En un Barcelona acostumbrado a ganar absolutamente todo, con Lionel Messi, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Javier Mascherano y Sergio Busquets como sus principales figuras, la consagración en la Supercopa de España del equipo dirigido, en aquel entonces, por Gerardo Martino, tuvo sabor a poco en el Culé. La falta de títulos empañó una campaña que, si bien no llegó a estar a la altura de las anteriores, fue positiva y dejó números importantes que se sostienen hasta el día de hoy.

Y, en la previa de una nueva edición del clásico español entre el Real Madrid y el Barcelona, que se disputará este sábado a las 16, justamente salió a la luz un curioso dato que tiene al Tata como protagonista y que, inevitablemente, agiganta lo logrado en el banco del Culé. Es que el técnico argentino fue el último entrenador del conjunto catalán que pudo ganar en su primer clásico ante el Merengue.

El 26 de octubre de 2013, con goles de Neymar y Alexis Sánchez, el Barsa venció 2-1 al Real Madrid de -justamente- Carlo Ancelotti. Tras la salida del Tata, pasaron cinco entrenadores en estos 11 años y ninguno pudo repetir el logro.

Luis Enrique perdió 3-1 en LaLiga, en el que también fue el debut de Luis Suárez en el Barsa. Por el lado de Ernesto Valverde, se estrenó con 1-3 en la ida de la Supercopa de España, el verano de la partida de Neymar al PSG.

Quique Setién, quien llegó con la temporada ya empezada, perdió por 2-0 en el Bernabéu, donde el equipo azulgrana dejó también el liderato en LaLiga. Ronald Koeman cayó 1-3 en el primer clásico en tiempos de pandemia, y Xavi Hernández hizo lo propio, pero en la prórroga (3-2) de las semifinales de la Supercopa de España disputada en Riad.

Este sábado será el turno de Hansi Flick de intentar ponerle fin a esa racha negativa, que ya lleva 11 años sin poder cortarse. Y, en la previa, los antecedentes son prometedores: el técnico alemán viene de igualar otra gran estadística que tenía al Tata como protagonista. Es que el actual DT del Barcelona encadenó siete triunfos en sus primeros siete partidos de LaLiga, algo que también había conseguido el ahora entrenador del Inter Miami en su paso por el Barsa.