POLITICA
A qué hora son las elecciones 2024 en Estados Unidos: Donald Trump vs. Kamala Harris
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024 prometen ser el evento del año, con la contienda entre el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris. El 5 de noviembre, millones de votantes acudirán a las urnas para decidir el futuro de su país. Sin embargo, antes de participar en este histórico comicio, es crucial conocer los horarios de apertura y cierre de los centros de votación, que varían significativamente según el estado.
Cuándo abren las urnas el 5 de noviembre
El horario de apertura de las urnas depende de la ubicación de cada votante. En general, la mayoría de los estados abren sus centros de votación entre las 6 hs y las 8 hs, aunque existen excepciones.
Por ejemplo, en algunas localidades de Vermont, los votantes pueden comenzar a emitir sus sufragios a partir de las 5 hs, mientras que en una ciudad de New Hampshire es posible votar a la medianoche. Los votantes de Iowa pueden tener que esperar hasta el mediodía, dependiendo de las decisiones de los comisionados electorales locales.
Según datos de Ballotpedia y The Associated Press, en el caso de estados que atraviesan múltiples zonas horarias, como Indiana, Kentucky, Idaho y las Dakotas, las horas de apertura pueden variar en diferentes condados.
Cuándo cierran las urnas en las elecciones presidenciales
El cierre de las urnas también presenta variaciones notables. En términos generales, la mayoría de los centros de votación cierran alrededor de las 19 hs o 20 hs. Sin embargo, existen excepciones significativas que es importante considerar. Por ejemplo, en Nueva York, los votantes pueden emitir sus votos hasta las 21 hs, mientras que en Indiana y Kentucky las urnas se cierran a las 18 hs.
En zonas rurales, los centros de votación pueden cerrar tan pronto como todos los votantes registrados hayan emitido sus sufragios, lo que podría suceder antes de la hora programada. Esto resalta la importancia de que los ciudadanos verifiquen los horarios específicos de su localidad antes de dirigirse a las urnas, ya que puede haber cambios desde la última elección.
Por estado: cuándo abren y el horario de cierre de los centros de votación en EE.UU.
En líneas generales, sin contemplar las particularidades de algunos condados o ciudades, los horarios de apertura y cierre en todos los estados son los siguientes:
- Alabama: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Alaska: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Arizona: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Arkansas: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- California: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Colorado: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Connecticut: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 20 hs
- Delaware: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Distrito de Columbia: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Florida: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Georgia: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Hawái: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 18 hs
- Idaho: horario de apertura 8 hs; horario de cierre 20 hs
- Illinois: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 19 hs
- Indiana: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 18 hs
- Iowa: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 21 hs
- Kansas: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Kentucky: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 18 hs
- Luisiana: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Maine: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 20 hs
- Maryland: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Massachusetts: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Michigan: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Minnesota: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Misisipi: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Misuri: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 19 hs
- Montana: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Nebraska: horario de apertura 8 hs; horario de cierre 20 hs
- Nevada: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Nueva Hampshire: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Nueva Jersey: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 20 hs
- Nueva York: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 21 hs
- Nuevo México: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Carolina del Norte: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Dakota del Norte: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Ohio: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 20 hs
- Oklahoma: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Oregón: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Pensilvania: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Rhode Island: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Carolina del Sur: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Dakota del Sur: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Tennessee: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Texas: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Utah: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Vermont: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
- Virginia: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 19 hs
- Washington: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- West Virginia: horario de apertura 6 hs; horario de cierre 18 hs
- Wisconsin: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 20 hs
- Wyoming: horario de apertura 7 hs; horario de cierre 19 hs
De acuerdo con los datos de Ballotpedia, la diversidad en los horarios de apertura y cierre refleja las normativas locales y la flexibilidad que tienen algunos condados para ajustar sus horarios. Esto enfatiza la importancia de que los votantes se mantengan informados sobre las particularidades de su área, al asegurar que no se pierdan la oportunidad de participar en este evento decisivo.
