cabellera que la mujer de 34 año lució por varios años en un negro intenso se ve totalmente diferente con un nuevo color que resalta más su piel. Se trata de un tono rubio realizado mediante la técnica ombré, que fácilmente podría confundirse con un balayage.
A diferencia del balayage, el elegido por Coronel destaca de manera natural sus raíces oscuras, convirtiéndose poco a poco en un rubio claro que luce más en las puntas.
En la primera fotografía compartida por la joven nacida en California, Estados Unidos, también aparece Sergio Fernando Arévalo, quien fue el responsable de su cambio de look. “Ahora me tocó poner rubia a Emma Coronel. Es un amor de mujer”, escribió el estilista guatemalteco, quien ha destacado por realizar trabajos profesionales a artistas como María José, Paulina Rubio, Angélica Vale, Ana Bárbara y más.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que la madre de las dos gemelas de ‘El Chapo’ luce un rubio. Antes de cumplir una condena de dos años y medio en prisión de EEUU por narcotráfico, asociación delictuosa y lavado de dinero ya había hecho públicas algunas imágenes en donde su cabello era claro.
De hecho, las fotografías en donde posa con dos modelos distintos de vestidos de novia, diseñados por Benito Santos ―originario de Tepehuaje de Morelos, Jalisco―, fueron la última publicación hecha en su antigua cuenta de Instagram, @therealemmacoronel, realizadas en diciembre de 2020.
Poco menos de un año después, el 30 de noviembre de 2021, fue condenada a tres años de cárcel y cuatro más de libertad bajo vigilancia.
¿Cuáles son las nuevas medidas cautelares que Emma Coronel deberá de cumplir en EEUU?
La reaparición de Emma Coronel en redes sociales dio de qué hablar no sólo por su nuevo look. El par de historias en las que apareció y las fotografías que ella misma compartió se presentaron el mismo día en el que la Corte federal del Distrito de Columbia ordenó modificar las medidas cautelares a las que está sujeta.
En el documento, hecho público el pasado martes 5 de diciembre, el juez Rudolph Contreras indica que la esposa de ‘El Chapo’ ahora deberá “someterse a un registro en cualquier momento, con o sin orden de cateo, y por cualquier agente de la ley o agente de libertad condicional”.
Dicha revisión podrá realizarse a su persona y a aquello que sea identificado como “su propiedad”. Por tal motivo, Coronel está obligada a permitir el registro de su casa, vehículos, documentos y artefactos o medios de comunicación, como computadoras y teléfonos celulares.
También refiere que deberá entregar una autorización con su firma que permita a las autoridades consultar informes de crédito, así como su estado financiero, “con documentación de respaldo de todos los activos, ingresos, gastos y obligaciones”.
(Foto: X @emmaxocoronel)
SOCIEDAD
Un acuerdo en medio de una crisis mundial
Nadie sabe explicar qué pasó, pero el Gobierno estaba dispuesto hasta el jueves de la semana pasada a enviar al Congreso el acuerdo con el Fondo Monetario. De pronto, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el acuerdo se aprobaría por un mero decreto de necesidad y urgencia que no reúne las condiciones que exige la Constitución para que se dicten los DNU. Son posibles “cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución”, reza el inciso 3 del artículo 99, que es el que reglamenta esos decretos que tienen fuerza de ley. No existen tales circunstancias excepcionales, porque el Congreso está en sesiones ordinarias. Es probable, no obstante, que por circunstancias excepcionales se entienda la imposibilidad de mostrar los grandes trazos del programa que se acordó con el organismo multilateral.
El nuevo préstamo del FMI a la Argentina conllevará una cantidad de dinero fresco que no se precisó en ningún lado; se habla de una cifra que va de los 10.000 millones de dólares hasta los 20.000 millones. Es razonable que el Gobierno se niegue a exhibir la “letra chica” del acuerdo, porque esa parte del programa pactado podría incluir el anticipo de decisiones económicas, sobre todo referidas al dólar, que provocarían la desestabilización del mercado cambiario. Podría también incluir alguna fecha precisa que advierta a los pícaros sobre la forma en que el país comenzaría a salir del cepo al dólar, que tanto daño le hace a la economía nacional.
