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SOCIEDAD

La vida de Michael Douglas antes de Cathetine Zeta-Jones: infidelidades, drogas y adicción al sexo

Michael Douglas cumple 79 años (Foto: REUTERS/Eric Gaillard)Michael Douglas junto a su pareja, Catherine Zeta-Jones. Foto: REUTERS/Eric GaillardMichael Douglas junto a Catherine Zeta-Jones y su hija, Carys Zeta Douglas. Foto: REUTERS/Sarah Meyssonnier

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Michael Douglas llevaba una vida lujuriosa antes de enamorarse de Catherine Zeta-Jones en su papel de Elena Montero en La máscara del Zorro en la pantalla grande. Y ese amor, que hoy lleva más de dos décadas, lo salvó de su propio historial de infidelidades, alcoholismo y adicciones a las drogas y el sexo.

Michael Kirk Douglas –nacido el 25 de septiembre de 1944 en Nueva Jersey- se casó en 1977, en los inicios de su carrera actoral, con Diandra Luker. Heredera millonaria de una familia de diplomáticos, a ella le gustaba recorrer el mundo con diferentes cruzadas.

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Pero cuando nació su hijo Cameron, hace 44 años, no demostró saber nada sobre la vida silvestre: le regaló un ocelote al pequeño, que lo atacó. El chico terminó en el hospital y el animal en el refugio del que había sido sacado.

Mientras tanto, el protagonista de Las calles de San Francisco –junto a Karl Malden, entre 1972 y 1976- lanzaba su carrera cinematográfica y grababa películas en diferentes países. Además, salía con una cantidad infinita de mujeres y se emborrachaba y drogaba noche tras noche.

Michael Douglas junto a su pareja, Catherine Zeta-Jones. Foto: REUTERS/Eric Gaillard
Michael Douglas junto a su pareja, Catherine Zeta-Jones. Foto: REUTERS/Eric Gaillard

Según él mismo dijo tiempo después, heredó de su famoso padre Kirk Douglas –muerto en 2020 a los 103 años- la infidelidad y las adicciones.

La adicción al sexo de Michael Douglas

Pero todo fue peor desde 1987, cuando grabó Atracción fatal con Glenn Close. La química entre los intérpretes del abogado Dan Gallagher y la deslumbrante Alexandra Forrester fue tan grande, que la actriz se separó de su marido James Marlas, con quien se había casado apenas tres años antes.

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Mientras que para Michael Douglas comenzó una nueva adicción por la que también tuvo que tratarse. El actor confesó en 1993, cuando protagonizó Bajos instintos junto a la bella Sharon Stone, que “su deseo sexual era tan incontrolable que afectaba su vida privada”. Y por eso se internó en una clínica de rehabilitación.

A pesar de sus interminables aventuras extramatrimoniales, recién se divorció de Diandra Luker en el año 2000. Él ya había conocido a un nuevo amor, pero su esposa le aseguró que “para casarse otra vez, primero tendría que divorciarse”. Y se la hizo muy difícil.

La llegada del amor

El hijo de Kirk Douglas y la bella actriz galesa se conocieron durante el Festival de Cine Americano de Deauville en 1996, donde él presentaba la remake de Hitchcock: un crimen perfecto, mientras ella protagonizaba La máscara del Zorro junto a Antonio Banderas.

Michael Douglas junto a Catherine Zeta-Jones y su hija, Carys Zeta Douglas. Foto: REUTERS/Sarah Meyssonnier
Michael Douglas junto a Catherine Zeta-Jones y su hija, Carys Zeta Douglas. Foto: REUTERS/Sarah Meyssonnier

El actor español y su entonces esposa Melanie Griffith los presentaron, pero a Michael Douglas le costó mucho conquistarla. En la cena luego de la proyección de la película protagonizada por la galesa, él se sentó a su lado y le dijo al oído: “Voy a ser el padre de tus hijos”. Pero ella se asustó por culpa de su historial y lo rechazó. Después llegaron las flores de disculpas, las charlas y los encuentros secretos.

Él venía de un divorcio escandaloso y multimillonario de su primera esposa, Diandra Luker. Mientras Catherine Zeta-Jones tenía 31 años, veinticinco menos que él, y también arrastraba problemas de depresión y bipolaridad.

