La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y un diurético que se encuentra de forma natural en diversos alimentos y, a su vez, la industria alimentaria la agrega a numerosos productos, como pasteles, helados y gaseosas.

Se considera segura siempre que no se excedan ciertos límites y se tenga en cuenta que está contraindicada en algunos casos y en dosis moderadas aumenta el estado de alerta y reduce la somnolencia.

La cantidad que se encuentra en las comidas y bebidas puede variar según el proceso de fabricación, las materias primas y la composición del producto. Además, el tiempo de procesamiento y preparación del café o del té también afecta al nivel de cafeína.

Dosis únicas de cafeína de hasta 200 mg (aproximadamente, 3 mg/kg de peso corporal) no plantean problemas de seguridad para la población general adulta sana. La misma cantidad no presenta problemas de seguridad cuando se consume menos de dos horas previas a un ejercicio físico intenso en condiciones ambientales normales. No hay estudios disponibles en embarazadas o personas de edad media y avanzada que realizan ejercicio físico intenso.

Dosis únicas de 100 mg (aproximadamente 1,4 mg/kg de peso corporal) de cafeína pueden afectar a la duración del sueño y los patrones en algunos adultos; especialmente, cuando se consume antes de ir a dormir.

La ingesta de hasta 400 mg diarios (en torno a 5,7 mg/kg de peso corporal por día), consumida durante todo el día no plantea problemas de seguridad para los adultos sanos en la población general, con la excepción de embarazadas y en periodo de lactancia. En estas últimas, la dosis diaria considerada segura se sitúa en 200 mg.

Estos son ejemplos de consumo de bebidas con las que se alcanzan esos 400 mg diarios de cafeína:

– 7 tazas de té negro (250 ml por taza, con 55 mg de cafeína).

– 4 tazas de café de filtro (200 ml por taza, con 90 mg de cafeína).

– 5 expresos (60 ml por expreso, con 80 mg de cafeína).

– 5 latas de bebidas energéticas (250 ml por lata, con 80 mg de cafeína).

– 10 latas de gaseosa (355 ml por lata, con 37 mg de cafeína).

La lista de alimentos que contienen cafeína de forma natural o artificial es bastante extensa. Estos son solo los ejemplos más significativos:

– Granos de café

– Hojas de té

– Granos de cacao

– Chocolate

– Guaraná

– Nueces de cola (fruto de algunas especies de árboles africanos que contienen cafeína, por lo que son empleados como ingrediente saborizante de bebidas)

– Refrescos

– Bebidas energéticas

– Suplementos alimenticios (por ejemplo, deportivos y de pérdida de peso)

– Diversos dulces. El ejemplo más claro es el tiramisú, pero se añade a muchos otros

– Chicles

El chocolate está hecho de granos de cacao y estos contienen cafeína de forma natural. Por eso, todos los chocolates y alimentos aromatizados con chocolate contienen algo de cafeína. Sin embargo, generalmente, estos productos contienen una cantidad significativamente inferior que la que está presente en el café y el té.

Así, por ejemplo, una taza de café filtrado de 60 ml contiene unos 24 mg de cafeína, mientras que una taza de chocolate caliente de 200 ml presenta 18 mg de cafeína.

El cacao puro contiene bastante más cafeína que el negro y con leche, ya que 100 gramos contienen unos 230 mg de cafeína. Una tableta de chocolate negro de 50 gramos habitualmente tiene algo más de 20 mg de cafeína, mientras que una tableta de chocolate con leche de 50 gramos suele presentar unos 10 mg de cafeína. Por otro lado, el chocolate blanco no tiene cafeína porque no se elabora con granos de cacao.

Fuente: Cuidate Plus