Extraña, del mismo modo, que el Gobierno haya decidido aprobar un acuerdo que el Fondo nunca anunció, aunque es probable que el organismo esté esperando un “amplio apoyo político y social” al programa para que su directorio lo apruebe. Sin embargo, suele haber siempre alguna palabra auspiciosa de parte del Fondo sobre las tratativas con el gobierno argentino antes de que aquí se apruebe el acuerdo. “Amplio apoyo político y social” es lo que el FMI siempre pide y es, a la vez, lo que Javier Milei esquivó cuando decidió firmar un decreto de necesidad y urgencia.
Desde ya que es más fácil firmar un decreto con la firma del Presidente y con la sola compañía de sus disciplinados ministros que enfrentar un debate en el Congreso, al que seguramente hubieran sido convocados el ministro de Economía y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. La administración argumentó el nuevo crédito en la necesidad de pagar parte de la deuda que el gobierno argentino tiene con su Banco Central; es una forma elegante de decir que el objetivo consiste en contar con dólares contantes y sonantes en el Banco Central para enfrentar una salida del cepo, extravagancia cambiaria que lleva ya seis años de vigencia. Las reservas actuales son negativas, aunque mucho menos negativas que las que dejaron Alberto Fernández y Sergio Massa. Es probable que ni Francos ni el Caputo ministro logren eludir esa citación legislativa cuando el decreto de necesidad y urgencia sea tratado por la comisión bicameral, que debe dictaminar sobre los DNU antes de que estos sean tratados por los plenarios de las dos cámaras del Congreso. Pero un DNU necesita solo de la aprobación de una de las dos cámaras; un proyecto de ley para aprobar el acuerdo hubiera requerido, en cambio, de la conformidad explícita de las dos cámaras. Tal aclaración solo explica la anomalía del DNU, no la justifica.
Milei está por acordar con el Fondo Monetario en medio de un ciclo de volatilidad de los mercados internacionales (el lunes y martes, pero sobre todo el lunes, fueron días negros para Wall Street y Europa), consecuencia en gran medida de la guerra arancelaria que el presidente norteamericano descerrajó contra Canadá, México y, sobre todo, contra China. Analistas internacionales estiman que la benevolencia de Trump con el autoritario gobierno ruso de Putin, aún en el caso de la cruelmente invadida Ucrania, se debe a que no quiere que el ruso se coloque del lado de China. Para alcanzar ese objetivo Trump quebró la política exterior de los Estados Unidos de los últimos 50 años.
Cuando el entonces déspota de Irak Saddam Husein invadió Kuwait en 1990, para controlar las reservas petroleras de ese país, fue el presidente republicano de los Estados Unidos, Bush padre, quien lideró una operación militar internacional con el objetivo cumplido de no sentar el precedente de que un país pueda ocupar impunemente otro país. Esa política es la que destruyó Trump cuando abandonó a Ucrania frente a otro déspota, Putin, que ocupó su territorio impunemente hasta ahora. Trump declaró el martes que lo único que tiene sentido es que Canadá se convierta en “el querido Estado número 51″ de los Estados Unidos. Una ofensa en toda la regla a uno de los siete países más desarrollados económicamente del mundo. Canadá integra el G7, el exclusivo club de los países más poderosos del planeta, desde 1977.
Todos los gobiernos de Washington cuidaron la relación con Canadá y México porque son los únicos dos países que tienen frontera seca con la principal potencia del mundo. Trump rompió también esa política histórica de los Estados Unidos. La volatilidad de la economía mundial tiene su razón de ser en esas disrupciones del flamante gobierno norteamericano. Es imposible no recordar que también Mauricio Macri firmó un acuerdo con el Fondo Monetario en medio de una crisis económica global, promovida en gran parte por el acceso al poder de los Estados Unidos de Donald Trump en 2017. Ya entonces, en su primer mandato, Trump amenazó con una guerra comercial con China y estableció una relación tirante con México; Estados Unidos es el destino de más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas. Para peor, anunció entonces el “plan de obras de infraestructura más grande de la historia de los Estados Unidos”, grandilocuente como es siempre.