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Sin embargo, y contra todos los pronósticos, estrellas de Hollywood se casaron el 18 de noviembre de 2000 en una gran fiesta en el Hotel Plaza de Nueva York. Y desde entonces, hace casi veintitrés años, Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones -que se había convertido en madre de su hijo Dylan, de 23 años, antes de la boda, y de su hija Carys, de 20- forman una pareja sólida y unida, que superó todas las adversidades.

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SOCIEDAD

Hereje: Hugh Grant, en su veta más malévola, se luce en este film de suspenso entretenido y bien realizado

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Hereje (Heretic, Estados Unidos/2024). Dirección: Scott Beck, Bryan Woods. Guion: Scott Beck, Bryan Woods. Fotografía: Chung Chung-hoon. Música: Chris Bacon. Edición: Justin Li. Elenco: Hugh Grant, Sophie Thatcher, Chloe East, Topher Grace, Elle Young. Duración: 110 minutos. Distribuidora: Diamond Films. Nuestra opinión: buena.

Mucho se ha dicho sobre la alicaída oferta de suspenso y terror que ofrece el cine contemporáneo. Por eso, cuando aparece una propuesta como Hereje, más sutil, atractiva y seductora, resulta fácil caer en sus garras. Aun cuando tal muestra de preciosismo termine siendo la fachada de algo mucho menos interesante.

La hermana Paxton (Chloe East) y la hermana Barnes (Sophie Thatcher), son dos adolescentes bastante inocentes que creen ciegamente en los preceptos de la iglesia mormona a la que pertenecen. Con la intención de llevar la doctrina a quien lo necesite llegan a la puerta del señor Reed (Hugh Grant), teólogo muy interesado en hablar con ellas. Sin embargo, una vez dentro, las dos chicas quedan atrapadas y descubren que son parte de un experimento macabro conducido por su anfitrión. No se tratará solo de cuestionar su fe, sino también de salvar sus vidas.

Aunque promocionada como una película de terror religioso, Hereje no tiene mayor conexión con la religión que la locura de su protagonista. Las interminables disquisiciones de Reed cuestionando las diferentes corrientes, no tienen más profundidad y sustancia que los devaneos de Dan Brown en El código Da Vinci o Ángeles y demonios. ¿Eran aquellas películas religiosas? Bueno, esta tampoco.

De todos modos, la mascarada está lo suficientemente bien hecha como para despertar cierta intriga. Los propósitos del protagonista para con sus cautivas no se revelan inmediatamente, sino que van apareciendo de a poco, conforme las va ganando la desesperación. Ventana que el guion aprovecha para desarrollar un arco de conducta para Reed, que va de un señor encantador a un ser desquiciado y perverso.

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Es entonces cuando se agradece, y mucho, la presencia de Hugh Grant como mascarón de proa de la propuesta. El actor, que a esta altura del partido no necesita demostrar en absoluto su talento, sostiene todo el entramado de suspenso que ofrece la película con maestría y oficio. Tanto como para salvar una andanada de diálogos extensos y confusos, que conspiran notablemente contra el ritmo de thriller que pretende llevar adelante la historia.

Por su parte, el binomio conformado por East y Thatcher tiene menos posibilidad de lucimiento, pero de todos modos logra una química lo suficientemente sólida como para que la platea pueda empatizar con su predicamento, por más absurdo que sea.

Hereje cuenta con una materia prima interesante, que desemboca en climas de suspenso más que satisfactorios. Sin embargo, como ya es una constante en este tipo de propuestas (y en el cine actual en general), la necesidad de llevar el clímax hasta el límite del paroxismo, vuelve la resolución tan retorcida e inverosímil que el relato pierde buena parte del terreno ganado. Una vez que se conocen las verdaderas intenciones del señor Reed, alejándose de la atractiva complejidad inicial y convirtiéndose en un personaje más convencional para este tipo de films, de este lado de la pantalla uno se pregunta “¿Para qué?”. Y lo peor es que desde el guion no aparece una explicación más satisfactoria que un “porque sí”.

Con una puesta en escena por momentos demasiado teatral (en la que Hugh Grant se mueve como pez en el agua), Hereje vende mucho más de lo que ofrece. Su presentación como thriller inteligente, que pone en la mira a la religión contemporánea, se desinfla rápidamente. Dejando solo una película de suspenso como tantas otras, con unas cuantas ideas bien ejecutadas, una dirección efectiva y correctamente resuelta, y no mucho más.

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