El presidente Donald Trump decidió imponer aranceles a productos de Canadá, México y China y –aunque se haya demorado este lunes su aplicación en el caso mexicano– la política que inauguró la Casa Blanca impone un estilo de negociación basado en las amenazas. Pero la estrategia también lleva el riesgo de fracturar el sistema de comercio mundial y un orden económico global que alguna vez giró en torno a una economía estadounidense que valoraba la inversión abierta y los mercados libres y ahora busca ser mucho más proteccionista.
Trump, que asumió apenas hace dos semanas, se mueve a una velocidad inusitada para imponer sus condiciones –algunos califican su estilo como de “matón”— para obtener lo que quiere. Ya había descripto sus métodos en su libro “El arte del acuerdo”: golpear duro primero y luego negociar desde una posición de fuerza. Si antes lo hacía desde el timón de sus empresas, mucho más ahora que dirige la primera potencia del mundo.
Pero el tembladeral de Wall Street de este lunes le marcó ciertos límites a su estrategia.
Los riesgos de la estrategia
La velocidad y el alcance de los aranceles a las importaciones que Trump dio a conocer en sus decretos del sábado provocaron críticas generalizadas de muchos legisladores, economistas y grupos empresariales. Advirtieron que los aranceles, que supuestamente se impusieron por las preocupaciones de Trump sobre el contrabando de fentanilo y la inmigración ilegal, podrían atizar la inflación, paralizar las industrias estadounidenses y convertir a China en un centro comercial global aún más poderoso.
Eswar Prasad, profesor de Política Comercial de la Universidad Cornell, vaticina a Clarín que “estos aranceles anuncian una nueva era de proteccionismo estadounidense que probablemente afectará a una amplia franja de socios comerciales de Estados Unidos, ya sean rivales o aliados, y perturbará significativamente el comercio internacional”.
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“Incluso si los socios comerciales de Estados Unidos logran apaciguar a Trump y lograr que desista de los aranceles, claramente hemos entrado en una era en la que el proteccionismo comercial explícito o encubierto se está convirtiendo en la norma”, predice.
Trump defendió el domingo los aranceles, aunque reconoció que podría haber algunas consecuencias negativas. «¿HABRÁ ALGO DE DOLOR? SÍ, TAL VEZ (¡Y TAL VEZ NO!)», escribió en su red social.
Trump aplicó tarifas de 25% a Canadá y México (luego puso una pausa a los mexicanos para negociar) y un 10% a todos los productos chinos. Canadá y México prometieron tomar represalias con sus propios aranceles, y China que buscaría «contramedidas» no especificadas para salvaguardar sus intereses.
Los principales asesores económicos del presidente, incluido el secretario del Tesoro, Scott Bessent, habían defendido el uso de tarifas, pero sugirieron que Trump lo utilizaría como una herramienta para las negociaciones o que deberían introducirse gradualmente para dar tiempo a las empresas a adaptarse. «La pistola de los aranceles siempre estará cargada y sobre la mesa, pero rara vez se descargará«, escribió Bessent en una carta a los socios de su fondo Key Square Group el año pasado.
Pero Trump no dudó en usar las tarifas como un arma contra los socios comerciales más grandes de Estados Unidos, imponiendo gravámenes radicales que afectarán a todo tipo de productos, desde paltas a repuestos de autos.
Los economistas advirtieron que las consecuencias de una escalada de la guerra comercial podrían llegar en forma de un crecimiento económico más lento y precios más altos. Luego de la presión de Wall Street y el caso mexicano, habrá que ver ahora si Trump pone un freno a su estrategia de tarifas o las modera. O no, con él nunca se sabe.
James Butkiewicz, profesor de Economía de la Universidad de Delaware, dijo a Clarín que “los productores, incluidos los trabajadores, de las industrias protegidas se beneficiarán. En cambios, los exportadores y los consumidores se verán perjudicados. Se perderán puestos de trabajo. Los aranceles son un impuesto regresivo. Los consumidores, especialmente aquellos con ingresos más bajos, serán los que más sufrirán”.
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El experto agregó que las tarifas “aumentan los precios de los bienes importados. Los precios de los bienes nacionales que compiten también aumentan. Los precios de artículos como automóviles, papel y productos alimenticios aumentarán. Estos aumentos de precios son inflacionarios”.
Prasad, de Cornell, explica que las tarifas “no solo aumentarán los precios de los bienes importados, sino que también tendrán efectos disruptivos en las empresas estadounidenses que venden en mercados extranjeros o que dependen de las cadenas de suministro globales, además de generar incertidumbre económica que podría frenar la inversión”.
“A diferencia de su primer mandato, cuando los aranceles tenían como objetivo controlar los déficits comerciales de Estados Unidos con otros países, Trump ahora los está utilizando como un instrumento para influir en diversas políticas de los socios comerciales de Estados Unidos, tanto rivales como aliados”, agrega.
“Los aranceles suelen tener efectos disruptivos en las empresas estadounidenses que venden en mercados extranjeros o que dependen de las cadenas de suministro globales, lo que generalmente crea un poderoso lobby para limitar el uso de aranceles. Además, hay formas más efectivas de lograr ciertos objetivos, como limitar las transferencias de tecnología o la competencia desleal, como demostró la administración Biden en su enfoque hacia China”.
Michael Stanaitis, profesor del Departamento de Investigación Global de American University, augura que “los efectos más inmediatos de estas medidas serán el aumento de los precios al consumidor en Estados Unidos y la imposición de aranceles de represalia”.