Pero ese anuncio desvió todos los dólares que había en los mercados financieros internacionales hacia los Estados Unidos, porque se suponía que el gobierno norteamericano necesitaría créditos para hacer posible su programa de obras públicas. Macri también necesitaba créditos de los mercados financieros. Se quedó sin crédito y solo tenía un camino para conseguir dinero: el Fondo Monetario. Macri era amigo de Trump desde fines de los años 90, como ahora el mandatario de la Casa Blanca es amigo de Milei, un amistad más nueva y más ideológica. Trump no quería hacerle daño a Macri ni tampoco quiere perjudicar ahora a Milei; son sus políticas la que terminan complicando la economía argentina. Al fin y al cabo, Trump solo se parece a Milei en su condición de outsider político.
En lo demás, el líder norteamericano es, al revés del presidente argentino, nacionalista, estatista y proteccionista. Nada que ver con Milei. ¿Ejemplo? Milei está a punto de romper el Mercosur porque quiere un rápido acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, mientras Trump les pide a los empresarios norteamericanos que se preparen para producir sin importaciones. Según él, la “América otra vez grande” necesita cerrar su aduana. Vale la pena hacer una aclaración: la prohibición que pesa sobre los países del Mercosur para que cada uno establezca sus propias alianzas comerciales quedó obsoleto y es injusto porque no prevé el interés nacional de las naciones que lo integran. Uruguay viene reclamando ese derecho desde los tiempos de Jorge Batlle, hace 25 años, aunque parece haber cambiado de posición con el nuevo presidente de ese país, Yamandú Orsi, militante del Frente Amplio. Milei no pensará mucho tiempo si la opción que le dan es el Mercosur o un tratado de libre comercio con los Estados Unidos: elegirá Washington en el acto.
Regresemos al decreto de necesidad y urgencia porque esa vía anómala elegida por el Presidente puede definir si existe el “amplio apoyo político y social” que siempre reclama el Fondo Monetario. En primer lugar, ninguna ley está por encima de la Constitución y esta establece que la deuda interior y exterior del país son atribuciones del Congreso. Una ley de 1992, en tiempo de Carlos Menem, dispuso que el Poder Ejecutivo podía eludir el paso legislativo en el caso de los endeudamientos con los organismos multilaterales que integra la Argentina. No obstante, esa deuda debía ser aprobada por el Congreso cuando trataba el presupuesto de cada año, que es el camino más fácil que eligieron todos los gobiernos.
Una ley del gobierno de Alberto Fernández, cuando Martín Guzmán era el ministro de Economía, cambió tal decisión y dispuso que los acuerdos con el Fondo Monetario deben ser aprobados por el Congreso. Sucede que por primera vez en la historia el país no tiene un presupuesto aprobado por el Congreso durante dos años consecutivos. La oposición hace su trabajo, sobre todo el kirchnerismo, pero tampoco el Gobierno se entusiasmó, en algún momento al menos, con la gestión de la aprobación del presupuesto. En síntesis, el gobierno está trabajando con la permanente prórroga del último presupuesto de Alberto Fernández, el de 2023, y puede, por lo tanto, disponer sin problemas de las partidas presupuestarias. La consecuencia más evidente es que la nueva deuda con el Fondo Monetario corre el riesgo de no ser tratada por el Congreso, como manda la Constitución, ni como un proyecto especial de ley ni dentro del presupuesto; solo la trataría como un decreto de necesidad y urgencia, que significaría un módico apoyo legislativo. Si a Milei no le gusta la ley de Alberto Fernández-Martín Guzmán (hay muchos a los que no les gusta esa norma), debió derogarla antes de incumplirla. Por ahora, no cumplió ni con la ley vigente, buena o mala, ni con la Constitución.
