ECONOMIA
Crece la preocupación entre bancos y financieras porque más familias están dejando de pagar sus préstamos

La morosidad de la cartera de créditos a las familias registró un salto durante la primera parte del año. La tendencia —incipiente— se observa tanto en el sistema financiero formal como en las líneas que otorgan las financieras.
El nivel de irregularidad, no obstante, permanece en valores bajos en relación con la historia. Pero en los bancos, tanto privados como públicos, ya tomaron nota del nuevo escenario. Los financistas quieren saber si se trata de una suba temporal o si esta tendencia llegó para quedarse.
En la City tienen en cuenta una realidad: el volumen de créditos viene expandiéndose a un ritmo vertiginoso en los últimos tiempos; y en algunas líneas prácticamente se duplicó durante el último año.
La misma tendencia a la suba en la morosidad se detectó en los préstamos que otorgan las compañías financieras (créditos no bancarios).
Nuevo escenario para los créditos: los números
En concreto, la morosidad en los créditos destinados a las familias creció del 2,5% que existía en diciembre último al 3,3% de la cartera total. Se trata de datos a marzo pasado (últimos datos oficiales disponibles).
En el caso de las empresas, la impuntualidad se mantiene en el 0,9%.
En el financiamiento con las tarjetas de crédito, la morosidad prácticamente se duplicó entre fin del año 2024 hasta marzo último: pasó del 1,6% de diciembre de 2024 al 3% en marzo. Se trata del nivel de irregularidad más elevado desde comienzos del año 2022.
Como puede apreciarse, se trata de valores bajos. Lo que llamó la atención de los banqueros fue la velocidad de crecimiento de la irregularidad en los pagos de las cuotas.
Es habitual que los bancos convoquen a las sucursales a los clientes que se retrasan en los pagos del saldo de las tarjetas de crédito. A ellos les ofrecen consolidar la deuda «cara» de las tarjetas a créditos más económicos, como son los préstamos personales. Incluso con la posibilidad de ponerse al día en dos o tres años.
El problema, ahora, es que la morosidad también alcanzó a los préstamos para el consumo.
En los «personales», la morosidad creció del 3,3% de diciembre al 4,1% de la actualidad. Se trata del nivel máximo en nueve meses.
La tendencia crece en bancos, pero también en financieras
En los créditos «no bancarios» también se nota los mayores problemas de los endeudados. En este nicho, la morosidad siempre fue más elevada que en el sistema financiero tradicional.
En las compañías financieras, el salto fue del 7,4% de diciembre último al 10,4% en marzo de este año.
El nivel de morosidad en el crédito «no bancario» había saltado por encima del 20% durante la pandemia.
Un informe de la consultora Eco Go sobre este tipo de financiamiento asegura que el 70% de las financieras evidencian problemas para cobrar en esta primera parte del año.
Un dato interesante es que el crédito no bancario representa el 12,9% del crédito otorgado por los bancos a las familias.
Los préstamos vuelan y las tasas también
La cantidad de créditos se expandió con fuerza durante el último año. De hecho, rubros como el automotor, las motos o los electrodomésticos vienen creciendo bien por encima del resto gracias al financiamiento.
De acuerdo al informe de Eco Go, el endeudamiento de las familias con los bancos ya se ubica en el 3,8% del PBI, mientras que en el caso de las líneas «no bancarias» ya está en el 1,2%.
En marzo, el crédito de los bancos se expandió 2,4% real, mientras que el «no bancario» lo hizo en el 3,0%. Ya llega a $9,02 billones.
El costo de esos créditos también se incrementó a pesar del proceso de desinflación. El argumento de los bancos es que el exigente plan monetario oficial tiende a secar la plaza de pesos, lo que presiona sobre los costos.
También hay una realidad: si la morosidad se incrementa, lo más probable es que tanto bancos como financieras vuelvan a ajustar las tasas de interés que cobran a sus clientes.
En concreto: un crédito personal para clientes con cuentas sueldos registran un costo financiero total (CFT) superior al 100% anual. Un promedio del 115%, de acuerdo a un relevamiento de iProfesional en bancos de primera línea.
En el caso de los prendarios, el CFT —es el costo del financiamiento, sumando la tasa nominal y los agregados, como impuestos, tasas, seguros y comisiones bancarias— trepa al 100% anual.
Un nivel elevado en relación con la expectativa de inflación para este 2025, que no supera el 30%. También muy superior a la evolución esperada de los salarios.
Esto significa que, lo que hoy en día se registra como un boom, puede mostrar un límite pronto. Si los créditos son caros, los consumidores podrán endeudarse para comprar uno o dos bienes. Pero no más. Cuanto más baratos sean esas líneas, entonces el público podría endeudarse para comprar varios bienes.
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ECONOMIA
Las 6 razones que explican por qué el dólar retrocede sin intervención oficial

