En cuestión de meses, la vida de la China Suárez dio un giro de 180 grados desde que se puso de novia con Mauro Icardi. Viajes a última hora a Europa en vuelos privados, estadías de ensueño en los lugares más top, siempre de la mano de su flamante pareja, “el novio más bueno y lindo”, como lo definió ella luego del cumpleaños de reina que le regaló.

Pero la nueva y vertiginosa vida junto a Icardi también le plantea problemas a la China. Entre ellos, un profundo cambio en la logística y organización con los padres de sus hijos. Y mientras todo sigue en calma con Nicolás Cabré, que optó por llevarse a Rufina a Japón con él, quien ahora está que trina es Benjamín Vicuña.

Lo cierto es que la vida de los actores implica una cierta cintura a la hora de organizarse los horarios que, hoy por hoy, debido a la “novela turca”, se descompaginó considerabllemente para Vicuña. Y eso, al chileno, lo tiene más que molesto: odiado.

Jorge Lanata ha sido tema de conversación en todos los programas de entretenimiento desde que se conoció su internación en el Hospital Italiano, en donde debió quedar internado para ser atendido las 24 horas del día por profesionales médicos.

Si bien Jorge Lanata hizo todo por mantenerse en pie, lamentablemente su organismo no respondió de la mejor manera, o al menos no de la que se esperaba, produciéndose el desenlace que nadie quería escuchar ni atravesar.

Desde hace ya muchos meses que Laurita Fernández no esconde su romance. La rubia se encuentra profundamente enamorada del Peluca Brusca, ya que siempre se suele mostrar reunida junto a él y disfrutando momentos románticos.

Sin embargo, cuando le consultaron por la posibilidad de avanzar en el romance realizó un duro desplante y no dudó en rechazarlo. «Qué feo», pensaron todos, y se quedaron sin palabras.

Cuando un amor marcha sobre ruedas, es inevitable pensar en la posibilidad de seguir en este rumbo y, por qué no, avanzar en la relación. Es por eso que al mostrarse siempre enamorados, no dudaron en consultarle a Laurita Fernández por la posibilidad de pasar por el altar con su novio.