Gabriel Milito ya fue anunciado oficialmente como nuevo técnico de Atlético Mineiro. El Mariscal reemplazará a un histórico, Luiz Felipe Scolari, en el Galo. El arribo del ex defensor de Independiente potencia una tendencia fuerte en el país, la de contratar entrenadores argentinos: serán cinco en la Serie A del Brasileirao, que arrancará el 13 de abrir.

Continúan en sus cargos Nicolás Larcamón, en Cruzeiro; Eduardo Coudet, en Inter de Porto Alegre; Ramón Díaz, en Vasco da Gama; y Juan Pablo Vojvoda, en Fortaleza. Esto, en un torneo de 20 equipos (la CBF jamás consideró anular descensos con la excusa de la pandemia u otros argumentos y se mantuvo el número que es el normal en las ligas grandes y serias).

¿Por qué llegó Milito al equipo que tiene a Renzo Saravia, Matías Zaracho y Rodrigo Battaglia en el plantel? «La dirigencia buscaba a un entrenador con un estilo de juego ofensivo. Scolari jugaba de una manera más reactiva. El club tiene un departamento que se dedica a analizar jugadores y entrenadores, se llama CIGA (Centro de Información del Galo), y tras un estudio se decidieron por él. Los torcedores desean un equipo agresivo porque tiene jugadores para eso», explicó el periodista Henrique André, de radio Itataia, un medio referente en Belo Horizonte. Recordar: en Atlético Mineiro juega el delantero Hulk, delantero de gran potencia física y definición.

Milito debutará el próximo sábado en el match de ida de la final del Estadual, precisamente en el clásico ante Cruzeiro, el equipo conducido por Larcamón. Ambos entrenadores ya se enfrentaron en el fútbol chileno, con Gaby en O’Higgins y su adversario en Antofagasta, el 27 de agosto de 2017, con triunfo 2 a 0 para los de Gaby.

Los números de Larcamón, desde que Ronaldo Nazario lo contrató en enero último, son muy buenos: siete victorias, dos empates y dos derrotas. Llegó al Zeiro después de dirigir a León y Puebla, de México. Con su juventud, 39 años, sedujo por su estilo ofensivo. Tiene consenso, no aceptación absoluta, por parte de la hinchada. Recordar: el Zeiro se salvó del descenso sobre el final del último torneo y eso le abrió la puerta a Nico.

Lo del Chacho en el Inter de Porto Alegre es muy fuerte: está en su segunda etapa en el club, en la primera se fue dejando al equipo líder del Brasileirao, contratado por el Celta de Vigo. Su regreso, en lugar de Mano Menezes, fue festejado por la torcida. En la Copa Libertadores llegó a semi, y en 2024 sus números son muy efectivos, con 10 victorias y un empate. La dirigencia a cargo del presidente Alessandro Barcellos ya gestiona para extenderle el contrato, que termina en diciembre de 2024, hasta 2026.

Además de apostar a la dinámica y a la posesión, el equipo juega generalmente bien. Y la dirigencia apuesta fuerte: tiene Enner Valencia, delantero considerado el mejor ecuatoriano del momento, se sumaron Alario y Rafael Borré y Allan Patrick se suele destacar. El arquero uruguayo Rochet responde, como el argentino Fabricio Bustos de lateral derecho (hubo un partido en el que fue capitán).

Lo del Pelado también es un ejemplo fuerte. Lo contrataron con el Vasco casi condenado al descenso. En aquel momento, las consultas de Olé con la prensa brasileña indicaban que casi no había esperanzas de mantener la categoría. La dirigencia recordó que con el Al Hilal de Arabia Saudita había eliminado al Flamengo del Mundial de Clubes y fue por el riojano, que pidió a Pablo Vegetti. El delantero de Belgrano resultó un punto alto y el equipo de Río de Janeiro mantuvo la categoría en forma milagrosa, y el técnico argentino pudo jactarse de haber cumplido su promesa: en una conferencia de prensa golpeó el puño sobre la mesa y aseguró que el Vasco no iba a descender.

De todas maneras, hay otros problemas en Vasco: el director deportivo Alexandre Mattos fue despedido por diferencias con la dirigencia. Pero al entrenador lo banca. Eso sí: el plantel que tiene no da para considerarlo como un candidato a campeón.

El ex Newell’s, Defensa y Justicia y Huracán llegó en mayo de 2021 a Fortaleza. Es el técnico con mayor permanencia en el cargo de todos los que jugarán el Brasileirao. Su continuidad, obvio, se explica por los buenos resultados: 106 partidos ganados, 49 empatados y 60 perdidos. En 2022 fue cuarto en la Serie A, la clasificación top de su historia, mérito por lo que muchos lo consideraron el mejor técnico del año. También, ya acumula tres estaduales ganados y en 2023, llegó hasta la final de la Copa Sudamericana (derrota por penales frente a Liga de Quito).

Además, Vojvoda mostró mucha capacidad de adaptación. Su estilo de juego suele variar de acuerdo con las circunstancias. Suele jugar con 4-4-2, pero también uso el 4-3-3, el 3-5-2 y el 4-2-3-1.

Otra realidad que explica esta moda argentina es que el éxito de un entrenador lleva a contratar a otros. Las buenas campañas de Coudet y Vojvoda, como antes la gestión de Hernán Crespo al sacar campeón Paulista al San Pablo, o la de Jorge Sampaoli en Atlético Mineiro, generaron que se potencie esa confianza.

El periodista paulista Rodrigo Vessoni, también aportó su visión para Olé: «La razón principal por la que se contrata técnicos argentinos es que no es una buena etapa de brasieños. Hay un claro hueco en el mercado nacional, que lo cubren los más veteranos, Felipao, Mano Menezes, Luxemburgo, Dorival, etc., mientras los más jóvenes no consiguen consolidarse. Otro motivo es que la visión del dirigente brasileño es, incluso cuando no hay grandes jugadores en Argentina, que los equipos están siempre bien organizados».

Jeremias Wernek, periodista en Porto Alegre, también dio su postura: «Un motivo importante es el económico. La moneda de Brasil está en condiciones de pagar bien. Otra razón es que se buscan entrenadores destacados, con una metodología que gusta. Además, nuestro país pasó por una fase en la que algunos técnicos experimentados ya no servían, y se buscaron auxiliares. Luego, volvieron los Felipao, Menezes, Luxemburgo, que no rindieron. El éxito de Jorge Jesus en Flamengo despertó interés en portugueses, y ahora pasa lo mismo con los argentinos, quieren repetir los éxitos de otros clubes. Si yo soy dirigente de un club y necesito un entrenador, y veo que a Vojvoda le va bien en Fortaleza, que Coudet rinde mucho en Inter, también voy a buscar un argentino emergente».

Por supuesto, no todo es positivo: Ariel Holan y Fabián Bustos tuvieron cortos plazos por Santos. En 2021, Diego Dabove tuvo una mala etapa en Bahia, que descendió. Más atrás en el tiempo, en 2014, Palmeiras echó a Ricardo Gareca luego de tres meses de trabajo.

La realidad es que hay cinco entrenadores argentinos que arrancarán con espalda el próximo Brasileirao.