Todo gira sobre él. En el caluroso Chase Stadium que parece afectar más a los locales que a los visitantes, Lionel Messi pudo cambiar una noche que venía imprecisa y errática por una en la que su golazo será mostrado por todos lados. El zurdazo desde afuera del área se metió pegado contra el lateral de la red para ese 1-1 muy gritado frente al Charlotte FC. Un tercer empate seguido para el Inter Miami y para lamentarlo por cómo fue el desarrollo del encuentro que terminó más caliente…

Y Leo fue protagonista de una jornada en la que tuvieron muchas ocasiones de gol y les faltó estar finos. Algo que aplicó para el propio 10: de entrada quedó mano a mano con el arquero y buscando un palo le salió un remate suave. En ese primer tiempo también tuvo otro tiro desviado tras una buena combinación con Marcelo Weigandt.

Ya en el ST repitió con otra situación en el área y hasta un cabezazo que fueron a las manos del arquero. Pero además de mostrar frustración y lamentarse por las oportunidades ya estando 0-1 abajo Messi siguió insistiendo hasta tener premio. Y finalmente clavó el zurdazo que venció la resistencia del arco del croata Kahlina.

Puño apretado y sonrisa para el capitán que anotó su 15° gol en esta MLS y el 17° en total en el 2024 (más 12 asistencias) en 19 partidos para su club que sigue primero y cómodo en la Conferencia Este del torneo y clasificado a los playoffs. Aunque todavía no se pudo quedar con el llamado ‘Suportter’s Shield’ el premio que le dan al mejor equipo de la fase regular.

Y además de lo futbolístico, Leo viene terminando los partidos con bronca. La fecha pasada se cruzó con un defensor y esta vez fue con el árbitro Ramy Touchan, a quien le fue hablar enojado: “sos un mala leche”, le repitió varias veces y señalándolo. Por esa protesta se llevó una amarilla ya con el juego finalizado. El referí había cobrado un penal por una falta al paraguayo Diego Gómez, pero el VAR lo llamó correctamente para corregir una acción en la que no fue falta. Aunque las broncas sean más por las maneras de conducir los partidos, habitual en la MLS.

Un Messi auténtico que no quiere regalar nada y del que se rescata lo más positivo: lo bien que se lo ve físicamente. El propio Gerardo Martino decía en la previa que lo único que le falta es sumar ritmo futbolístico y eso es exclusivamente de lo que ocurra en los partidos. Este sábado completó los 90 minutos más los 10 de adicionado. Ahora, el Inter Miami tiene dos partidos más antes de que el 10 vuelva a vestir la celeste y blanca en el reencuentro post Copa América y lesión del tobillo.

El miércoles visitará al Columbus Crew y será un partido clave: es el segundo y, si le ganan, conseguirán ese título de ser los mejores de la fase regular antes de los playoffs. Luego, el sábado tendrán un largo viaje a Toronto para cruzarse con ese equipo y luego regresar a Miami donde la Selección hará base para viajar a Venezuela (10/10) para luego establecerse en Ezeiza y recibir a Bolivia (15/10). Más allá de no haber podido ganar en tres juegos consecutivos por primera vez con él en cancha desde que llegó, la magia de Lionel sigue haciendo disfrutar al Inter Miami. A no enojarse…