Los dólares de las empresas están ingresando. Ayer Pluspetrol colocó deuda por USD 500 millones a 8,375% anual con vencimiento en 2031. En estos pocos días, si se suman los USD 750 millones que licitará hoy Transportadora Gas del Sur y los 200 millones de Edenor, se concretarán colocaciones por USD 1.700 millones que irán a las reservas del Banco Central y le darán mayor capacidad de fuego a corto plazo.
Pero esta no es la única causa, aunque está entre las principales, que hace bajar al dólar. También influyen:
- Tener a mano el swap del Tesoro de Estados Unidos
- Las emisiones de bonos de las provincias
- La proximidad de un nuevo blanqueo
- La promesa de eliminar restricciones en el cepo cambiario
- La posible recompra de bonos de la deuda soberana por USD 20 mil millones, sindicados por bancos internacionales y garantizados por organismos multilaterales.
Este escenario garantiza los pagos clave de enero, cuando vence casi un tercio de los USD 17.000 millones del año próximo. Por eso no extrañó que, en la plaza mayorista, donde operan bancos, empresas, exportadores e importadores, el dólar tocara un piso de $1.390 antes de cerrar a $1.412, un peso por debajo del día anterior. En la rueda se operaron USD 459 millones. El máximo del día fue de $1.414, nivel en el que no se pudo sostener.
La consultora F2 que dirige Andrés Reschini señaló que “por el comportamiento de la divisa en la rueda mayorista no sería descabellado pensar que el Tesoro estuvo presente en el lado de la demanda”.
Lo cierto es que el tipo de cambio mayorista se aleja cada vez más de la banda superior cambiaria que ayer era de $1.501,99. La brecha es de 6%. Hace 15 días el Banco Central vendía dólar futuro y el Tesoro de Estados Unidos crocantes en el Mercado Libre de Cambios (MLC) para evitar que la divisa perfore la banda superior.
De esa volatilidad a esta calma hubo un salto de calidad importante que puede tener como broche la recompra de deuda por USD 20 mil millones y el retorno de la Argentina al mercado internacional de capitales para refinanciarse por mérito propio sin acudir a vías excepcionales en cada vencimiento de deuda.
Cabe recordar que la acumulación de compromisos se debe a que cuando la gestión anterior negoció la salida del default en agosto de 2020, estiró los plazos para que los grandes vencimientos se produjeran a partir de 2024.
Los bonos soberanos tuvieron leves subas, en particular los que tienen legislación Nueva York, que el riesgo país no registró puntualmente. Las alzas no sobrepasaron 0,5% y hubo pocas y leves caídas. La primera lectura es que los inversores no se mueven de sus posiciones en bonos y los más cortos ya tienen rentas de un dígito. Quedan los títulos públicos más largos con rendimientos de 10% anual o algo más.
Los dólares financieros tuvieron otra rueda de calma. El MEP registró una leve baja de $3.55 (-0,2%) a $1.451, mientras el contado con liquidación (CCL) subió $1,37 (+0,1%) a $1.477. El “blue” bajó $5 (-0,4%) a $1.435 ante la falta de compradores.
Al mismo tiempo, la inflación de 2,3% de octubre favoreció a los tenedores de BONCER. Estos inversores hace un tiempo venían comprando estos títulos que daban elevados rendimientos. Los bonos ligados a la inflación subieron 0,5% avanzado el mercado, cuando se conoció el IPC. Los títulos a tasa fija mantuvieron sus rendimientos en 2,3% a partir de diciembre.
La Bolsa tuvo otra buena rueda positiva con una demanda selectiva. El S&P Merval de las acciones líderes subió 0,8% en pesos y 0,9% en dólares.
La nota del día la dio la baja de casi 5% de los precios del petróleo en el mundo. Matías Togni, analista de la consultora en petróleo NextBarrel, dijo que el crudo “tuvo una tarde de furia luego de los comentarios de la OPEP sobre el balance del año que viene, donde finalmente reconocen que puede haber una moderada sobreoferta durante los primeros trimestres de 2026″.
“No es que el mercado se guíe por los comentarios de la OPEP, pero la lectura que precipitó caídas de más del 4% en algunos bechmarks fue, si la OPEP, que siempre es optimista reconoce que hay problemas, entonces el mercado es más débil de lo que pensábamos. Por otro lado, la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) también actualizó su pronóstico en el que mencionan una sobreoferta de 4 millones de barriles diarios. Al contrario de OPEP, IEA es la más pesimista de todas las agencias, como siempre, la verdad está en el medio”, sumó.

