Según las informaciones que la misma Victoria Vanucci avaló en una nota que le hicieron en el programa A la tarde, Garfunkel, un hombre habituado a darse todos los gustos dada su inmensa capacidad monetario-financiera, atraviesa un poco frecuente para él pésimo momento «de guita» ya que, de acuerdo a lo que contaron, «en este momento no tiene un mango» al punto de que vive como un pordiosero adentro de un vehículo y que puede comprarse algo para comer gracias a la ayuda que le tira su ex esposa.

MATIAS GARFUNKEL, DE MENDIGO A MILLONARIO: POR QUE MUCHOS NO CREEN QUE HAGA VIDA DE POBRE

Mientras Vanucci lagrimeaba confirmando que su ex marido «no tiene un peso», la gente opinó muy diferente y no creyó mucho las palabras de la modelo devenida en cocinera y emprendedora vegano-vegetariana. «Pero cómo, ahora llora por él cuando hace 10 días contó que la había mandado presa, dijo que los millonarios eran una porquería y contó que tenía miedo que le sacara al hijo, no se entiende nada lo que le pasa a esa gente» fueron las conclusiones que sacó el público.

En efecto, Vanucci inició hace unos 15 o 20 días una suerte de «raid mediático» en el que arrancó pegándole con todo a Garfunkel y contando intimidades muy profundas y absolutamente desconocidas de la pareja. Por ejemplo, reveló que cada tanto asistían a «fiestas privadas» de la altísima sociedad donde los encuentros sexuales individuales y grupales estaban a la orden del día. En uno de ellos, incluso, compartieron el ámbito con Carls Bruni, la esposa del ex presidente francés Nicolás Sarkozi. Ahora, en cambio, lloró compungida y pidió clemencia para el padre de sus hijos.