Después de doce horas de combatir sin descanso contra el incendio de un edificio en Valencia, los bomberos lograron extinguir las llamas en la madrugada de este viernes y entrar en los restos de la construcción de 14 pisos que, por ahora, no amenaza con derrumbarse.

De las casi 450 personas que vivían en el edificio donde comenzó el fuego que se propagó al de al lado, los drones del servicio de emergencias habían visualizado, hasta las tres de la tarde (11 de la mañana en Argentina) cinco cuerpos que aún no pudieron ser identificados.

Hay, hasta ahora, 14 desaparecidos. Entre ellos, una pareja joven con un nene de tres años y un bebé de 15 días.

De los 15 heridos que fueron derivados a distintos hospitales de la ciudad, siete eran bomberos. Ninguna de las personas lastimadas corre peligro de vida.

El fuego se desató el jueves por la tarde en un séptimo piso de un departamento que daba a la esquina de las calles General Avilés y Maestro Rodrigo del barrio del Campanar, a 3,8 kilómetros al noroeste del centro de la ciudad.

En menos de una hora, las llamas, que se podían ver desde la vereda, se extendieron al frente del edificio y devoraron también la construcción de al lado, que pertenece al mismo complejo de 138 departamentos.

Según los bomberos, al viento, que el jueves llegó a soplar con ráfagas de 60 kilómetros por hora, se sumó “el tipo de construcción” para convertir al complejo en un infierno.

Trascendió que la entrada estaba diseñada sobre paneles de polietileno revestidos de aluminio que ardieron en segundos y se desprendieron con facilidad propagando las llamas.

“Fue horroroso”, dijo a la prensa española una argentina que vivía en el edificio.

“Mi marido me dijo que había mucho humo y salimos al pasillo. Entonces vimos a gente corriendo con sus hijos… No ha sonado ni una sola alarma ni han funcionado los difusores”, señaló la mujer, que no dio su nombre.

“Un hombre nos gritó en inglés que corriéramos, que el edificio se estaba quemando. Por supuesto, bajamos a la calle lo más rápido que hemos podido”, agregó.

La policía científica, que recién a media mañana de este viernes pudo entrar en el edificio, aún no pudo establecer las causas que habrían originado las llamas.

Una vecina que vivía en una de las torres desde 2011 comentó que los cortocircuitos eran permanentes, desperfecto que ella atribuía a que “la casa no estaba bien terminada”.

Campanar es una zona que, durante décadas, fue un área rural rodeada de huertas. En el siglo XIX fue un municipio independiente y en las últimas décadas tierras fértiles para emprendimientos inmobiliarios como el que ardió este jueves.

Eran edificios de categoría, con piscina y unidos entre sí por un ascensor panorámico.

El permiso de construcción era del 2005 pero la crisis económica demoró hasta el 2008 la finalización de las obras.

FBex, la empresa promotora de los departamentos, quebró hace un par de años. Cuando fue liquidada, su deuda era de 463 millones de euros.

Unas 36 personas que se quedaron sin casa pasaron la noche en el Hotel Valencia Palace, donde también recibieron contención psicológica.

Médicos forenses y técnicos del Instituto de Medicina Legal de Valencia procedían este viernes a tratar de saber quiénes eran los cinco vecinos que murieron en el incendio. Y se improvisó un punto de toma de muestras para que los familiares de quienes no encuentran a los suyos puedan proporcionar muestras del ADN.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, anunció que cada familia afectada por el incendio de su casa recibirá entre 6 mil y 10 mil euros como primera ayuda.

Y la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, prometió a la mayoría de las familias afectadas que serán realojadas, temporalmente, en un edificio municipal.

Calcinado pero de pie, el hormigón del edificio es lo único que sobrevivió al infierno de entre 800 y 1.000 grados que ardieron adentro de los departamentos.

El presidente Pedro Sánchez viajó a Valencia este viernes. “Quisiera trasladar nuestra solidaridad, nuestro cariño y nuestra empatía a los familiares de las víctimas ya conocidas por este terrible incendio”, dijo Sánchez.

“En estos momentos valoramos aun de manera mucho más sobresaliente la labor de los servidores públicos, de los servicios de emergencia”, agregó.

Valencia está de luto. Es el peor incendio en la historia de la ciudad.

“Es mi barrio. Y es absoluta la desolación”, dijo el ex presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.

“El impacto humano del incendio de Valencia dejará una profunda huella en esta ciudad”, agregó el secretario general de los socialistas valencianos que Sánchez acaba de nombrar embajador ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Se decretaron tres días de luto oficial. Se suspendieron los preparativos para las Fallas, las fiestas valencianas por excelencia, y los equipos de fútbol Valencia y Levante pidieron reprogramar los partidos por la tragedia que vive la ciudad.