Togni agregó: “La conversación que domina las mesas de trading hace semanas es justamente la cantidad de petróleo que hay ‘flotando’ en el mundo, cifras que no veíamos desde la pandemia. Las causas son más producción de la OPEP, más petróleo sancionado (Rusia, Venezuela e Irán) y también mayor producción desde este lado del hemisferio, en la cual la Argentina contribuye ya que mes a mes exporta más a medida que la infraestructura se acomoda a los volúmenes de producción”.
Bajo su perspectiva, la sobreoferta es real y estimó que “está cerca de 1 millón de barriles diarios que no tienen destino”. “Sin embargo, no todas son buenas noticias para el consumidor, ya que esta sobreoferta puede no verse reflejada en el surtidor. El complejo energético tiene un talón de Aquiles, y es la refinación. La capacidad global de productos, sobre todo diesel, esta menguada, ya sea por los ataques a las refinerías rusas o por mega refinerías en Asia en mantenimiento. El crack spread, que es la diferencia entre los futuros de Gasoil y los de Brent esta semana llego a los niveles de 2022, en pleno desconcierto por el suministro ruso”, concluyó.
En el after market, anoche continuaba la baja del precio del petróleo. El oro que había tenido un repunte, también estaba en rojo y el bitcoin, tras un leve repunte, volvía al nivel de USD 101.700. Las Bolsas de Nueva York tampoco auguraban una buena rueda para hoy. Los mercados locales no dejarán pasar de largo este escenario internacional negativo, pero siguen teniendo motivos para estar en alza.
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ECONOMIA
El sueldo que necesita una familia para ser de clase media, con alquiler incluido

Para ser de clase media, según el Instituto de Estadística y Censos de Ciudad de Buenos Aires (CABA), una familia ya necesita más de 2 millones de pesos al mes. El informe correspondiente a octubre de este año, aclara que el ingreso para un grupo familiar de cuatro personas debió ser de al menos $2.036.155 mensuales.
Qué sueldo necesita una familia porteña para ser de clase media, pagando alquiler
Si se suma el costo de un alquiler, esa cifra se estira hasta más de $3.000.000, según el mismo análisis.
Mientras tanto, para no ser pobre, sus ingresos debieron superar los $ 1.279.205. Y más de $ 687.366 para no ser indigente.
Vale aclarar que estos montos pueden variar por la contratación de distintos servicios y la calidad de cada uno de ellos, como colegios, prepagas, autos, entre otros.
Estos ingresos estimados corresponden a una pareja de mujer y varón de 35 años, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años.
El dato surge casi al mismo tiempo que el INDEC revelara el dato de inflación correspondiente a octubre de 2025, que fue del 2,3%. Por ahora la tendencia no baja de la línea del 2% y se espera un nuevo repunte en noviembre por la suba de precios de la carne y otros alimentos.
El sueldo supera a la inflación en CABA, pero suben créditos y caen los ahorros
Los ingresos de los porteños asalariados y jubilados le volvieron a ganar a la inflación en el segundo trimestre del 2025, pero creció la cantidad de hogares que piden préstamos y usan ahorros, según reveló un informe del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IDECBA).
El reporte reflejó que «los ingresos laborales y no laborales se expanden muy por encima de los precios (48,3%)» al precisar que «los primeros aumentan 90,5% en relación con el mismo período del año anterior, mientras que los ingresos no laborales lo hacen, en 74,0%».
Asimismo, puntualizó que el 81,6% de la suma de ingresos del segundo trimestre de 2025 corresponde a ingresos laborales y el 18,4% restante, a ingresos no laborales (activos y transferencias). La mayor parte de los ingresos laborales se origina en la ocupación principal (92,0%) y el resto (8,0%) corresponde a otras ocupaciones, actuales o anteriores.
Sobre este segmento, especificó que el promedio de ingresos de la ocupación principal en abril, mayo y junio del 2025 es de $1.321.161, con un aumento de 84,3% en comparación con el mismo período del año anterior y remarcó que «la mitad de la población ocupada tiene un ingreso en su ocupación principal de $1.000.000 o menos».
Al mismo tiempo, el análisis expuso que la brecha salarial por género se amplió a nivel interanual al exponer que «en el segundo trimestre, los varones ganan $1.490.062 y las mujeres $1.143.021, es decir que ellas ganan 23,3% menos que sus pares».
En lo que respecta a los ingresos no laborales, indicó que «$67 de cada $100 provienen de jubilaciones y/o pensiones, con una participación superior en comparación con el mismo período del año anterior».
Con respecto a esta clasificación, indicó que el ingreso no laboral promedia $589.047 y representa el 79,2% de los ingresos individuales de sus perceptores (849.000 individuos). En el último año, tuvo una suba (74,0%) que estuvo por arriba del incremento de precios y del de los ingresos laborales.
En este contexto, el documento detalló que la población asalariada de la Ciudad tiene un ingreso promedio de $1.283.275, lo que marca un aumento interanual de 70,2%. En tanto que la población perceptora de jubilaciones y/o pensiones recibe en promedio $584.809, exhibiendo un incremento de 71,9%.
Ambas subas se ubicaron por encima de la inflación del periodo que alcanzó el 48,3%. Con respecto al incremento promedio de las prestaciones, agregó que en el último año se ubicó «muy por arriba de la suba de la jubilación mínima (55,9%)».
En paralelo, el IDECBA advirtió que el 56,7% de los hogares recibió préstamos en el período (incluye las compras con tarjeta de crédito) y 35,0% utilizó ahorros. En la comparación interanual, la primera aumentó 3,7 puntos porcentuales y la segunda 1,3 pp.
De esta manera, se visualiza que a pesar de la notoria mejora registrada en los ingresos, los porteños aún necesitan recurrir a otras fuentes de financiamiento para hacer frente a sus necesidades económicas diarias.
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ECONOMIA
¿Más que la inflación o menos?: cuánto aumentaron los autos nuevos

