La lucha por la igualdad de género tuvo otra victoria cuando el techo de cristal de la Liga Nacional de Hockey de EE.UU. (NHL, por sus siglas en inglés) se rompió el pasado 8 de octubre con la asunción de Jessica Campbell como entrenadora asistente de los Seattle Krakens. La canadiense es la primera mujer en ocupar un rol de dirección en la liga profesional de hockey sobre hielo masculino de los Estados Unidos.

Para los fanáticos del hockey sobre hielo, el nombre de Jessica Campbell no es ningún misterio. Hasta 2017 fue jugadora de la selección de Canadá y de diversos equipos relevantes de la liga de ese país. Lo cierto es que ahora su nombre ha trascendido todas las fronteras porque se coronó como la primera entrenadora asistente de la NHL y sentó un precedente muy alentador para las mujeres que hasta ahora no habían logrado hacer escuchar su voz en el terreno del deporte profesional.

Campbell inició su camino como técnica al retirarse como deportista. En 2017 comenzó a formarse y armar, en paralelo, una empresa ligada al deporte, JC Powerskating. En ese proceso, ya en 2022 tuvo un breve paso por la selección alemana de hockey sobre hielo, desde donde luego se trasladó para desempeñarse como asistente en los Coachella Valley Firebirds, una filial de los Krakens, con sede en el Valle de Coachella en California, que forma parte de la Conferencia Oeste de la Liga Americana de Hockey (AHL, por sus siglas en inglés).

Durante su trabajo en los Coachella Valley Firebirds conoció al actual entrenador de los Krakens, Dan Bylsma, que, sorprendido por su trabajo, la convocó a sumarse al equipo mayor. El 8 de octubre, en un partido ante Saint Louis Blues, Campbell debutó oficialmente en el banco de los Krakens como entrenadora asistente. Si bien el resultado no fue propicio para su equipo, que perdió 3-2, la fecha marcó un hito que trasciende el desenlace de esa competencia deportiva.

El primero en marcar la importancia de la presencia de una mujer en el plantel técnico fue el propio Bylsma, quien celebró la incorporación y en declaraciones a Ansa Latina expresó: “Hubo un lado positivo en el hecho de que Jessica fuera la primera mujer entrenadora en la NHL. Es bueno para ella y es bueno para el juego. Espero que haya una puerta abierta para ellas, en lugar de tener que derribar una o encontrar una manera de abrirla”.

En cuanto a la protagonista de la historia, sus comentarios luego del partido dieron cuenta de su real conciencia sobre la trascendencia que posee el paso que ella ha logrado dar para otras mujeres. “Sé que los jóvenes que mañana jueguen su primer partido de hockey sabrán que puede haber una entrenadora detrás del banquillo. Es algo muy especial para mí. Voy a tratar de honrar lo que es, porque sé, y definitivamente entiendo, que la magnitud y la importancia de este momento son realmente importantes para nuestro juego. Ahora soy parte de algo más grande que mi misma”, expresó en declaraciones recogidas por Womenshealthmag.

LA NACION