Otra cosa es la perversión de la historia incluida en los tuit de Cristina Kirchner, referidos al acuerdo con el Fondo, con su habitual y despectivo “Che, Milei”; no se trata así a un presidente de la Nación, le guste o no le guste. En sus largos -cuándo no- mensajes de la expresidenta ella destaca el supuesto desendeudamiento con el Fondo del gobierno de su marido muerto. Es cierto que a fines de 2005, Néstor Kirchner decidió pagarle todo lo que la Argentina le debía al Fondo en ese momento, unos 10.000 millones de dólares. El Fondo cobraba una tasa de interés anual del 3,5 por ciento, pero a condición de negociar con el gobierno argentino un programa económico común, que debía ser revisado frecuentemente por misiones que enviaba el organismo. Ese control lo desquiciaba a los dos Kirchner. Lo cierto es que poco después, Néstor Kirchner comenzó un proceso de endeudamiento con el gobierno venezolano de Hugo Chávez, mediante la entrega de bonos del Tesoro a pagarse en el futuro. Fueron alrededor de 6.000 millones de dólares en total. Chávez no le pedía nada y le enviaba el dinero en el acto. Los bonos argentinos -el país estaba en default parcial todavía- pagaban entre el 11 y el 12 por ciento, superaban un aumento triplicado de la tasa que cobraba el FMI. Con el último préstamo, Chávez destruyó los bonos argentinos. Los entregó a terceros a una tasa anual del 16 por ciento. Cuando se enteró, dicen que Néstor Kirchner daba vueltas por el despacho de los presidentes, descompuesto de furia, repitiendo lo mismo: “nunca más”, “nunca más”. El desendeudamiento kirchnerista fue siempre una falsa cacofonía de fanáticos.
SOCIEDAD
Echo de menos los tiempos de PS2 o Xbox 360, y esta aventura de acción y ciencia ficción me ha hecho volver a ellos
Cada vez más echo de menos los tiempos de PS2 o la generación de Xbox 360 por la cantidad y variedad de juegos que aparecían. Había ganas de sorprender y experimentar en toda clase de géneros; lo que por unas u otras razones hoy en día se estila mucho menos. La presión es mayor, el riesgo también; y las grandes empresas suelen ir a lo seguro, que en este caso son en su mayoría juegos de acción RPG al estilo Souls. Por eso me alegra encontrarme de vez en cuando con títulos como Steel Seed, una aventura de acción y sigilo que a todas luces parece sacada de aquella época. Ya he tenido la oportunidad de jugar sus compases iniciales y ha sido una agradable vuelta al pasado, si bien es verdad todavía le queda mucho por demostrar. Pero en apenas 20 minutos de demo ya se intuye esa apuesta por crear un videojuego muy peliculero con sus combates, sus persecuciones con movimientos de cámara imposible, el plataformeo y por supuesto, claro, la infiltración como elemento esencial de la aventura. Tanto es así que al parecer tendremos la oportunidad de seguir una ruta pacifista. Y eso son siempre buenas noticias.
Steel Seed nos transporta a un oscuro mundo de ciencia ficción en el que la humanidad está al borde de la extinción, pero cómo se ha llegado a ese punto es algo que tendremos que descubrir en la piel de Zoe, una joven que sin saber muy bien cómo se ha despertado en ese sombrío futuro transformada en una cyborg. Como ves, no parece esta la historia más original del mundo pero al menos sí es una buena excusa para explorar y sobrevivir a un escenario repleto de robots asesinos que no nos lo van a poner nada fácil. El sigilo es la base de esta aventura; el juego te apremia a evitar a toda costa a tus enemigos, pero eso no significa que vayas a estar indefenso ante ellos.
Qué pasa cuando el sigilo falla
Cuando te pones a los mandos de Zoe te das cuenta de inmediato que ésta es una aventura clásica a rabiar en la que no falta ninguno de los elementos que podías encontrar en los grandes referentes del género. Puedes correr, saltar, golpear con una espada, andar furtivamente y hasta usar coberturas para, desde ahí, sorprender a los enemigos asestándoles un golpe mortal. En este punto he notado cierta debilidad en la IA de los robots asesinos, pues no me ha resultado difícil llamar su atención para exterminarlos uno a uno sin demasiadas complicaciones. Imagino que más adelante, cuando haya una mayor variedad de enemigos y éstos sean a su vez más peligrosos, costará más engañarles.