También “un aumento de la fortaleza del dólar y a una caída de los mercados bursátiles a nivel mundial, ya que los inversores esperan una disminución del crecimiento económico global a causa de las guerras comerciales de Trump. Si los aranceles se mantienen en el mediano y largo plazo, podemos esperar ver cadenas de suministro globales que se ajusten para eludir estos aranceles y esfuerzos de los socios comerciales de Estados Unidos por profundizar los lazos comerciales entre ellos y, de ese modo, aislar a Estados Unidos de la economía global”.
Tres niveles
El experto ofrece una interesante clasificación de la estrategia de tarifas de Trump en tres categorías: política, política económica y/o teatro político. “La duración de los aranceles es particularmente importante para entender en qué categoría caen”, explica.
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“Los aranceles a China del 10% representan más bien un ajuste estructural a largo plazo y, por lo tanto, reflejan un uso como política industrial y, como tal, creo que hay una probabilidad relativamente menor de que se rescindan”.
“Los aranceles contra Canadá y México siguen siendo un misterio. Si se eliminan rápidamente en respuesta a supuestas concesiones, entonces pueden entenderse mejor como política económica y/o teatro político. Sin embargo, cuanto más tiempo permanezcan vigentes estas tarifas, más asumirán la función de los aranceles como política industrial”.
Por eso, agrega el experto, “en el corto plazo, estos aranceles harán muy poco para beneficiar a los estadounidenses y, en cambio, infligirán daño económico en forma de precios más altos, mayor inestabilidad del mercado, posibles interrupciones de la cadena de suministro que conducen a escasez de ciertos productos y una disminución del papel de los Estados Unidos como socio diplomático confiable en el orden económico global”.
Por tanto, es posible que Trump continúe con su estrategia tarifaria, pero habrá que ver hasta donde está dispuesto a llegar porque las luces rojas son muchas. Más allá de que consiga beneficios puntuales, su política tiene consecuencias globales pero también en su electorado. Si productos cotidianos como la palta, el tomate, los repuestos de autos y otros tantos suben, mientras que Wall Street cae, la inflación se recalienta y la Reserva Federal se resiste a bajar las tasas, su política podría hacer repensar el voto a muchos estadounidenses.
Mexican drug cartels are ordering their members to target U.S. Border Patrol agents with kamikaze drones and other explosives amid a crackdown at the southern border by the Trump administration.
An internal memo titled «Officer Safety Alert» cited social media posts and other sources for the warning to federal agents, the New York Post reported. Agents were reminded to be «cognizant of their surroundings» and should be wearing their ballistic armor and utilizing their long firearms.
MEXICO AGREES TO DEPLOY 10,000 TROOPS TO US BORDER IN EXCHANGE FOR TARIFF PAUSE
Rival drug cartels exchange gunfire in Mexico. (Fox News)(Fox News)
«On February 1, 2025, the El Paso Sector Intelligence and Operations Center (EPT-IOC) received information advising that Mexican cartel leaders have authorized the deployment of drones equipped with explosives to be used against US Border Patrol agents and US military personnel currently working along the border with Mexico,» the memo, obtained by the newspaper, states.
«It is recommended that all US Border Patrol agents and DoD personnel working along the border report any sighting of drones to their respective leadership staff and the EPT-IOC,» it said.
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Fox News Digital has reached out to the U.S. Border Patrol, U.S. Customs and Border Protection (CBP) and U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE).
News Nation, which first reported the memo, reported TikTok posts and other social media sites used by Mexican drug cartels have also advised illegal immigrants to spit and urinate on ICE agents and defecate in their vehicles.
Other posts have urged assassins to target border personnel.
NEW SECRETARY OF STATE MARCO RUBIO PAUSES REFUGEE OPERATIONS, RAMPS UP VISA VETTING
U.S. Border Patrol after agents received gunfire from cartel members in Mexico while patrolling in Fronton, Texas last week.(Texas Department of Public Safety)
Last week, Border Patrol agents received gunfire from cartel members in Mexico while patrolling in Fronton, Texas, the Texas Department of Public Safety said. The cartel members fled Mexico because of a military presence and sought refuge on an island between Mexico and the U.S., DPS said.
The warning comes as the Trump administration has launched deportation raids targeting illegal immigrants with criminal records and enacted tougher measures to secure the southern border.
Cartel leaders have realized a proactive U.S. presence on the border could cut into their drug and human smuggling profits, the memo showed, according to the Post.
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Last week, U.S. Sen. Mike Lee, R-Utah, suggested the idea of the U.S. green-lighting private parties to target drug cartels for profit.
«Congress could issue letters of marque and reprisal authorizing private security firms or specially trained civilians to intercept cartel operations, particularly those involving drug shipments or human trafficking across borders,» Lee wrote on X. «Focus on disrupting supply lines, capturing high-value targets, or seizing assets like boats, vehicles, cash, gold, or equipment used in criminal activities.»
A U.S. Border Patrol agent stands on a cliff looking for migrants that crossed the border wall between the U.S. and Mexico near Sasabe, Arizona. Agents are reportedly being targeted by Mexican drug cartels amid a crackdown by the Trump administration to secure the southern border. (Salwan Georges/The Washington Post via Getty Images)
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Lee suggested it would lower costs to American taxpayers, since privateers would be paid a portion of what they capture and bring back to the U.S.