POLITICA
Elecciones en Estados Unidos 2024: Trump saca una clara ventaja al inicio del escrutinio en los estados clave y queda a un paso de la Casa Blanca
WASHINGTON.- En una de las elecciones presidenciales más reñidas y trascendentales en Estados Unidos, Donald Trump se acercaba a conseguir una victoria ante la vicepresidenta, Kamala Harris, y quedaba a un paso de regresar a la Casa Blanca luego de perder su reelección hace cuatro años en su duelo con el presidente, Joe Biden. Tras el cierre de la votación en todo el país, el punto final de una campaña agobiante y sin precedentes, las primeras cifras le daban una nítida ventaja a Trump, y algunos medios, como Fox News, ya lo consagraban ganador antes de que termine el escrutinio.
En una lucha cerrada, voto a voto, para capturar una mayoría en el colegio electoral y llegar a la presidencia, Trump aparecía mejor posicionado en los siete estados pendulares o “swing states” en los que se dirimía la contienda: Pensilvania, Michigan y Wisconsin, los estados de la región del Medio Oeste conocida como el “Cinturón del Óxido” por su glorioso pasado metalúrgico, y Arizona, Nevada, Carolina del Norte y Georgia en el sur del país, en el “Cinturón del Sol”.
Trump se imponía con comodidad en Georgia, y lograba recuperar un estado que había perdido ante Biden en 2020, y en Carolina del Norte, en el sur del país, y también aparecía al frente en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, los tres estados que integran el llamado “Muro Azul” donde los demócratas habían puesto sus principales esperanzas para retener la Casa Blanca. A primera hora del miércoles, consiguió el triunfo de este último, uno de los estados más disputados, y quedó a solo tres votos electorales de derrotar a Kamala Harris para regresar a la Casa Blanca. Arizona, en la frontera con México, otro estado que Biden ganó hace cuatro años, también parecía inclinarse a favor del magnate, al igual que Nevada.
La campaña de Harris permanecía en silencio, a la espera de un milagro que le permitiera encontrar una camino viable a la presidencia. La vicepresidente todavía no reconoció su derrota.
“Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes”, celebró Trump en su cuartel general en West Palm Beach, en Florida. “Esta será verdaderamente la era dorada de Estados Unidos”, definió.
Además de ganar la presidencia, el Partido Republicano también logró quedarse con el control de Senado, y estaba cerca de conseguir una mayoría en la Cámara de Representantes, dándole a Trump amplio poder para llevar las riendas del país.
Una campaña divisiva
Desde muy temprano, millones de norteamericanos se volcaron masivamente a los centros de votación en todo el país a votar en persona, y a poner punto final a una elección divisiva, marcada por una retórica ácida y violenta –y dos intentos de magnicidio a Trump–, en la que demócratas y republicanos pusieron en juego el rumbo del país, su futuro, la salud de su democracia, y su vínculo con el resto del mundo. La elección giró, una vez más, alrededor de la candidatura de Trump, que buscó la presidencia por tercera vez consecutiva y fue por la revancha tras su derrota ante Biden hace cuatro años, en medio de la pandemia del coronavirus.
Estados Unidos llegó al cierre de la elección sumido en una fractura profunda que, por momentos, parece ya irreparable, y desanimado por el rumbo del país y la economía, uno de los temas centrales de la campaña, junto con la inmigración, el aborto, y la democracia. Una encuesta a boca de urna de la cadena CNN mostró que los republicanos votaron con la mente puesta en la economía –el país sufrió el peor brote inflacionario de los últimos 40 años luego de la pandemia– y la inmigración, mientras que los demócratas priorizaron el aborto y la democracia. Los sondeos de la cadena también indicaron que una mayoría de los votantes en algunos estados clave —Arizona, Michigan y Wisconsin— desaprueban la gestión de Biden, cuya popularidad ha estado desinflada desde hace meses.
El fantasma del asalto trumpista al Congreso el 6 de enero de 2021, durante la última transición presidencial, y las denuncias continuas de fraude y de robo electoral por parte de Trump enturbiaron una atmósfera ya de por sí espesa al final de los comicios, que quedaron envueltos de un dramatismo y una trascendencia sin precedentes en la primera potencia global.
“Se habla mucho de un fraude masivo en Filadelfia. ¡¡¡Viene la policía!!!”, posteó Trump en su red social, Truth Social, por la tarde del martes, usando su habitual estilo hiperbólico cuando la votación todavía no había cerrado.
