La semaglutida está revolucionando el mercado farmacéutico básicamente porque es el antídoto contra la madre de todas las enfermedades: el sobrepeso y la obesidad. Pero hay una dosis de esta droga que está aprobada para la diabetes tipo 2 y otra, exclusivamente para bajar de peso.

La primera es el Ozempic, comercializada en el mundo por el laboratorio danés Novo Nordisk desde 2017, y hasta ahora la opción más prescripta en la Argentina por los diabetólogos. Es inyectable y debe aplicarse una vez por semana. La segunda viene bajo la marca Wegovy, disponible en el mundo pero todavía no en Argentina.

La diferencia entre una y otra es básicamente la dosis de semaglutida que contienen. La del Ozempic es mucho más baja que la del Wegovy, ya que es la dosis necesaria para el tratamiento de la diabetes. Sin embargo, el potencial de la molécula es tan alto que en dosis más elevadas tiene un impacto más veloz y eficaz en el descenso de peso.

Luego de que el laboratorio Elea anunciara la salida en el país del “Ozempic” argentino, medicamento que según confirmaron a Clarín este viernes estará disponible en las farmacias a fin de mes, los daneses explicaron por qué -pese a que la ANMAT lo aprobó el 25 de julio pasado- el Wegovy todavía no llegó a la Argentina.

Fuentes del laboratorio dijeron a Clarín que “si bien ANMAT aprobó el uso de Wegovy para el control del peso en adultos con obesidad o con sobrepeso en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso, la autorización regulatoria fue el primer paso hacia la disponibilidad del medicamento en el país”.

Según se desprende de la explicación brindada a este medio, esta presentación llegará a la Argentina cuando haya disponibilidad de producción, aunque dijeron que se está avanzando para que eso ocurra “lo antes posible”. Hay que tener en cuenta que existe una alta demanda global de esta droga que se ha convertido en la vedette de la industria farmacéutica, lo que viene demorando el arribo al mercado local.

Agregaron que “se iniciaron procesos técnicos y de manufactura, gestionados internamente en función de la disponibilidad de producción. Todos estos procesos llevan tiempo”. Y admitieron que aún no están “en condiciones de informar una fecha específica para su disponibilidad en el mercado”.

En la respuesta a la consulta de Clarín agregaron que “Novo Nordisk no promueve ni apoya ninguna promoción por fuera de lo aprobado en el prospecto de sus productos, y trabaja continuamente para reforzar el uso de los medicamentos según su correspondiente indicación de prospecto”. Y advirtieron: “Destacamos que el uso de semaglutida siempre precisa de prescripción y seguimiento médico”.

Esta última advertencia es en función de que en Argentina, a falta de la droga específica para adelgazar, se ha instalado efectivamente el uso del Ozempic para bajar de peso. Como se dijo, su impacto es menor en ese sentido, pero fuentes de la industria farmacéutica calculan que entre el 30 y el 40 por ciento de las ventas son con ese fin.

En cuanto al nuevo medicamento hecho en Argentina, si bien la ANMAT lo aprobó para tratar la diabetes tipo 2, fuentes de Elea dijeron que “las indicaciones fuera de prospecto están aceptadas siempre y cuando esa indicación sea razonable. Y en este caso lo es. Se encuentra dentro de la responsabilidad profesional del ejercicio de la medicina”.

Ese mercado ahora será disputado entre la opción inyectable de Novo Nordisk y la nacional en comprimidos por vía oral, de Elea, que según se adelantó costará entre un 20 y un 30 por ciento menos que la versión extranjera. La opción nacional había sido aprobada por la ANMAT el último 26 de junio.

El médico Gabriel Lijteroff, presidente del comité científico de la Federación Argentina de Diabetes, celebró la salida del nuevo producto. Aseguró en diálogo con este medio que la versión oral de la semaglutida “es una muy buena noticia porque ha disminuido el riesgo cardiovascular, la hipertensión arterial, ha ayudado a controlar la glucosa y a reducir el apetito. En cuanto eficacia está andando muy bien”.