La organización humanitaria Médicos sin Fronteras llamó “a un alto al fuego inmediato en Gaza, dejar de tener a los trabajadores humanitarios como objetivos “y poder acceder a la ayuda” y a la población gazatí, que “está sufriendo severa malnutrición” y “heridas de armas nuevas”. Presentaron sus condolencias a los humanitarios de World Kitchen, que fueron “brutalmente» muertos en la Franja. MSF ha perdido 7 de sus hombres en el conflicto y no ha conseguido de Israel una explicación de los incidentes.

En una conferencia de prensa presencial y digital, revelaron que 200 servidores humanitarios han muerto.

”Este objetivo es intencional o un indicativo de absoluta incompetencia, en una guerra sin reglas y donde se mata a los civiles indiscriminadamente”, dijo Christopher Lockyear, secretario general de Médicos sin Fronteras Internacional, que recientemente regresó de Gaza.

Recordó que “los aliados de Israel proveen más armamentos para matar a civiles indiscriminadamente”. Para él lo que ha sucedido con los hospitales bombardeados y lo que le sucede a los humanitarios y a los muertos civiles “es una amplia manipulación de la ley humanitaria”. Para él, que se permitan estos ataques a los trabajadores humanitarios “es una opción política”.

“Esta guerra es brutal. Esta guerra es desproporcionada, y es sin precauciones”, denunció el secretario general de MSF. Advirtió que una ofensiva en Rafah, en el sur de la Franja, sería “una verdadera catástrofe” porque la los civiles no tienen donde escapar.

“Cuando yo estaba en Gaza hace unas semanas, yo vi muchas cosas. Pero quiero mostrar algunos momentos de humanidad, de ternura en mi tiempo en Gaza. Yo vi a un chico de 7 años, que perdió sus piernas y su tío al haber sido bombardeado, en fisioterapia, abrazar a su papá en rehabilitación. Vi dos chicas en el Hospital Indonesio. Sus caras estarán permanentemente desfiguradas. Pero ellas eran el sol, la vida, el club social del hospital. Ellas eran las únicas que podían recorrer el hospital y brindaban alegría a todos. Vi a médicos, que viven en carpas, que se desplazan cada día y que han sido reentrenados para tratar la malnutrición, después de haber sido especialistas en terapia intensiva. Es la primera vez que veo malnutrición en un hospital”, dijo el doctor Lockyear.

“Pero vi cosas aberrantes. Mi primera impresión al cruzar la frontera en Rafah fue la cantidad de gente. Las calles son angostas ante la cantidad de gente que vive al aire libre. Una caminata del este al oeste en Rafah llevaba 10 minutos y ahora implica una hora. Al llegar al Aksa Hospital me encontré con los cuerpos de la noche anterior, y los médicos debiendo decidir si atendían a los heridos con trauma o los malnutridos. Muchos pacientes mueren en agonía porque no podemos medicarlos”, continuó .

“Los sobrevivientes necesitan medicamentos y rehabilitación, que nosotros no podemos proveer en la escala que ellos necesitan”, dijo, tras denunciar que la ayuda humanitaria se pudre en los camiones esperando. Israel no permite el ingreso de tabletas para filtrar el agua.

Las evacuaciones de enfermos con enfermedades terminales o crónicas oncológicas, dialisados, con problemas cardíacas, o bajo quimioterapia no pueden ser transferidos para ser tratados.

En los hospitales, los pacientes no tienen lugar para ser operados o son intervenidos en el piso, porque están llenos de gente que busca refugiarse.

Marie Aure Perrault Revial trabajó como coordinadora de emergencia en diciembre del 2023 y ahora, en el mes de marzo. Ante el ataque de todos los hospitales, debían especular a cuál ir que sería atacado último.

Hay una sola maternidad ahora en Gaza y todas las mujeres embarazadas deben sufrir una cesárea. Tienen una hora para reponerse y volver a la calle con su bebé, sin sanitarios o facilidades higiénicas. Mentalmente la población de Gaza va a estar afectada por generaciones.

La población del Norte tiene un alto nivel de desnutrición, especialmente los niños. Nunca se había conocido la malnutrición antes de la guerra en la Franja .Pero ahora no solo ha llegado el hambre: hay chicos heridos por “snipers”, que nunca había sucedido.

“No hemos sido autorizados a ingresar nada que ayude a soportar esta situación a la población de Gaza” dijo Perrault Revial.

La doctora Anber Alayyan es subjefa del programa en Medio Oriente y pertenece a MSF París. Ella describió las brutales quemaduras y como ningún sistema sanitario puede hacerse cargo de las heridas que ven y sus infecciones en la Franja. Hay gente que llega caminando a los hospitales sin mandíbulas.

Se van a necesitar prótesis por los próximos 10 años porque, ante la catástrofe sanitaria, y el bombardeo de los hospitales, no hay forma de hacer cirugía reparadora en niños, mujeres y hombres. Solo ahora pueden pensar en salvar vidas.

Hay pacientes que llegan con heridas de ataques de fósforo. Pero lo peor son las bombas de 2.000 libras, que caen sobre los edificios de los civiles.

Desde el inicio de la guerra, la malnutrición es el nuevo fenómeno sanitario en la Franja. La hambruna ha llegado junto con el alza de precios. Algo jamás conocido en Gaza antes y que afectará a las generaciones del futuro porque las madres no pueden alimentar a sus bebés ni a sus hijos. A los bebés ni siquiera con fórmula. No hay agua limpia.

“Una invasión a Rafah va a ser otro ejemplo de esta guerra, que está siendo librada sin reglas ni costos. Esto no puede pasar. Lo que la gente de Gaza necesita es un inmediato y sostenible alto al fuego. Tomó demasiado tiempo a la ONU pasar una resolución de alto al fuego. Ahora deben demostrar que esto no fue un acto de teatro político», dijo el secretario general del MSF Internacional, Christopher Lockyear.

MSF eligió un lenguaje que nunca usa en esta conferencia de prensa en esta brutal guerra. “Los trabajadores humanitarios están protegidos. Nosotros no aceptamos la narrativa de “lamentables incidentes. «No lo aceptamos porque lo que pasó con World Central Kitchen, con los convoy de MSF y sus refugios es parte del mismo camino de deliberados ataques a trabajadores humanitarios, trabajadores de salud, periodistas, personal de la ONU, escuelas. Esto es impunidad, total desprecio a las leyes de la guerra, y ahora debe llegar a responsabilidad”, dijo el secretario general del MSF Internacional, Christopher Lockyear.