Pensando en esos momentos en los que te encuentres rodeado de enemigos, y sabiendo que el combate directo es bastante arriesgado, en Steel Seed contamos con la ayuda de un dron llamado Koby que puede escanear el escenario para detectar a los robots asesinos, a los que podemos «marcar» para tener un seguimiento constante de sus movimientos. Pero ojo porque esto hará visible a tu aliado, lo que puede desembocar en una batalla de la que difícilmente podemos salir ilesos. El equipo de Storm in a Teacup promete gran libertad para afrontar cada escenario como mejor nos parezca, ampliando paulatinamente nuestras opciones de juego a través de tres árboles de habilidad únicos, al estilo RPG, pero también con escenarios más complejos e interactivos.
A la hora de pelear el sistema de combate es bastante estándar también en lo nuevo de los autores de Close to the Sun. Podemos usar golpes débiles y fuertes, además de un movimiento de esquiva que si activamos en el momento preciso, ralentizará el tiempo a nuestro alrededor para machacar a los enemigos sin demasiadas complicaciones. Lo malo de una demo de estas características, tan breve y además ubicada en el inicio de la aventura, es que apenas puedes ver nada de lo que está por venir: el diseño de niveles era bastante lineal y simple, el plataformeo no era demasiado complicado y los enemigos, en general, fáciles de evitar / eliminar. Así que por ahora, solo queda confiar en las promesas de los autores de Steel Seed, que hablan de 40 mejoras distintas con nuevos movimientos de ataque y otras destrezas con las que podremos eliminar y escapar de una gran variedad de mortíferos robots, incluyendo jefes finales.
No acaban aquí las promesas porque también se habla de una zona más abierta, al estilo sandbox, que nos dará incluso más libertad de acción. Por la descripción parece como la clásica zona central que da acceso a los distintos niveles del juego. Una de las filosofías de trabajo tras Steel Seed es permitir que el jugador sea creativo; no presionar para que siempre pueda buscar alternativas al típico «o lo mato / o lo esquivo». Y esto es interesante porque también da la sensación de que la historia, a su manera, va a tener en cuenta si nos convertimos en auténticas máquinas de matar o si por el contrario, mantenemos intacto nuestro lado más humano evitando el conflicto.
En lo técnico Steel Seed es un juego de contrastes. Los escenarios no están mal y destaca sobre todo su colosalismo, con unos planos de cámara que buscan ensalzar siempre esa grandiosidad mientras te hace sentir a ti pequeño. El problema es que a veces hay movimientos de cámara un tanto bruscos, como cuando aparece un robot gigante destruyendo todo a su paso. Obviamente es una escena llamativa pero que por momentos resulta difícil de seguir. Tampoco el diseño de la protagonista me parece especialmente llamativo; aunque sí hay detalles que me animan a querer explorar en profundidad este oscuro mundo de ciencia ficción. Por otro lado esta demo no funcionaba especialmente bien en Steam Deck, así que espero que de cara al lanzamiento de su versión final la cosa mejore.
Con todo ello mantengo mi interés en Steel Seed por una sencilla razón: se echan de menos más juegos del estilo. Así que si tu también te encuentras en la misma situación, te invito a que pruebes la demo gratis de Steel Seed en PC. Si te deja con ganas de más que sepas que el juego se estrena el 10 de abril en PC, Xbox Series y PlayStation 5.
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SOCIEDAD
Arthur Mensch, CEO de Mistral AI: “La regulación no es el mayor reto que afronta la IA en Europa”
Cuando se habla de la invasión de la IA procedente de Estados Unidos, incluso de la que viene de China, hay una aldea gala que resiste. La start-up francesa Mistral AI nació en abril de 2023, cuando ya corría la pólvora de ChatGPT, lanzado cinco meses atrás. Fue fundada por dos ex investigadores de Meta AI, Guillaume Lample y Timothée Lacroix, junto a otro ex investigador de DeepMind, la división de inteligencia artificial de Google, Arthur Mensch.