Con la publicación del índice de inflación del mes de octubre en 2,3% y un acumulado del 24,8% en los diez primeros meses del año, la comparación con el precio de los autos 0km del mercado es inevitable.
“Tenemos dos grandes contras en la industria automotriz. La primera es que entre un 30 y un 60% de los componentes de los autos que se fabrican en las plantas argentinas son importados, y por lo tanto se ven afectados no sólo por la inflación sino también por la suba del dólar. La segunda es que nuestros precios se hacen públicos como los de pocos productos, incluso de primera necesidad, y eso nos convierte en un foco de atención para todos”, contestó un alto ejecutivo de una terminal automotriz a Infobae.
El promedio de aumentos de precios de las marcas que fabrican autos en Argentina entre octubre y noviembre fue del 3,7 por ciento. Este relevamiento no considera a los modelos que se venden en dólares porque no aumentan su valor, pero sí toma el precio de los autos que se publican en pesos de aquellas marcas que venden vehículos en ambas monedas según el origen de los vehículos.

El detalle de cuánto aumentó cada marca se cerró este martes, cuando Nissan dio a conocer sus listas de precios de noviembre, una semana después que lo hicieron sus competidores, con un incremento promedio del 3,5 por ciento.
En noviembre la política comercial de todas las terminales fue diferente, en algunos cosos con incrementos mayores que compensaron meses sin aumentos, en otros con subas menores pero similares a los períodos anteriores y con tres marcas que decidieron no aumentar algunos precios como Honda, Mercedes-Benz para su modelo nacional Sprinter, y Toyota para la línea de pick-up Hilux completa.
El resto de los autos de Toyota aumentaron entre y 1% y un 4%, dejando el promedio de la marca como el más bajo de todos en un 2,5%. Las otras marcas aumentaron un 3% en el caso de Chevrolet, un 4,5% en Ford, un 4,9% en Volkswagen, un 5% para Stellantis en sus marcas Fiat, Peugeot y Citroën, y un 7% de Renault.
Todos estos incrementos estuvieron marcados, al igual que los de octubre, por el alza del dólar oficial que se mantuvo durante casi dos meses completos cerca del techo de las bandas de flotación, en torno a los 1.500 pesos.

La inflación acumulada entre enero y octubre fue del 24,8%, pero el promedio de aumento de la versión de acceso de los 10 autos más vendidos en el mismo período fue levemente superior, alcanzando el 25,3 por ciento. Hubo modelos que quedaron por debajo varios puntos, pero otros que compensaron para cerrar por arriba de las cifras del Indec.
El auto que menos aumento en los 10 meses fue el Toyota Yaris, casualmente el más vendido del año, con un incremento del 17,9%. El siguiente modelo en la lista es el Volkswagen Polo con un 18,7 por ciento.
Por debajo del 24,8% de inflación del período sólo quedan dos modelos y son dos pick-ups: la Toyota Hilux un 20,7% y la Ford Ranger un 23,1 por ciento. Empatando con la cifra del Indec quedó el quinto modelo, el Toyota Corolla Cross, con el mismo 24,8 por ciento.

Finalmente, los restantes 5 modelos superaron el índice de inflación. Estos fueron la pick-up Volkswagen Amarok con un 26,4%; el Chevrolet Tracker con un 26,5%; el Volkswagen Taos un 31,2%; el Peugeot 208 un 31,3%; y el Fiat Cronos un 32,5 por ciento.
Con la baja que se dio en la cotización oficial del dólar en los últimos días, y con una inflación que subió 0,2% respecto a septiembre, no se espera que los precios bajen, pero si las condiciones macroeconómicas se sostienen a lo largo del mes, podría suceder que las listas de precios de diciembre no tengan aumentos en la mayoría de los modelos y marcas.
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