La pelea por Pensilvania
Justamente en Filadelfia, capital de Pensilvania, el más importante de los siete estados pendulares o “swing states” donde estaba en juego la presidencia, la campaña de Harris se esperanzaba con una alta participación de votantes, incluidos puertorriqueños, un electorado enfurecido por el cierre de campaña de Trump en el Madison Square Garden, en Nueva York, en el que un comediante dijo que Puerto Rico era “una isla flotante de basura”. Pese a la ventaja inicial de Trump, en el equipo de Harris no perdían la esperanza de un cambio de tendencia en el recuento de votos.
Cerca de las 11 de la noche, el equipo de Harris insistía en que podía ganar: en un memo interno, la jefa de la campaña, Jen O’Malley Dillon, dijo que el camino a la presidencia pasaba por ganar los estados del llamado “muro azul”, Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Pese a la ventaja que mostraba Trump, O´Malley Dillon dijo que se se sentían bien con los datos que estaban viendo.
“Llevamos semanas diciendo que esta carrera podría no declarar al ganador esta noche. Aquellos que estuvieron presentes en 2020 lo saben bien: lleva tiempo que se cuenten todos los votos”, escribió.
Pero la victoria de Trump parecía esta madrugada un hecho consumado que dejó un desenlace histórico: Estados Unidos jamás eligió a un criminal convicto para ocupar la presidencia, y ser el comandante en jefe del ejército más poderoso del planeta. El triunfo de Trump le dio un segundo y último mandato en la Casa Blanca.
Con el retorno de Trump a la Casa Blanca, el país parece asomarse a un nuevo período de convulsión interna. Si Harris finalmente da vuelta la tendencia inicial y logra dar el batacazo, muchos dudan que Trump reconozca una eventual derrota. Y casi nadie descarta que intente revertir el resultado, tal como intentó hacerlo hace cuatro años. Pero si el avance del escrutinio confirma una victoria de Trump, medio país muy probablemente renovará la “resistencia” que nació luego de su triunfo hace ocho años ante Hillary Clinton.
Votación récord
Ya desde antes del cierre de la votación, tanto la campaña de Harris como la de Trump auguraban que el resultado podía llegar a estirarse más allá de la noche del martes. Casi 85 millones de personas votaron de manera anticipada, según datos de la Universidad de Florida, ya sea por correo o entregando su boleta en persona en las casillas de votación habilitadas en los estados que permiten el sufragio con antelación. El recuento de esas papeletas –un voto que suele ser favorable a los demócratas–, sobre todo en estados críticos como Pensilvania, Arizona o Nevada, muy probablemente alargaba el suspenso y corría el desenlace hacia el final de esta semana.
A lo largo del país, millones de norteamericanos decidieron el futuro del país al elegir entre dos candidatos antagónicos, a quienes desde ambos lados de la grieta miran con pánico y desprecio. Para los demócratas, Trump es un autoritario, un fascista, un xenófobo, un racista y una amenaza para la democracia. Para el trumpismo, Harris es una marxista, una comunista, una socialista, una incompetente que puede destruir al país. Ese antagonismo se palpitó en cada estación de votación a lo largo del país.
En Washington, un bastión demócrata, Alice Thompson, una mujer afroamericana de 78 años, se entusiasmaba por la mañana con la esperanza de una victoria de Harris. Como muchos otros demócratas, Thompson confesó su nerviosismo, pero se mostró confiada.
“El gran asunto es Kamala Harris. Queremos que gane. Tiene que ganar. Debe ganar”, remarcó. “Es la mejor candidata. Trump no es presidenciable en absoluto. Cíteme, no es presidenciable en absoluto. No debería siquiera estar en estas elecciones. Y no puedo entender por qué la gente de los Estados Unidos de América no elige una mejor opción y reconoce que una persona como él no puede siquiera pensar en postularse para presidente. Es terrible”, insistió.
Del otro lado del río Potomac, en una escuela en Arlington, Virginia, un estado que hasta hace unos años era “pendular”, pero que ahora se volcó hacia los demócratas, John Lambrou, 59 años, votó por Trump, a quien llamó “uno de los mejores presidentes” de la historia.
“Creo que es uno de los mejores presidentes que hemos tenido en la historia de Estados Unidos, por muchas cosas categóricas. Carisma, liderazgo, cumplir promesas de campaña, fuerza, política exterior, la economía, todo eso. Le da puntos muy altos. La oposición no tiene ninguna de ellas. Por eso lo voté”, afirmó.
Ambos aguardaban el veredicto final del escrutinio para saber qué les depara el futuro.
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