Los tres se conocieron cursando sus ingenierías en el École Polytechnique de París. Empezaron el proyecto con otros 12 ingenieros y ahora Mistral AI es una empresa de 170 empleados, con oficinas en París, Londres, Estados Unidos y Singapur. Ha levantado alrededor de 1.000 millones de euros, que le dan un valor teórico de 6.000 millones. Recogió el apoyo del magnate tecnológico francés Xavier Niel, así como de Nvidia o Microsoft. Y por todo ello, es una de las grandes esperanzas de la IA europea.
Arthur Mensch (París, 1992) es el CEO de Mistral y cabeza visible de la startup. Recibe a EL PAÍS en una salita acristalada del Mobile World Congress de Barcelona. Vestido de traje oscuro y tras una larga jornada de reuniones, el responsable de la startup habla del papel de Mistral ante la búsqueda europea de independencia tecnológica. Y también repasa sus perspectivas de negocio —cuenta con clientes del ámbito financiero, de defensa y del sector público—, además de comentar la rivalidad con DeepSeek y con las empresas de Estados Unidos.
Pregunta. ¿Por qué la soberanía tecnológica es importante para Europa en medio del actual escenario geopolítico?
Respuesta. Lo que hemos observado en los últimos meses es que muchas empresas europeas, pero también de fuera de Europa, se han dado cuenta de que necesitan una estrategia que no dependa totalmente de la tecnología estadounidense para sus sistemas de IA.
P. ¿Es una cuestión económica?
R. Si tú tienes empresas con una sobredependencia de proveedores estadounidenses para cubrir una necesidad que va a tener una importancia significativa en tu negocio, como es la IA, esto significa que gran parte del PIB se va para Estados Unidos. Pero hay otro aspecto, que es la soberanía cultural. Consiste en asegurarse de que los modelos conocen la literatura española, la literatura francesa, la manera diferente en que pensamos la historia a lo largo de Europa o las distintas formas en que pensamos la democracia, que difiere de cómo se piensa en Estados Unidos.
P. Ahora que Estados Unidos se ha convertido en un socio voluble, ¿Europa necesita también soberanía tecnológica en defensa?
R. Hay un tercer factor que es la soberanía estratégica. Esto significa que la IA, que es la nueva forma en que construimos la interfaz humano-máquina, estará en todos los sistemas de armamento en los próximos 10 años. Desafortunadamente, este es un aspecto importante en el mundo de hoy. Y resulta clave para los Estados europeos y la industria [de defensa] tener la capacidad de construir sistemas con una IA que no proceda de un proveedor ajeno a los Estados miembro.
P. ¿Hasta qué punto la defensa será un negocio sustancial para Mistral?
R. Ya es un negocio importante para nosotros.
P. ¿Cómo planea Mistral capitalizar las necesidades europeas de tecnología soberana?
R. Este escenario es una fuente de oportunidades para nosotros. No solo porque somos una empresa europea, sino porque la tecnología que desarrollamos está pensada para casos de uso con altas necesidades de gobernanza de datos.
P. ¿A qué se refiere?
R. Nuestra tecnología se puede desplegar de forma local. Si el cliente tiene la capacidad suficiente de GPUs (procesadores gráficos) puede ejecutar nuestra IA en su nube privada. Cuando se trata de ejecutar cargas de trabajo críticas, que requieren una alta soberanía de datos, tenemos la tecnología para ello. En realidad, somos la única empresa o una de las pocas que pueden hacerlo.
P. También tienen modelos, como Mistral Small 3, que funcionan en un portátil…
R. Esto sería el despliegue en dispositivo, que consiste en implementar modelos más pequeños en hardware más barato. Puede ser un portátil, incluso un smartphone. Hoy, el mejor modelo que se puede ejecutar en un portátil es de Mistral.
P. ¿Cuáles son los beneficios de ejecutar un LLM [modelo de lenguaje de gran tamaño] en local?
R. El primero es que es un sistema privado por defecto. También puede funcionar en un entorno sin conexión a internet. Y es importante para la eficiencia. Si somos capaces de procesar el 80% de las peticiones de un usuario en su propio ordenador y las ejecutamos localmente, esto es energía que ahorramos y no malgastamos en centros de datos.
