El brutal atentado perpetrado por al menos cuatro personas en el complejo Crocus City Hall de Moscú, donde estaba por tocar la banda de rock Piknik y que hasta el momento dejó 133 muertos, tiene como principal apuntada a la organización terrorista ISIS-K. Si bien el presidente ruso Vladimir Putin no los mencionó en su mensaje y solo habló de Ucrania, la agrupación ya se adjudicó el ataque, sobre el que había advertido Estados Unidos. Ese grupo, además, tuvo como objetivo reciente la gran cita del fútbol: había planificado atentar en la Copa del Mundo Qatar 2022, en la que se consagró la Selección Argentina.

El viernes a la noche, ISIS-K se adjudicó el ataque con un mensaje que publicó la agencia Amaq, del grupo yihadista, en su canal de Telegram: «Los combatientes del ISIS-K atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura».

ISIS-Khorasan (ISKP, según las siglas en inglés) también se atribuyó haber organizado el atentado con cinturones de explosivos en Irán en enero de este año, una acción que provocó 84 muertes cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, del que se conmemoraba el cuarto aniversario de su asesinato por Estados Unidos.

Pero antes de estos dos atentados, la agrupación terrorista -muy activa en Afganistán- tuvo una de sus primeras operaciones en agosto de 2021. Cuando la administración de Joe Biden empezaba la retirada de ese país, después de 20 años de invasión de Estados Unidos, ISIS-K perpetró un ataque suicida en el aeropuerto de Kabul. Mató a 170 afganos y a 13 soldados estadounidenses. Luego la agrupación empezó a crecer y a expandirse por las laderas afganas.

En abril de 2023, a partir de una filtración de documentos de inteligencia de Estados Unidos que publicó The Washington Post, el Pentágono tenía la información de que Afganistán se había convertido en un nuevo escenario del terrorismo. Incluso, entre los documentos, había blancos como embajadas, iglesias y la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA en Qatar, que atrajo a más de 2 millones de espectadores que ganó Argentina de la mano de Lionel Messi.

Tras el ataque de ISIS-K a Moscú, el dato del Mundial de Qatar lo recuperó el editor de defensa y seguridad del diario británico The Guardian, Dan Sabbagh .

«‘ISIS ha estado desarrollando un modelo rentable para operaciones externas que depende de recursos de fuera de Afganistán, agentes en los países objetivo y extensas redes de facilitación’, dice la evaluación, que está etiquetada como de alto secreto y lleva los logotipos de varios Departamentos de Defensa. ‘El modelo probablemente permitirá a ISIS superar obstáculos -como servicios de seguridad competentes- y reducir algunos cronogramas de la trama, minimizando las oportunidades de interrupción'», detalla el artículo que publicó The Washington Post.

La revelación del medio norteamericano fue a partir de la filtración un miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, que compartió la información en la aplicación de mensajería y transmisión en vivo Discord. Esos documentos de 2020, marcan que ISIS-K buscaba «obtener experiencia para crear armas químicas y operar aviones no tripulados, y un complot en el que los partidarios del grupo secuestrarían a diplomáticos iraquíes en Bélgica o Francia en un intento de conseguir la liberación de 4.000 militantes encarcelados».

«Los documentos también detallan la respuesta del ISIS-K a varios acontecimientos mundiales recientes, incluida la consideración de enviar un terrorista suicida a Qatar para atacar la Copa del Mundo el año pasado», aseguran las revelaciones que publicó el diario norteamericano en abril de 2023.

En noviembre de 2022, seis días antes del inicio del Mundial de futbol, la advertencia de un posible ataque de ISIS-K no solo fue notificada a Qatar, sino que llegó a los medios de comunicación. El 14 de noviembre distintos diarios, como La Razón (España), publicaron la amenaza de ISIS-K a ese Estado árabe del oeste asiático. A través de canales de Telegram, seguidores del grupo terrorista hablaban de una «oportunidad de oro».

Pero además de la Copa del Mundo, en la que no pudieron realizar ningún ataque, los militantes también idearon violentas respuestas a la quema del Corán por parte de activistas de extrema derecha en Suecia y los Países Bajos. «Esos complots incluían llamados a ataques contra instalaciones diplomáticas suecas u holandesas en Azerbaiyán, Tayikistán, Rusia, Turquía y otros países, según los documentos filtrados, aunque no parece que se haya llevado a cabo ningún ataque de ese tipo», publicó The Washington Post.

Más allá de recordar la planificación de atentados masivos que no pudieron llevar adelante, en caso de que se confirme la autoría de ISIS-K del atentado en Moscú, el panorama se torna más inseguro para todos. «Cualquiera que sea la relación más amplia de Occidente con Moscú, los investigadores antiterroristas saben que es hora de estar particularmente atentos», remarca el editor de The Guardian, Dan Sabbagh.

Para entender el temor de esta grupo terrorista, es preciso establecer las coordenadas de ISIS-K. La organización creció y se extendió en Afganistán tras la salida de Estados Unidos de ese territorio en agosto de 2021. Fue cuando desordenadamente la presidencia de Joe Biden ordenó la retirada después de 20 años de ocupación.

Los militantes de ISIS-K son sunnitas, la rama mayoritaria del Islam. Consideran enemigos a los shiítas, pero especialmente a Irán. Buscan formar un Califato independiente con tierras de Siria e Irak, con el objetivo de la reconstrucción de la provincia del Khorasan. De ahí la letra K en su sigla.

La milenaria provincia de Khorasan se extendía en la actual provincia que lleva el mismo nombre en Irán, pero además ocupaba territorios en Uzbekistán, otros extensos en Tayikistán y prácticamente todo el oeste afgano.

Sin embargo, el ataque en Rusia puede obedecer a un viejo rencor de 2015, cuando el gobierno de Putin ingresó a la guerra en Siria, para apoyar al régimen de Bashar al Assasd, un aliado indiscutido de Irán. Juntos combatieron a ISIS.