La tecnología que desarrollamos está pensada para casos de uso con altas necesidades de gobernanza de datos”
P. Usted insiste en que Europa necesita menos regulación…
R. Tenemos que centrarnos en regular las aplicaciones y no la tecnología. Realmente creemos que hemos llegado demasiado pronto [con el Reglamento europeo de la IA]. Pero es factible abordarlo. No diría que la regulación es el mayor reto que afronta Europa en inteligencia artificial. Aunque no ayuda, desde luego.
P. ¿Qué le gustaría cambiar de la regulación?
R. Siempre hemos defendido la necesidad de tener secretos comerciales. Esto es muy importante para empresas como la nuestra, para ser competitivas, sobre todo en los aspectos relacionados con los datos de entrenamiento. El Reglamento Europeo de la IA ayuda más a las empresas estadounidenses que a las de la UE, porque al ser muy grandes pueden afrontar mejor cualquier carga que se les imponga. Y este escenario es el que me gustaría evitar.
P. Antes ha dicho que la regulación no es el reto principal de la IA. ¿Cuál es?
R. Creo que el mayor reto que tenemos en Europa, y nos alegra ver que esto está cambiando, es que la tasa de adopción de la IA entre las empresas ha sido un poco lenta. Van por detrás de Estados Unidos. Pero ahora se han dado cuenta de que esto es crítico para ellas. Que si quieren competir en el escenario global, necesitan ser más eficientes con ayuda de la IA.
P. ¿Cómo aborda Mistral un mercado fragmentado como el europeo, que en realidad son 27+1 mercados?
R. Nos obliga a tener equipos en diferentes países. Ahora tenemos un equipo en el Reino Unido, otro en Alemania y pronto tendremos uno en España. Cada empresa europea tiene requisitos específicos en cuanto al idioma o al trato que quiere tener con los clientes. Y esto requiere una profunda personalización de los sistemas de IA, algo que nosotros sabemos hacer.
P. ChatGPT o Google NotebookLM ya funcionan bien en español. ¿Cómo pretende Mistral competir con ellos?
R. Se pueden desarrollar modelos que sean excelentes en varios idiomas. Pero si decides centrarte en un idioma específico, puedes crear un modelo más pequeño que sea mejor en ese preciso idioma. La única firma de construir un modelo que sea muy satisfactorio en un idioma determinado es introducir más datos en esta lengua y entrenarlo con ellos. Así podemos crear un modelo más pequeño pero dedicado a este idioma.
Fuimos los primeros en lanzar un modelo en código abierto. Y esto puso en marcha toda una bola de nieve que fue creciendo
P. Tras la conmoción provocada por DeepSeek en la industria, usted dijo que Mistral ya había implementado técnicas de eficiencia. ¿Puede desarrollar esto?
R. DeepSeek utiliza, en realidad, un fragmento de código que nosotros publicamos el año pasado como código abierto. Se trata de la técnica mixture of experts (MoE o mezcla de expertos). Ellos la escalaron y añadieron cierta capacidad matemática de razonamiento sobre ella.
P. Entonces, ¿la tecnología era originalmente de Mistral?
R. Originalmente, sí. Fuimos los primeros en lanzar un modelo en código abierto con ella. Y esto puso en marcha toda una bola de nieve que fue creciendo. Tú cedes algo a la comunidad de código abierto y alguien lo toma y crea algo mejor.
P. Es una forma de externalizar la innovación…
R. Históricamente, en inteligencia artificial siempre ha sido así. Si te fijas en lo que ocurrió entre 2010 y 2020, utilizamos esta fórmula para construir el aprendizaje profundo (deep learning). Así también desarrollamos el aprendizaje por refuerzo profundo (deep reinforcement learning). Y así empezamos a trabajar en modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM). Y, de repente, OpenAI vio negocio en ello y decidió cerrar su tecnología y empezar una carrera en la que tratarían de convertirse en un monopolio.
P. ¿Cómo puede Mistral con DeepSeek, que también es una empresa de código abierto?
R. Ahora estamos trabajando en tener modelos mejores que los de DeepSeek. Y en cuanto a la eficiencia durante el entrenamiento que ellos han afirmado, nosotros ya la hemos alcanzado y estamos incluso mejorándola.
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